•°𝑻𝒖 𝒚 𝒚𝒐?... 𝑱𝒂𝒎𝒂𝒔!°• Jenlisa

cap 28| felicidad...

Pov Jennie.

— Jennie, qué bueno que viniste— abrazo a mí tía. Desde que me casé con Lisa, lo menos que he hecho ha sido visitarla. Por no decir nunca

Aún que tampoco ha sido tanto tiempo, un mes a lo mucho.

—hola tía, te extrañé, los extraño a todos— mi tía me pasó a la sala en donde se encontraba Irene y Ruby entretenidas con una guitarra y Sami con sus figuras de acción. Soy una horrible hermana, no he estado pendientes de ellos.

Apenas me ven, ellos corren a abrazarme— Jennie!— me dan un abrazo grupal y siento que llorare de la emoción

— lamento no haber venido antes— expreso luego de que se separaron de mi

Ruby me sienta con ella en el sofa— Jennie nosotros entendemos. Eres una mujer hecha y derecha ahora. Mereces ser feliz, tienes una nueva familia, que es tu esposa lo cuál me sorprende, espero tener sobrinos.

Trago en seco pues estoy muy lejos de tener una familia con Lisa. Ella es una perra que apenas se termine esto seguramente hará una orgía toda descontrolada. Y yo tendré el corazón hecho trizas. Ya lo vi venir. Soy tan estupida por permitir sentir esos sentimientos.

Pero mejor no pensar en ello para no dañar mi paz mental.

Decido preguntarle por sus cosas y así dirijo la conversación a puerto seguro.

Pasado un rato con mis chicuelos, subo al cuarto destinado para Sami, él está tan bien cuidado aquí. Se merece eso, es mi hermanito y sólo quiero que esté bien, aunque él sea ajeno a lo que está a su alrededor

Le tomo de la mano y me siento con él

Y decido desahogarme con la única persona que no me va a decir nada. No me criticara, solo me escuchará.

Me limpio las lágrimas porque está situación sé que me va a matar. Acaso estoy tan necesitada de cariño que me puse mis ilusiones en Lisa?

"No, Jennie. Tú amas a Lisa por todo, por sus peleas, conversaciones, risas. Todo"

Ay Dios que hice?

Mi tía pasa al cuarto y me abraza. Ella es en más sentido mi madre que una tía. Ella me ha cuidado desde pequeña— Sami te ha extrañado. Hay días en que no quiere comer. Pienso que le haces falta— eso es como un hierro caliente quemándose por dentro, pues no sabía eso.

—prometo venir más a menudo—digo rápidamente— no quiero que enferme por mi culpa. Lo amo con todo mi ser

— es cuestión de que se acostumbre, pequeña. Pronto mejorara, ya lo veras— asiento convencida de que así será.

Salimos de la habitación y vamos hacia su cuarto. Ella se pondrá en plan confidencias. Padre santo, se prendió lo que no se apaga.

Nos sentamos en la cama— como te va en la vida de casada? Yo digo que bien, se te ve un brillo diferente Jennie. Has cambiado. Pero quiero saber cómo te sientes.

Como demonios le digo, que me he enamorado loca y perdidamente de mi mujer y que ella no me ama mi?

No es fácil. Odio la mentira que hice, debí buscar otra manera de pagar la clínica de mi madre de otra manera. Un préstamo, algo, no sé. Estoy segura que yo acepté ese trato por motivos egoístas, había otras formas

—soy feliz— sonrió, porque es verdad. He sido muy feliz estás últimas semanas. Con Lisa he descubierto cosas increíbles.

— se nota, Jennie. Te vez preciosa— ella se levanta de la cama y saca un álbum de fotos de su cómoda— siempre te vi como una niña que se convirtió en un adulto muy joven— me muestra mis fotos de niña y tengo una cara  seria en casi todas las imágenes— has luchado por tus hermanos como una leona. Y lograste salir adelante contra todo pronóstico. Estoy muy orgullosa de ti. Eres maravillosa y mereces descansar. Ser joven por primera vez en la vida. Tu esposita tendrá mi agradecimiento por siempre si logra que te diviertas como la jovencita que debiste de ser en tu tiempo.