PUNTO DE VISTA DE LUNA.
Desperté cuando un ruido molesto invadío mi cabeza. Ahora vivía en el castillo, y aunque había tratado de comunicarme con Victoria y con Kaliste, todos me habían dado la espalda al saber que me había prestado para esta guerra.
Me puse de pie y me paré en el inmenso balcón. Desde allí podía ver como a lo lejos, el humo de un fuego invadía lentamente el cielo. Los Novas estaban contraatacando.
Me vestí tan rápido como pude y me dirigí a la biblioteca, el lugar donde Lans planeaba todo.
-Qué está pasando?-pregunté.
-Los Novas nos atacan. Y lo sorprendente es que parecen conocer perfectamente nuestros puntos débiles.-dijo mirando un mapa y moviendo cosas sobre él.
-Eso significa que...-
-Que Mica los está ayudando.-termino él.
Cerré los ojos con fuerza sabiendo que cada día todo se complicaba aún más. Esto se había convertido en una guerra entre Mica y yo.
-Tenemos que acabar con esto-
-No es tan sencillo. Temo que mientras mis padres estén al mando esto no acabara-
-Entonces...-
-Entonces les quitaremos el trono-dijo él con una seguridad desconcertante. No pude evitar temblar cuando escuché eso.
-Pero...-
-No soy ningún imbecil, sabes? Sé muy bien que esto no está bien y que ambos han perdido la razón. Me tomo tiempo despertar, pero este es mi pueblo y debo hacer lo que sea necesario para salvarlo-
Escuchar eso me hizo de repente sentimer mejor. Lans no era el niño caprichoso que solo escuchaba a sus padres. Me hacia feliz que pusiera a su pueblo ante todo, y sin duda por eso se había sometido tanto tiempo a sus padres. Lans podía ser un mal hermano, pero sería sin duda un buen rey. Dio un paso hacia mí y no me dieron ganas de retroceder. Su mirada era suave, como la primera vez que lo había conocido en el Fuerte.
-Podemos hacerlo juntos, Luna-susurró, y yo asentí sabiendo que no, que no lo haríamos juntos, que sería yo, esta vez, la que lo traicionaría.
Mica, voy a salvarte.
PUNTO DE VISTA DE MICA
-Primera base caída-le anuncié al rey Archer. Era un hombre justo, y en realidad no me esperaba a que fuese tan buen rey. En mis pocos días en el territorio Nova había visto lo mucho que su pueblo lo apoyaba.
-Eres bueno en esto-cumplimento viendo mis estrategias.
-Estuve en el ejercito-respondí sencillamente recordando al equipo Solar.
-Y porque ya no lo estás?-preguntó, y yo dudé en responder.
-Tuve problemas...de salud-respondí evitando mencionar la profecía. El solo asintió en un lamento y continuó viendo lo que había planeado para la segunda fase.
Salí de allí teniendo en mente una idea que podía ayudar en todo esto. Tomé mi telefono y marqué el numero.
Leonor.
El equipo Solar había sido para mí una familia, y sabía que no me defraudarían. Pero para eso, necesitaba ganar la confianza de Leonor otra vez. Le había hecho daño cuando, después de estar enamorada de mí por años, solo jugué con ella y la olvidé. No me sentí orgulloso de eso e intenté arreglar las cosas y continuar como amigos, pero ella nunca quiso aceptar que no quisiera estar con ella. Hoy, esperaba que ese amor que sentía por mí estuviese más presente que nunca.
La cité en un cafetería del mundo humano. Sabía lo mucho que a Leonor le gustaba el mundo efímero. Si hubiese podido elegir, de seguro hubiese preferido ser humana. Entró vestida en ropa casual, y se me hizo extraño verla sin el uniforme.
-No tengo mucho tiempo-dijo en alerta.
-Quería ver como estás-
-Para eso me llamas? Para ver cómo estoy? No juegues conmigo y dime ya que quieres.-
-Porqué estas tan enojada?- pregunté ante su rechazo inmediato, aunque sabía que era una pregunta descarada.
-Y como quieres que no lo esté?!La última vez que te vi estabas besando a Luna y luego desapareces con ella sin que te importe nada.- su voz subió ligeramente, pero bajó su tono de voz al ver que algunos clientes nos miraron.
-Me equivoqué, Leonor.-dije con mi mejor cara de arrepentido.-Te necesito-
-Y que paso con Luna?-preguntó ella aun dudosa.
-La dejé. No quiero estar con ella- Vi una pizca de luz encenderse en sus ojos y me sentí como un monstruo al saber que estaba jugando con su esperanza, pero necesitaba hacerlo. Una guerra dependía de esto.
-Que estás diciendo-
-Que te quiero-
(...)
No se necesito más de una noche para convencerla. Besar su piel se sentía incorrecto en mi mente, y no dejaba de imaginarme como sería besar la piel de Luna. Cuando despertamos, le expliqué todo.
-No podemos traicionar a Lans-dijo confundida.
-Si, si pueden. Le deben lealtad a su líder. Yo estuve con ustedes por años. Lans lleva tan solo unos meses como líder.-
Suspiró sabiendo que no dejaría de insistir y removió su cabello dorado.
-Hablaré con los demás-aceptó finalmente.
-Tienes que ser cuidadosa-le advertí. -Nadie puede saber nada.-
-Lo sé-
Terminé de abotonar mi camisa y pasé una mano por mi cabello revuelto.
-Cuando volveré a verte?-preguntó ella, sin duda teniendo miedo que se repitiese la misma historia.
-Llámame cuando hayas hablado con los chicos-dije dejando un beso en la mejilla y saliendo de allí sabiendo que una vez más, le rompería el corazón a alguien que me quería.
ESTÁS LEYENDO
Sin Mirar Atrás
FantasyLuna. Un nombre que desató desgracia en un mundo que no es el nuestro. En su sangre había algo funesto. En su mirada había pura vida. Hija de luz y sombras. Entre el bien y el mal. Condena y salvación. Poder. Traición. Secretos. Amor. Y dos prof...