CAPITULO 33 -PARTE 2

84 7 1
                                    

Nicholas se levantó y se vistió con la asistencia de su ayuda de cámara como todos los días. Se puso su ropa interior de lino, camisa y sus calcetines de algodón; posteriormente, se vistió con unos pantalones marrón sepia y se ajustó los tirantes a la altura de los hombros, se puso su chaleco color ocre rojo, su corbata, sus zapatos y dejó la levita color pardo y el sombrero de copa en manos de su ayuda de cámara.

Bajó las escaleras de la casa y caminó hasta el comedor principal para su habitual desayuno donde halló a su padre sentado en la silla principal del comedor, la silla que ocupaba el conde de Derby.

-Buenos días padre – saludó Nick cuando ocupó el asiento junto a su padre.

-Buenos días hijo – respondió su padre frunciendo el ceño y bajando el periódico que leía, quitándose el monóculo para mirar a su hijo.

Nick observó la expresión de desaprobación de su hijo y por tanto preguntó -¿No aprobaron el proyecto de ley de los whigs? -.

-Mucho peor hijo, Queensberry quedó en libertad y Starling será ejecutado por sodomita – Lord Derby le pasó el periódico a su hijo para que le leyera la primicia y Nick lo recibió con manos temblorosas.

¿Había hecho lo correcto? La boca se le secó y una ligera gota de sudor pasó por su frente. Estaba al tanto de cada ley que promulgaba y renovaba el parlamento y sabía lo que les ocurría a aquellos hombres que cometían sodomía.

-Ahora Ronald ya no tendrá el apoyo de Starling y Queensberry será el mayor opositor del proyecto de ley, sabes que Queensberry está más untando que todo el parlamento junto, ¿no se por que no lo han arrestado? -.

Ahora se sentía mas miserable que nunca, su primo Ronald había establecido un nuevo proyecto de ley en contra del trabajo infantil. Con la restauración de Queensberry en el parlamento, uniría fuerzas para derrocar el proyecto de ley y posicionarse como uno de los mayores líderes de los Tory.

Se sentía una basura, pero ¿Qué podía hacer? En ocasiones había que tomar decisiones difíciles y el prefería quedarse con Sara, sin embargo, ¿acosta de qué? ¿de sobornar y acusar? ¿de ejecutar a un hombre?

Sabía que lo que había hecho no era correcto, pero si quería alcanzar la felicidad que estaba buscando y que esperaba encontrar con Sara, tenía que actuar deshaciéndose de Starling. Se sentía verdaderamente mal y lo único que lo sacaba de aquel hoyo en el que se había metido era pensar en ella.

-Seguramente porque no hay pruebas en contra de él – señaló Nick recuperando un poco la cordura – a propósito, ¿Dónde está madre y Susan? -.

-Susan se levantó muy temprano con tu madre para ir a corregir algunos vestidos, y luego irán a casa de los Collingswood – puntualizó la última palabra y a Nick le sirvieron su típico desayuno con tocino y huevos.

-Justamente voy a ir a casa de los Collingswood en la tarde, Hoy es el gran día padre – Lord Derby levantó los ojos con perspicacia

-¿Hoy es el gran día para que hijo?- preguntó Derby juntando sus manos.

-Para estar comprometido, pediré la mano de Sara Collingswood – Lord Derby achicó los ojos con incredulidad.

-Bueno, lo único que tengo para decirte es éxitos en tu cometido – apostilló Derby mientras volvía a tomar el periódico y comenzaba a leer otra de las noticias de economía.

-Así será padre, así será -.

Terminó su desayuno y se dirigió a la biblioteca para escribir un mensaje corto pero que sería de gran ayuda para Roan y Edan. Había pensado que los niños podrían ir a la academia de St George ubicada fuera de Londres en Berkshire. Así pues, dirigió la carta al director de la academia y la firmó como vizconde Malden. Se la entregó a su mayordomo con premura para que fuera llevada a Ascot, Berkshire.

El destino de Lady SaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora