capítulo 13

927 46 3
                                    

EVA:

Le enseñé una foto mía de cuando era pequeña y lo mire, estaba sonriendo mirando la foto y al darse cuenta que lo miraba me miró.

Estuvimos un rato así y pude fijarme mejor en sus ojos, eran los más bonitos que había visto y al parecer el pensaba lo mismo de los míos.

- Vaya ojos - dijo Hugo.

- Gracias, los tuyos también son muy bonitos - dije con un leve sonrojo en las mejillas.

Por la puerta entró la médica y los dos nos separamos.

- Anda mira quién aparece - le dijo Hugo a la enfermera.

- Vengo cuando estás durmiendo para no molestar - le sonrió dulce.

- Vaya, esque llevo aquí un montón de días y no sé ni cómo te llamas.

- Vicky, me llamo Vicky.

- Encantada Vicky - dijo Hugo.

- Bueno he venido ahora para decirte que hoy es la última noche que pasas aquí - Hugo y yo nos miramos felices - mañana después de desayunar puedes marcharte a tu habitación, eso sí - dijo levantando el dedo índice - tienes que seguir una serie de cosa que os explicaré ahora.

- Vale - le dije.

- Que guay por fin puedo volver - me dijo Hugo emocionado.

- Sí - le respondí y nos besamos.

Por el pasillo empezamos a escuchar a gente hablar y supimos que venían nuestras amigas de vuelta.

- Holaa - dijo Mai dando saltitos.

- Tengo una noticia - dije emocionada.

- Vuelvo a la habitación - todas soltaron las cosas y vinieron a abrazarme.

- Que guay Hugo - dijo Anne.

Mi móvil empezó a sonar, era mi alarma me la había puesto para recordar que habíamos quedado con Flavio.

Anajú me miró al saber que era y dijo la excusa que habíamos pensando mientras veníamos.

- Anda ya es la hora, chiques Manu nos ha pedido que le hagamos un favor - dijo Anajú.

- Sí, ahora venimos - las dos nos marchamos por la puertas tras abrazar a todos y yo darle un beso a Hugo.

- Fla - lo llamamos.

- Venga, creo que sé cuál es su habitación - nos dijo y nosotras nos miramos abriendo la boca.

- Pues vamos.

HUGO:

- ¿Cuando nos dirán la verdad? - preguntó Mai.

- Ni idea pero me están poniendo de los nervios - dijo Anne algo molesta.

- ¿Y por qué no se lo decimos ya? - preguntó Sam.

- No, tenemos ese plan con Rafa y Gerard - dijo Anne.

- Es verdad, tenemos que avisarlos - dije yo.

- Es cierto, voy a por ellos - dijo Mai.

- Mai, que no te vean - le dijo Sam.

- Bueno cómo va todo - me preguntó Sam cruzando los brazos y mirándome con una sonrisa pícara.

- Pues verás, mañana vuelvo con vosotros a la habitación, quiero que me quiten ya esto y...

- No tonto, eso no, hablo de Eva y tú.

- Ah, pues muy bien. Tengo la sensación de que cada vez me gusta más, pero...

- Ui... - dijo Anne.

- Esque... Qué ahora creo que no confía en mí.

- ¿Por qué? - me preguntó Sam.

- Porque está investigando por su cuenta sin contar conmigo.

- Hugo... No están contando con nadie y supongo que sus razones tendrán pero no te preocupes por eso eh.

Yo sonreí, me preocupaba que Eva no confiara en mí después de todo lo que le he demostrado desde que nos cruzamos.

Dos minutos después por la puerta aparecieron por la puerta Gerard, Rafa y Mai.

- Ya estamos aquí - dijo Mai dando saltitos hasta llegar a nosotros.

- Hugo, ¿Tienes tú Walkie? - me preguntó Gerard.

- Sí - respondí mostrándolo.

- Vámonos, cualquiera cosa ya sabes - dijo Rafa señalando el Walkie y yo asentí.

Una hora después apareció Eva por la puerta, ni siquiera la había escuchado por el pasillo por lo que no me dio tiempo a esconder el Walkie.

- ¿Por qué tienes eso? - me preguntó mirándome confusa.

- Por si me quedo encerrado cuando este solo.

- Pero se supone que se quedarían aquí - hizo una pausa mirando alrededor y me volvió a mirar con el ceño fruncido - ¿Qué pasa aquí Hugo?

- ¿Qué pasa?

- Hugo, tienes un Walkie que por lo menos yo no te he dado y no he visto que te dieran y encima estás solo cuando se supone que se quedarían contigo hasta que volviera porque lo hablamos - sin darme tiempo a defenderme la voz de Gerard sonó en el Walkie.

- Estamos viendo a Anajú y Flavio, pero Eva no está - informó - ¿Todo bien por allí? - miré a Eva y su cara cambio por completo a una de enfado.

- Bueno, va bien - respondí y apagué el walkie - Eva...

- Ni Eva ni leches, ¿Por qué coño nos estáis espiando?

- ¿Tal vez porque nos ocultais información? Joder Eva mira cómo estamos y vosotros por ahí sin pensar en nosotros y que somos un puto equipo.

- Porque no estamos al cien por cien seguros, por eso no os lo queríamos decir.

- Eva era importante y mucho - dije enfadado.

- Bueno yo creo que aquí no somos los únicos que ocultan algo, ¿No? - me dijo con un tono entre enfadado y triste.

- ¿Qué dices Eva? - antes de responderme sacó de su bolsillo una foto y me la tendió, cuando la vi no sabía que decirle.

- Se calló cuando estaba colocando tu maleta - dijo con lágrimas en los ojos.

- Eva, yo...

- ¿Por qué no me dijiste que tenías novia antes de empezar con todo esto?

- Porque ni siquiera me acordé de ella, he descubierto que no es de ella de quien estoy enamorado - dije sin separar la mirada de ella, una lágrima le corrió por la mejilla.

- Ya no te creo Hugo - se giró dispuesto a irse, pero la cogí del brazo antes.

- Eva, nunca con nadie me ha pasado eso de mirar a los ojos a alguien y que todo lo de alrededor desaparezca. Nunca hasta que me encontré contigo, solo mirarte a los ojos y todo lo de alrededor era inexistente y creo que eso no pasa con cualquiera - Eva me miraba sorprendida por aquella confesión pero su expresión se volvió triste.

- ¿Y como sé que no estás mintiendo?

- Joder, porque eso no se lo he dicho a nadie nunca en mi vida.

- Ya... - se soltó de mi agarré y se dirigió a la puerta, antes de salir se giró a mirarme - que seas feliz Hugo.

Se marchó cerrando la puerta, no pude evitar soltar una lágrima y enfadarme conmigo mismo porque al fin y al cabo era mi culpa.

•La Mujer Del Vestido Morado•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora