CAPITULO 3

210 18 0
                                    

"No es necesario decir Todo lo que se piensa, lo que si es necesario es pensar Todo lo que se dice"
Quino

Sara Collingswood a diferencia de su querida amiga Susan, tenia un filtro mas grueso en su cerebro, que le evitaba decir lo primero que pasara por su cabeza. Ese filtro se activó cuando evitó decirle a Malden su atrevimiento por llamarla mentirosa. Pero es que recordaba las palabras de su madre y el comportamiento adecuado como dama casadera, pero a veces pensaba que quería defenestrar esa conducta, especialmente cuando estaba en presencia de Malden.

Había llegado a su casa con su hermano para el almuerzo con su familia, los Collingswood siempre habían tenido la costumbre de almorzar y cenar juntos y, al volver a la ciudad esta costumbre no se iba a desvanecer. Lord Torrington comentó que en esta ocasión pensaba apoyar a los Tory en los cambios parlamentarios que se darían en la temporada. Sara almorzó con su familia hablando amenamente de los pormenores de los próximos días, su padre andaba muy ocupado con su cuaderno de cuentas y decidió no participar en la velada de la noche por lo que la reunión en el baile sería con su madre y hermano.

-Señorita ya está lista para el baile- anunció Mina su doncella terminando de alisar el vestido de color nieve que resaltaba su voluptuosa figura.

-Gracias Mina, no me esperes cuando regrese- señaló Sara solicitándole a su doncella que se tomara el resto de la noche libre para descansar.

Su hermano las esperaba en el Hall para tomar el carruaje con destino a el baile de los duques

-Están preciosas mis bellas damas – apuntó Andrew viendo bajar a su madre junto con su hermana.

-Y tu muy guapo, hermano-

Llegaron a la casa de los duques cuando la fila de carruajes doblaba la manzana, se bajaron de la carroza y fueron anunciados saludando a los anfitriones, los duques de Devonshire.

Sara localizó a sus amigas Cassandra y Susan. Las tres comenzaron a reír, a des atrasarse de los últimos meses, y por supuesto, a hacer planes para el comienzo de la temporada.

El salón relucía y los bailarines danzaban al compás de la música, Sara tenia su carné medio lleno, pero como había prometido, había guardado el ultimo vals antes del interludio de la comida.

-Querida, Lady Felicity no para de mirarte con enojo, no entiendo cómo no le quedó claro hace un año que tú eres mejor que ella – dictaminó Susan con su abanico.

- ¡Susan! Yo no soy mejor que ella, pero no entiendo porque siente tanta repulsión hacia mí, no recuerdo haber hecho nada que afecte su persona- respondió Susan con benevolencia.

-Pues entonces vamos a preguntarle -.

- ¡Que! Estas loca-.

-Estoy de acuerdo con Sara, lo mejor es alejarse de las personas ruidosas- mencionó Lady Cassandra Willow.

-Vamos chicas, ¿no sienten curiosidad? - preguntó Susan, jalándolas hacia donde se encontraba Lady Felicty.

Cómo caído del cielo, Starling interceptó a la banda de chicas y se interpuso entre las tres.

-Sara, este baile es el mío – Starling alargó su mano ofreciéndosela a Sara para ir a bailar el segundo vals de la noche. Sara aceptó encantada apartándose de sus amigas.

- ¿Desde cuando la llama por su nombre? - interrogó Susan a Cassandra con cara de asombro al percibir la cercanía que tenía la pareja.

-No lo sé- respondió Cassandra, Ambas chicas siguieron a la pareja con la mirada.

El destino de Lady SaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora