Un hombre delgado pero fuerte caminaba por la noche en medio de las calles de Londres, giró la esquina y subió las escaleras de una mansión en Portman square. Tocó la puerta principal y fue recibido por un anciano mayordomo.
-El amo lo espera – dijo el mayordomo mientras abría la puerta y dejaba pasar al hombre.
El hombre subió las escaleras hasta llegar a la biblioteca, conocía el camino de memoria.
-Maestro, he encontrado a la mujer – señaló el hombre hacia su amo.
- Dime Cheitan, ¿quién es la afortunada? –
-Sara Collingswood señor, cumple con todos los requisitos -.
-Collingswood, me suena, ¿Tiene que ver con el vizconde Torrington? -.
-Es la hija maestro -.
El amo levantó su mano y le dio un bofetón.
-Tendrás que buscar otra, su familia es muy importante, los Torrington son cercanos al rey – comentó el malhumorado maestro.
-Pero maestro, no hemos hallado a otra, además, ella huyó de casa y su familia le dio la espalda – rogó el joven aprendiz hacia su amo.
-¿Estas seguro de lo que dices? – preguntó el amo interesado en las palabras del joven aprendiz.
-Si maestro -.
-Bien, la cacería ha comenzado -.
***
Dos semanas habían pasado después de la huida y desaparición de Sara Collingswood, y la casa de los Vizcondes de Torrington se mantenía en un profundo mutismo.
Lady Torrington no salía de su sala de te y se la pasaba todo el día bordando, no recibía visitas excepto la presencia de Lady Derby ya que la boda de sus dos hijos era inminente. Lord Torrington se encerraba en su despacho para adelantar trabajo y Lord Dormer buscaba todos los días a su prometida Susan porque era la única manera en que encontraba paz. Los Collingswood esperaban que su querida hija estuviera bien atendida, sin embargo, toda la familia se encontraba ansiosa y preocupada por la falta de noticias de su hija.
Andrew entraba por la puerta principal de la casa con destino al despacho de su padre, estaba preocupado y necesitaba hablar con evidente urgencia con su padre. Parado al frente del despacho, abrió la puerta sin tocar y encontró a su padre ensimismado en sus pensamientos.
-Padre, necesito hablar contigo ... -Andrew fue acallado por su padre
-Hijo, lee esto, página uno The Times – Andrew tomó el periódico y buscó la noticia entre las apretujadas líneas del periodico
1ro de marzo de 1830
John Sholto Douglas marqués de Queensberry fue arrestado hace una semana por cometer difamación criminal. Hace dos semanas el marqués acusó al famoso literario Oscar Wilde de cometer sodomía con su hijo Lord Gavin Starling conde Drumlanring. Bajo el acto de difamación de 1820 Queensberry podría quedar en libertad si demuestra que la acusación es verídica, por ahora permanecerá en Newgate hasta que se demuestre lo contrario.
-Podemos ir por Sara y solicitar la anulación de su matrimonio con Starling, ahora que Queensberry está en la cárcel y poniendo a sus abogados a buscar evidencias, no nos hará nada – explicó Torrington mirando a su hijo y buscando maneras de recuperar a su pequeña hija. - ¿Qué pasa hijo? No ves que busco alguna manera de recuperar a tu hermana.
-Padre, hoy por primera vez, me he encontrado con Starling en White's – empezó Andrew tomando aire para poder hablar – Sara y él iban en una carroza para casarse en Gretna Green, pero en una de las posadas, un hombre la secuestró y lleva desaparecida una semana y tres días, nadie conoce su paradero y Starling alertó a los agentes de Bow Street para buscarla –.
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El destino de Lady Sara
Historical FictionRegencia siglo XIX La señorita Sara Collingswood hija de los vizcondes Torrington es presentada en sociedad junto a su amiga Lady Susan. Sara es una hermosa joven que su padre la ha acostumbrado a una vida independiente capaz de valerse sola y de en...