CAPITULO 33
De camino a casa en el carruaje, Sara cavilaba sobre los últimos descubrimientos. Su prometido era un mentiroso y embustero que por algún motivo quería deshacerse de Starling, y este hecho lo hacía ver más ruin y pérfido. ¿O acaso había alguna justificación suficiente para deshacerse de Starling?
Hacía unos días atrás le había entregado su alma y su cuerpo a un hombre que creía conocer, pero ahora, no estaba segura, una grieta se había hecho en su corazón.
Por un lado, quería pedirle explicaciones, las necesitaba, habían pasado tantos buenos momentos juntos que podría pasar por alto aquellos errores, por otro lado, no estaba segura de sentirse complacida con sus justificaciones y preferiría cortar cualquier tipo de relación con él a futuro, sería doloroso pero lo mejor para su bienestar, no querría vivir con un mentiroso, ruin y embustero por el resto de su vida.
Por otra parte, estaba la cuestión de que ya no era virgen y podría estar embarazada, no había tomado las precauciones que Hailey le había mencionado. ¿Y si no estaba embarazada? ¿viviría soltera por el resto de su vida? porque estaba arruinada para los demás hombres, a menos que un hombre quisiera una novia mancillada. En este punto de su vida, era completamente realista de su precaria condición y evaluaría todas las opciones que pudieran presentarse. Lo que sí estaba segura, es que, no se casaría con Lord Nicholas Howard por obligación a menos de que ya llevara en sus entrañas su hijo o hija; no querría que su hijo naciera bastardo, eso debió haberlo pensado antes de cometer la locura de anoche.
-Estamos en casa – dijo Andrew interrumpiendo sus reflexiones. La pareja no había mencionado absolutamente nada de la conversación que tuvieron con Hickman, ambos estaban enfrascados en sus propios pensamientos y eso la ponía más nerviosa.
-Diles a mis padres que tengo un leve mareo, tomaré el almuerzo en mi habitación – Andrew asintió y Susan tomó su mano.
-Querida, ya veras que todo se solucionará – comentó Susan mientras sonreía débilmente, las sonrisas no llegaban con entusiasmo. Los ojos de Sara se aguaron queriendo verter una lagrima por su mejilla.
-Gracias Susan, estaré sola en mi habitación, pensaré que haré con Nick hasta que llegue en la tarde -dilucidó y luego bajó del carruaje después de Andrew.
***
Comía débilmente cada bocado de su plato, de hecho, los pormenores de la mañana le habían ocasionado una falta de apetito. Se levantó de su asiento y caminó hacia la ventana, no se había puesto a pensar en que el día era realmente precioso: el cielo despejado permitía la entrada de luz en todas las cavidades posibles, los arboles y flores mostraban sus colores,y vitalidad era palpable con los rayos de sol como fuente de energía. Ese pensamiento la tranquilizó, la ultima vez que recibió una mala noticia había actuado como una cobarde huyendo de sus responsabilidades, ahora era diferente, no cometería los mismos errores de la ultima vez, sin embargo ¿Qué debería hacer? ¿Cómo debería actuar?
Se recostó en la inmensa cama mirando el techo de la estancia y poco a poco se fue durmiendo.
***
-¡¿Queeee?! –sentado en el despacho junto a su hijo, Lord Oliver Collinsgwood estaba alarmado por la noticia que le había dado
-Te lo digo padre, Malden sobornó al mayordomo de Starling para acusarlo de sodomita – parafraseó Andrew suspirando profundamente.
-Eso ya lo sé, pero ¿Por qué lo hizo? – preguntó mientras apoyaba su mentón sobre las manos cruzadas. No hubo respuesta por parte de Andrew lo que se intuía que ninguno de los dos estaba al tanto de los motivos de Malden.
-¿Qué piensa hacer Sara? -preguntó Lord Oliver frotándose la barbilla -.
-Tampoco lo sé – respondió Andrew despreciativo.
-Sabes que los vimos escaparse anoche –Aclaró Oliver y Andrew permaneció en silencio mirando hacia la ventana – y, por lo tanto, tu hermana podría estar arruinada-.
-Nadie lo sabe – replicó Andrew.
-Andrew, hijo, no puedo creer que seas tan cabezota, sabes a lo que me refiero -.
-Porque se haya ido anoche con Malden, no significa que esté embarazada – señaló Andrew mirando a su padre desde la ventana.
-No podemos arriesgarnos – Manifestó Lord Oliver.
-Si la presionas como la primera vez, huirá -.
-No creo que huya si está embarazada, se casará con Malden así no le guste – concluyó Lord Oliver.
-Llegaron – dijo Andrew desde la ventana observando entrar al señor Hickman, Lord Sinclair y Lord Devon.
-¿Lady Derby y tu madre están enteradas de esto? -.
-No padre, Susan estará con ellas hasta que todo este circo termine – anunció Andrew y Lord Oliver bufó.
Hijo y padre se miraron cansados queriendo expresarse lo mucho que les disgustaba toda esta situación. Tanto padre como hijo, disfrutaba de la vida simple del campo y volver a Londres para la temporada era un completo fastidio para ellos. Por consiguiente, ambos agradecían que la casa ancestral de los Torrington quedara en el campo, pero a la vez cerca de la ciudad.
Lord Oliver reflexionó sobre las circunstancias de su hija. Como padre debería brindarle seguridad y protección dentro de su familia, sin embargo, estos componentes se veían deteriorados con la presencia de un loco queriendo secuestrarla como el señor McNeil y la libertad de Lord Queensberry que podría arruinar la reputación de su hija como se lo había propuesto en el evento de la Real sociedad de horticultura. Ahora tenía que añadir un tercer elemento a la suma, Lord Nciholas Howard.
La puerta se abrió dando paso al bueno de Bates, el mayordomo.
-Adelante – habló Lord Oliver. Bates abrió la puerta del despacho y miró a su patrón.
-Milord, en la entrada se encuentra el señor Hickman, Lord Sinclair y Lord Devon -.
-Pueden pasar Bates – Bates asintió y salió del despacho para informarles a los visitantes.
Minutos después, por la puerta del despacho entraban el señor Hickman, Lord Sinclair y Lord Devon.
Hola, tuve que publicar este capitulo en dos partes porque no he corregido la segunda parte, mis parpados están cansados y solo veo la hora de dormir. Ya publiqué la portada del segundo libro, estoy muy contenta de comenzar a escribir una nueva historia ya que esta pronto llegará a su fin.
Muchas gracias por leer
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El destino de Lady Sara
Historical FictionRegencia siglo XIX La señorita Sara Collingswood hija de los vizcondes Torrington es presentada en sociedad junto a su amiga Lady Susan. Sara es una hermosa joven que su padre la ha acostumbrado a una vida independiente capaz de valerse sola y de en...