capítulo 21

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EVA:

- Pues ya está - me dijo Vicky.

- Gracias - le digo levantándome.

- ¿Por qué le has pegado a esa chica? - me pregunta.

- Cosas - digo mirando al suelo.

- Bueno no soy quien para meterme en eso.

- Adiós - salí de enfermería y me dirigí a mi habitación.

- ¿Qué te ha pasado? - me preguntó Mai con cara de susto.

- Me he caído - mentí.

- Ya, claro y nosotras nacimos ayer - dijo Anne.

- He tenido una pelea con Alba - las dos abrieron la boca.

- ¿Por qué? - preguntó Mai.

- Se ha tirado a Hugo.

- Pero... ¿No estáis ya juntos, no? - dijo Anne.

- Lo sé, pero me molestó en el momento.

- Pero Hugo te vio besarte con otro y no le pegó - dijo Mai.

- Lo que me faltaba verlos ahí - dije haciendo el gesto con mi brazo.

- No, no - dijeron Mai y Anne haciendo una mueca de asco.

- Bueno - dije levantándome - voy a desayunar.

- ¿Qué dices de desayunar si son las cuatro y media de la mañana? - me dijo Maialen, miré el reloj y comprobé que tenía razón.

- Pues ahora no puedo dormir - unos golpes en la puerta hizo que las tres nos asustaramos y que Nia y Eli se despertarán de golpe.

- ¡Eva abre la puerta! - se escuchó al otro lado.

- Es Hugo - dijo Anne. Mai abrió la puerta y en menos de medio segundo Hugo se plantó en frente mía.

- ¿Se puede saber de qué coño vas? - me dijo enfadado.

- ¿Qué dices? - le dije y él rió.

- Es decir que tú puedes rehacer tu vida y yo no, ¿No? - se rió - Pues no, no todo gira en torno a tí.

- ¿De qué hablas Hugo?

- ¿Qué de que hablo? De la paliza que le has dado a Alba.

- Hugo, yo...

- ¿Qué? Yo te vi morrearte delante de mis putas narices con otro y me dolió, pero no hice nada y yo también decido rehacer mi vida y vas y le partes la cara.

- El problema no es que rehagas tu vida, el problema es con quién.

- Eva para, no quiero que vuelvas a hablarme en la vida... Ni como amigos ni nada - se giró y salió por la puerta.

- ¿Qué pasa con Alba? - preguntó Eli.

- ¿La de la clase? - preguntó Nia, yo asentí - Ostia...

- ¿Pero qué pasa? - volvió a preguntar Eli.

Anne, Nia y Maialen me miraron con cara entristecida, era algo de mí pasado que odiaba recordar. Algo que marcó un antes y un después en mi vida, aún no había superado aquello del todo y más cuando a la culpable la veía cada día.

HUGO:

- Relájate Hugo - no dejaba de decirme una y otra vez Flavio.

- Joder - dije poniéndome las manos en la cabeza, iba de un lado a otro de la habitación sin parar de repetir aquella palabra.

- Hugo, entendemos que estés mal pero hay gente que quiere dormir, ¿Sabes? - me dijo Jesús.

- Jesús - le reprochó Javy.

- Da igual, tiene razón. Buenas noches chicos - salí de la habitación para dar una vuelta más tranquilo.

- Hugo - escuché a Rafa detrás mía, me giré encontrándome de frente con él.
- Rafa, déjame enserio.

- Bueno, sí. Adiós - se fue y se metió en la habitación. Me quedé muy extrañado ante esa aquello y al volver a girarme vi como Alba venía hacia mí.

- ¿Has hablado con Eva?

- Sí, todo se acabó. Ya podemos estar tranquilos.

- Menos mal, no sabes lo que Eva me ha jodido.

- No creo que Eva hiciera eso, de verdad.

- Pues no lo creas, yo sé todo el daño que me ha hecho Eva - dijo acercándose a mí - pero ya no nos hará más, te quiero Hugo.

- Y yo - nos besamos.

•La Mujer Del Vestido Morado•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora