GUITAR ; YOONMIN

26.

-¡Eres la peor basura que conocí en mi vida!-.

-Jin vamos, no seas exagerado. Cálmate-.

-¿Estás hablando en serio? ¡Largo!-.

-¿Podrías dejarme hablar?-.

-¡Largo maldita sea! ¡Vete!-.

-Eso es lo que quieres ¿Mh? Pues bien, me voy. Pero si cruzo esa puerta yo-.

-¿Tú qué?-.

-Si me dejas ir ten en cuenta que estarás muerto para mi-.

Un gritó gélido salió de su garganta, sobre saltándose ante el repentino despertar de la pesadilla, la cual había desaparecido hacía un tiempo.

Pero ahora volvía con más fuerza.

Su corazón parecía querer salirse de su cuerpo, al igual de los miles de sentimientos que inundaban su alma con cada mínimo recuerdo que llegaba a su mente.

Se sentía atormentado.

Unas gotas de sudor bajaron por su nuca, notando su ropa ligeramente mojada por el sudor producto de la pesadilla.

Suspiró con pesadez al escuchar unos toques en la puerta principal, la pantalla de su celular iluminadose ante la llamada de alguien, la cual no tenía ganas de atender, tal era Hoseok que olvidó algo.

O la muerte cobrando factura, listo para llevárselo al otro lado.

Con pesadez cambió su empapada camisa de pijama por un suéter negro, cepillando sus dientes y cabello, observando su reflejo en el espejo.

Ciertamente se veía mejor que hace unos meses, sus ojeras habían desaparecido considerablemente y su piel ya no estaba pintada de un feo pálido muerto, sus tono era un poco más rosado y cuidado.

Se sentía bien, pero algo aún estaba ahí, picandolo.

Podrás superarlo, pero la culpa jamás te abandonará.

Apretó sus ojos ante el pensamiento, sus uñas rasgando ligeramente el interior de sus muslos, intentando desaparecer las palabras que su mente traía cual olas en épocas de luna llena.

Nuevamente tres toques sonaron en la puerta principal, sus ojos mirando desde el baño la puerta siento tocada con persistencia.

¿Quién mierda lo jodia tan temprano?

Caminó fastidiado hacia la entrada, abriendo con fuerza la puerta dispuesto a gritarle a quien mierda era.

Más su insulto se atoro en su garganta.

-¡Yoongi!-.

Miró con la vista nublada al rubio frente a él, mejillas rosadas combinadas con la punta carmesí de su nariz. Unos pequeños lentes redondos de sol reflejando su rostro adormilado en estos.

Su mal humor y malos pensamientos desaparecieron al mirar a Jimin, casi oliendo la felicidad que éste emanaba.

-Huh Jimin ¿qué haces aquí? Son como las ocho a.m.-. Frotó su cabello con fastidio, ladeando la cabeza a su izquierda, una pequeña sonrisa pintando su rostro.

Jimin observaba al bebé dormitado frente a él con una pequeña sonrisa, pequeñas lagañas en el lagrimal de sus ojos.

Lindo.

-Pues te recuerdo que sigues siendo mi profesor de guitarra y no, son las-. Miró su reloj de mano .-Dos p.m de la tarde. Despierta-. Comenzó a chasquear los dedos frente al rostro del pálido, quien dejó salir un gemido quejumbroso.