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La noche del fin, el comienzo de su infierno.

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Kim Seokjin, parte 2

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La fuerte ventisca que entraba al recinto cada vez que las grandes puertas se abrían se sentía en cada poro de su piel, a la vez que sus oídos se encontraban en extrema sensibilidad al intentar distinguir entre tanto bullicio, una voz en particular.

Los gritos re sonaban en cada parte de su cráneo mientras sus córneas iban de allá para acá en el público a la expectativa de la quinta y más esperada banda de la noche, su banda.

El desespero en la voz de Jae mientras le gritaba a Namjoon por el celular acompañaba sus pensamientos vagos, a su vez que Jungkook pedía al borde del llanto cinco minutos más, explicando una estúpida excusa del porqué no podían presentarse en ese instante.

Estaba exhausto, y ni siquiera sabía por qué.

Estaba cansado de mirar el reloj de su celular cada dos segundos a la expectativa de que unas manos taparan sus ojos y dijesen "¡sorpresa!"

No iba a pasar.

No volvería a pasar.

Con las pocas fuerzas que le quedaban, dejó de apretar las cuerdas de su guitarra a punto de romperse y suspiró rendido, girandose hacía sus amigos, los cuales discutían entre sí en desespero.

-Salgamos y toquemos-.

Ambos chicos giraron rápidamente hacia la vos rasposa del camerino, mirándolo con confusión tras dichas palabras.

-¿Qué? -.

-No seguiré esperando un maldito segundo más a Namjoon, maldita sea-.

Jae pasó ambas palmas por su rostro de manera brusca, suspirando molesto.

-Cálmate carajo, no podemos salir a tocar sin un integrante de la banda, somos todos o ninguno-.

-¿Crees que me importa presentarme sin Namjoon? ¿Acaso a él le importa esa basura de todos o ninguno? A la mierda él y su ir responsabilidad, me cansé-.

Yoongi estaba pagando su molestia con sus compañeros, pero qué le podía hacer. Estaba cansado de que su corazón doliese y la ausencia de su compañero enfurecia su alma.

Su banda era espléndida, estrellas únicas que poco a poco sobresalían de las calles de Seúl, admiradas por su gran talento e increíbles canciones con tan solo un año juntos.

Sus canciones estaban llenas de amor adolescente y problemas sociales, teniendo un repertorio para cada problema personal que cualquier persona escuchase su música, indentificandose a la perfección con alguna letra.

Pero no iban a llegar lejos si un integrante del grupo faltaba cada que los huevos le sudaban. Estaba cansado de tanta mierda en su vida.

Jungkook miraba al pálido con miedo, sus ojeras marcando su juvenil rostros tras noches sin suelo gracias a tan importante presentación.

-Pero Namjoon...-.

-Jungkook no, no significa que jamás volveremos a tocar con él, pero no perderé esta oportunidad de oro por su incompetencia.

GUITAR ; YOONMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora