Hickman suspiró pesadamente, al parecer estaba frente a una mujer dolida que quería más explicaciones que el tiempo que tenía disponible. ¿Un triángulo amoroso? ¿animadversión? No le importaba, solo quería tener a Starling devuelta para sus propósitos y por el bien de la organización.
-Esa charla podrá tenerla después con él, Señorita Collingnswood – carraspeo Hickman mirando a Sara, luego giró la cabeza hacia Nicholas – por ahora Malden, díganos donde se encuentra Phillips si no quiere conocer el disgusto de la señorita.
Nicholas observó la mirada triste y decepcionada de Sara, la había perdido, eso le dolía más que los cien golpes que probablemente le daría Sinclair si no hablaba. Sabía que había cometido un error con aquel hombre que nada le había hecho excepto acercarse a Sara. Ahora que lo que pensaba, ¿Los fantasmas de su pasado habían reclamado su comportamiento? Una opresión en su pecho reclamó su cuerpo y un sentimiento de desasosiego y frustración ocupó su mente. Nick suspiró por última vez y suspiró.
-¿Que piensan hacer con Phillips? Soy yo el malnacido que ordenó que lo acusaran -dijo Nick desinhibido pensando que no tenía nada que perder excepto Sara. Aun así, aquellos hombres no podían acusarlo de nada, sus manos estaban limpias excepto por haber mandado a Starling a prisión.
-Phillips será puesto bajo custodia hasta que pase la fecha de juicio, así no se presentará y Starling y Wilde quedarán en libertad – terminó Hickman.
***
La tensión inundaba la Sala, las manos de Sara estaban frías y sudaba, pero se mantenía firme en sus expresiones y comportamiento. En ese momento quería pensar que todo era una pesadilla, producto de una mala noche, mas se ubicaba en aquella estancia intentando buscar fuerzas de donde no tenía.
-El señor Phillips está de vacaciones con su familia – expresó Andrew y una carcajada se escapó de los labios de Devon.
-Vamos Nick, intenta una mejor si quieres que te creamos – señaló Devon.
-Estoy diciendo la verdad Devon, si no me quieres creer, es tu problema – contestó Andrew y ambos caballeros se miraron queriendo encontrar algo en los ojos del otro. Finalmente, Devon asintió confirmando que su viejo amigo decía la verdad.
Hickman soltó el aire poniéndose de pie mientras los dos hombres bajo su mando hacían lo mismo.
-No perdamos el tiempo, Lord Torrington le pido por favor a usted y a toda su familia que este evento no se mencione – apostilló Hickman y Lord Oliver asintió– Señores Collingswood y señorita, fue un gusto tratar con ustedes – concluyó sin mirar a Nicholas; Hickman apreciaba mucho su tiempo y, cualquier acontecimiento no planeado que pudiera ser evitado, lo sacaba de quicio. Salió del salón y los dos hombres lo siguieron quedando el despacho nuevamente en completo silencio.
-Muy bien – comenzó Lord Oliver – Lord Malden, se perfectamente a que viene, así que me adelantaré a los hechos – tres pares de ojos se posaron sobre Lord Oliver – No tengo ni idea de porque usted sobornó a un hombre para acusar a Starling y en estos momentos es los menos que me importa en vista de que mi hija podría estar embarazada llevando su hijo – Sara y Nicholas pusieron los ojos como platos y las manos de Sara se frotaron nerviosas contra su vestido – tenía mis sospechas pero esa reacción lo confirma – suspiró cansado tomando su barbilla – así pues, Lord Malden, espero que cumpla con su honor y se case con ella si no quiere enfrentarse a un duelo – concluyó recostándose sobre su espacioso sillón y cruzando las manos sobre su regazo.
-Para mi será el anhelo mas grande casarme con ella, si ella me acepta por supuesto – sonrió Nicholas bajando la tensión del ambiente.
-Lord Malden, la opinión de Sara ya no tiene cavidad en esto – Lord Oliver miró a su hija y ella palideció como producto del nerviosismo, el desconsuelo y la impresión de que ya no tenía otra salida – ella está consciente de que, si no se casa, su reputación y su honor quedarán en duda -Nicholas asintió incomodo, pero no quería mirar a Sara a los ojos, le dolería más al ver su expresión de odio, decepción e ira – si no hay nada mas que decir, lo espero mañana en Torrington place para firmar el contrato matrimonial, el compromiso será anunciado junto con él de Lady Susan y mi hijo.
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El destino de Lady Sara
Historical FictionRegencia siglo XIX La señorita Sara Collingswood hija de los vizcondes Torrington es presentada en sociedad junto a su amiga Lady Susan. Sara es una hermosa joven que su padre la ha acostumbrado a una vida independiente capaz de valerse sola y de en...