capítulo 20

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EVA:

- Ejem... - escuché a alguien a nuestro lado en el pasillo. Marco y yo nos giramos encontrándonos con Jesús, Javy, Gerard, Flavio, Rafa, Bruno, Maialen y al frente de todos ellos Hugo.

-¿Qué... Hacéis ahí? - pregunté nerviosa.

- Perdona no queríamos molestar, pero como estabais en mitad del pasillo - dijo Rafa.

- Ai, pasar - dijo Marco apartándose y a mí con una mano, con la otra señalaba para que pasaran.

Hugo fue el primero en pasar por enfrente nuestra, ni siquiera me miró.

- Bueno, mañana nos vemos - le dije a Marco cuanto se fueron mis amigos.

- Vale, adiós guapa - me dió un beso en los labios y se marchó.

Iba triste y pensativa hacia mi habitación cuando alguien me agarró del brazo y me llevo a una sala vacía.

- ¿Se puede saber que cojones haces? - me preguntó un chico.

- ¿De qué hablas Miki?

- De suponía que tenías que acercarte al rubio y lo único que has hecho ha sido alejarlo, ¿O tú te crees que después de verte comerle la boca al nene ese va a querer hablarte?

- A ver somos amigos...

- ¿Amigos? Deja de mentirte Eva, pero bueno espero que abras los ojos y veas la realidad - salió por la puerta dejándome sola y aún más pensativa que antes, aunque ahora tenía un lío en la cabeza.

- Jujiti - la llamé llorando cuando entre en la habitación.

- Anajú no está - me dijo Anne desde la cama -¿Qué te pasa?

- Horrible, soy horrible - la abracé fuerte y lloré en su hombro. Estuvimos así durante un rato hasta que me tranquilice.

- Venga, cuéntamelo.

- Hugo me ha visto besarme con Marco, un chico que conocí y que hoy había tenido una cita.

- Pues no sé qué decirte, pero puedes hablar con él.

- Ya, y él me va a querer escuchar. Ni siquiera me miró - una lágrima volvió a recorrer mi mejilla.

- Inténtalo al menos, ¿No?

- Bueno, ¿Puedes decirle que venga? Pero invéntate una excusa - ella asintió, me dió un beso en la frente y salió.

Dos minutos después la puerta se abría y la voz del rubio inundó la habitación.

- Hugo - le dije levantándome cuando me vio, él se quedó quieto sin decir nada ni moverse.

- Voy a mirar una cosa - dijo Anne saliendo de la habitación y cerrando la puerta.

- ¿Podemos hablar? - le pregunté, él no dijo nada - ¿Eso es un sí? - no recibí respuesta así que decidí empezar a hablar - siento si lo que has visto antes te ha molestado, yo...

- Somos amigos, ¿No? - yo asentí - ¿Entonces por qué me iba a molestar?

- No sé, esque...

- Pues ya está, tú tienes novio y yo pronto alomejor tendré novia. Así que amigos - se giró y se fue de nuevo a su habitación.

Me senté en la cama con lágrimas recorriendo mis mejillas, sus palabras me habían dolido como cuchillos clavándose en mi pecho.

- ¿Qué ha pasado? - me preguntó Anne cuando llegó a mi lado.

- Se acabó, somos amigos pero se acabó todo - lloré más fuerte abrazando a Anne y así me dormí. Ni siquiera me quite la ropa ni el maquillaje.

•La Mujer Del Vestido Morado•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora