cap 26| no tan indiferente

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Pov Lalisa.

Me gusto demasiado, verla así por mi.

Quiero repetir la experiencia de verla gemir mi nombre, pero ahora que ella me haga de todo a mi.

Y cuando dijo mi nombre en cima del placer, fue el puto cielo.

Todavía estamos en una íntima comunión, retiro mis dedos con delicadeza. Pues me acordé de un hecho muy importante.

Ella es virgen, bueno ya no tanto.

Yo acabé con con la mitad de su virginidad

En mi mente llega el momento en que le hice mi dichosa propuesta hace unos meses. Como me comporte con ella con una mierda sin corazón. Con razón me dijo que no. Por Dios, es tan inocente y yo una maldita idiota. Nunca había conocido a una mujer como ella.

Siempre me acordaré de mi tiempo en el bachillerato y luego en la universidad. El sexo era algo que se destilaba por doquier, no había pudor. Quizá solo aquellas chicas y chicos que nunca llegue a querer fueran vírgenes, y cabe la probabilidad que tampoco fuese el caso. Jennie es anormal. Una bella anormal, pero una rara al fin.

Soy tan mierda.

Y ella, ella es un angel

La miró y noto cuando su mirada se empañó. Se esta arrepintiendo y no quiero escuchar eso, pues para mí fue una experiencia divertida y donde pude sentir el amor brotar.

Ser la primera en explorar territorio desconocido, ser quien la que hizo llegar al clímax, de hacerla mía.

Quiero abrazarla (cosa rara en mi porque no soy de arrumacos después de las tijeras) pero sé que se debe estar sintiendo rara. Yo parecía una niñita con su primer hombre... Pero ella no fue con un hombre, fue conmigo, una mujer. A lo mejor se está sintiendo terrible por hacerlo con una mujer. No cállate que no es verdad.

Me levanto de la cama y agarro mi ropa interior para ponermela, mientras me acerco al baño y tomo una toalla y la mojo con agua. Regreso a la cama y noto que se arropó con la sábana, se la intento quitar y ella la devuelve a su sitio— Jennie, déjame limpiarte.

Sus ojos se llenan de lágrimas y un nudo en mi garganta se posa— no importa, Manoban.

Niego con la cabeza y me siento con ella. Quito la sábana y le pasó la toalla por sus fluidos, que de por sí sabía delicioso. Ella da un respingo cuando me acerco más a su zona íntima— Jennie, dime la verdad. Fui brusca contigo?

Ella me mira mal— dijiste que no me volverías a rasguñar.

Pensé que estaban bien mis uñas— si, es que no sabia que tenía las uñas largas en las dos manos. Pero lo hice lo mejor que pude. Jennie. Perdon si te lastime.

— yo pensé que lo sabías, pensé que las activas en el sexo lésbico se daban cuenta si latimaban con sus uñas! Tu diste entender que lo sabias— susurró.

— no me di cuenta— tomo aire— discúlpame por ser una gatita contigo.

Suspira— ya no importa

Necesito hacer la pregunta no puedo seguir con esta incertidumbre— te arrepientes?

Niega—no, aunque pueda sorprenderte a ti y a mí, me sentí bien—siento que comencé a respirar de nuevo. Voy a hablar pero no me deja— pero es algo que no puede volver a pasar.

Esperen un segundo.

Dijo que no debía volver a pasar? Me opongo, es mi esposa. Eso es lo que ocurre en los matrimonios! Aún que me gustaría que ella lo intenté conmigo así como yo con ella.

•°𝑻𝒖 𝒚 𝒚𝒐?... 𝑱𝒂𝒎𝒂𝒔!°•  JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora