capítulo 6

1.2K 42 0
                                    

HUGO:

Me desperté a la mañana siguiente en la habitación de las chicas, a mi lado estaba Maialen, a mi otro lado Anajú y Sam. 

Me incorporé y el resto estaban todos desperdigados por la habitación con sábanas, mantas, etc. En el suelo.

- ¿Eva? - dije levantándome para buscarla, tras buscar por la habitación no estaba cosa que me preocupó.

- ¿Qué haces ahí quieto? - me preguntó Anajú que estaba incorporada en la cama.

- Estoy buscando a Eva - le respondí - pero no está.

- ¿Has mirado en el baño? - fui a mirar pero tampoco estaba allí.

- No está aquí - le dije. Anajú se levantó y se puso una chaqueta y las zapatillas - ¿Dónde vas?

- A buscarla, ¿Vamos no?

- Claro venga - abrimos la puerta y buscamos por todo el pasillo y los pasillos más cercano, después de un rato decidimos subir y al lado de las piscinas encontramos a Eva echada en una de las butacas.

- Eva, ¿Qué haces aquí? - le pregunté corriendo hacia ella y detrás mía Anajú.

- Mirar que bonito está el cielo - nos dijo Eva. Anajú y yo nos miramos extrañados.

- Está como siempre, ¿No? - le dijo Anajú.

- Eso porque no lo observáis bien, sentaos - nos dijo Eva. Anajú y yo nos sentamos cada uno a un lado de Eva - mirar al cielo y pensar en cosas bonitas que os haya pasado en vuestra vida - cerré los ojos para pensar y en mi mente apareció la silueta de Eva con su vestido morado, abrí los ojos y miré al cielo.

- Es precioso - dije sonriendo.

- ¿Ves? - me dijo Eva, yo la miré y los dos nos sonreímos.

- Oye, voy a por algo de comer - dijo Anajú.

- Vale - dijimos Eva y yo. Anajú se fue dejándonos solos.

- ¿En qué has pensado? - me preguntó Eva.

- Te lo digo cuando se arreglé el motor.

- ¿Y si no se arregla? - me encogí de hombros y Eva suspiró.

- Os he traído un bocadillo y zumo - dijo Anajú sentándose y dándonos la comida.

- Gracias Anajú, eres la mejor - le dijo Eva abrazándola.

- Hombre, yo por mi novia mato - le contestó Anajú, yo miré extrañado y las dos se rieron y se dieron un pico.

- ¿Volvemos a la habitación? - pregunté.

- Sí, vamos - dijo Eva. Yo iba delante y detrás mía iban Eva y Anajú agarradas de los brazos.

- Hugo, ¿Dónde vas tan rápido? - me preguntó Anajú.

- Es que me estoy meando - le dije de excusa.

- Pues vamos no vaya a ser que te hagas pipi encima - me dijo Eva y aligerámos el paso. Al llegar a la habitación Rafa, Jesús, Javy y Bruno estaban despiertos.

- Voy al baño que me meo - dije haciendo como que me hacía pis.

Entré al baño y tras cerrar la puerta empezé a ir de un lado a otro del baño frotandome la cabeza - dios mío, dios mío, me he metido en medio de una relación - me dije bajito para mí mismo. Alguien tocó a la puerta asustandome.

- Hugo, ¿Puedo entrar? Tengo que lavarme la cara - escuche decir a Rafa detrás de la puerta.

- Si, si ya estoy terminando - le dije - pasa.

- No veo, no miro - dijo Rafa entrando con los ojos tapados y tocando todo para no chocarse.

- Quítate la mano - le dije cerrando la puerta.

- ¿Qué? - preguntó Rafa. Yo me puse delante de él y le quite la mano - ¿Qué quieres hacerme? - preguntó echándose para atrás.

- ¿Pero qué estás pensando Rafa? Solo te voy a contar una cosa.

- Ah, vale - dijo relajando.

- Bueno, lo primero cuando te lo diga no te pongas como siempre.

- No, no se cómo me pongo pero no me pondré.

- Me gusta Eva - le dije y a Rafa le cambio la cara de sonriente a serio.

- Ah, vale - dijo y se levantó del bater para hacer pis.

- ¿Qué pasa?

- Nada, nada. Me alegro.

- Bueno, y se ha besado con Anajú y ella le ha dicho novia y creo que me estoy metiendo en una relación - Rafa no contestaba pero de espaldas estaba mirando al frente - ¿Rafa? - le pregunté, este terminó y se lavó las manos sin decir nada - ¿Rafa?

- ¿De verdad que están juntas? - me preguntó mirándome a través del espejo.

- Eso han dicho ella, ayúdame, ¿Qué hago? - le pregunté desesperado sentándome en un taburete que había en el baño.

- Creo que debes ahora mismo no acercarte mucho a ella, y cuando veas que puedes estar con ella sin pensar todo el rato en besarla pues estas en plan amigos - me aconsejó Rafa.

- Está bien, te haré caso - le sonreí y nos abrazamos. En ese momento entró Jesús.

- Ui... Os dejo intimidad - nos dijo. Los dos nos miramos y abrimos corriendo la puerta.

- ¡No estamos haciendo nada! - exclamámos los dos pero al abrir la puerta estaba Eva y detrás Jesús riéndose.

- Eva... - dije yo colorado. Eva no contesto simplemente se marchó donde estaban todos.

- Hermano piensa que ella te comprende - me dijo Rafa dándome unas palmadas en el hombro.

- Y tú cabrón, ¿Cómo no avisas? - le dije a Jesús que se estaba secando las lágrimas.

- Te juro que iba a avisar pero abristeis, lo siento - dijo un poco más calmado - Bueno, ¿Puedo entrar?

- Claro - los dos salimos del baño. En el salón vi a Eva con el móvil y los loritos.

- ¿Hablo con ella? - le pregunté a Rafa.

- Si quieres, yo no he estado en una situación igual.

- Vale, voy a hablar con ella - me acerqué a Eva y le di en el hombro para que me escuchara.

- Dime - me dijo quitándose los loritos.

- Es sobre lo que ha pasado en el baño, yo...

- No te preocupes, lo entiendo - me cortó Eva.

- Ya..., Bueno gracias - le dije.

- De nada, y no te preocupes - nos abrazamos y siguió escuchando música, yo me levanté y me fui junto a Rafa que nos miraba a los dos expectante.

- ¿Qué ha pasado? - me preguntó cuando llegué junto a él.

- Me acaba de confirmar que si está con Anajú - le respondí.

- ¿Qué te ha dicho?

- Me ha dicho que entiende lo que ha pasado antes y no me ha dejado ni terminar de contárselo, ósea que lo entiende - le dije a Rafa.

- Pues vaya, para una que te gusta de verdad... - me dijo Rafa.

- Ya... Y no sabes cuánto me gusta - le dije mirándola.

•La Mujer Del Vestido Morado•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora