Punto de vista de Luna.
Tan solo se necesitaron segundos después de que apagamos las luces para que sus manos se encontraran en mi cintura. Era más fácil cometer pecados en la oscuridad, donde nadie veía, donde nadie sabía nada. Que si me sentí culpable por estar en la cama de otro llevando el anillo de Lans en el dedo? No.
Ni siquiera lo pensé.
Fue un instinto, como si mi cuerpo supiese que pertenecía junto al de Mica. Besó mis labios con ganas, ya no éramos los niños que nos habíamos conocido un año atrás, cuando aún vivíamos en el Fuerte y él era mi guardián. Todo había cambiado. Su tacto era fuerte, posesivo, y mientras sentía como su miembro entraba en mí, intentaba no gritar demasiado fuerte. Su boca se deslizaba por mi cuello, luego por mis pechos, por mi vientre...
-Más, más...-jadeé. Quería que no terminara nunca. Quería quedarme allí y ser suya una y otra vez. Mordió mi pezón y y cerré mis ojos con fuerza. Un remolino de pasión, lujuria, y deseo me quitaba la razón. Mica continuó moviéndose sobre mí y yo aferré mis manos a su espalda para recibir mejor la estocadas. Mi cabello estaba revuelo y nuestros cuerpos ardían como si las paredes de nuestra habitación fuesen de fuego.
-Mica...-continué gimiendo, y él continuó sus embestidas salvajemente. Quería sentirlo todo, sentir como me consumía en aquel amor que no podía vivir, pero que rebozaba de vida cuando nuestros cuerpos estaban desnudos. Terminamos en un jadeo profundo y creí perderme en el paraíso, pero aún había mucha noche por delante y tanto deseo por complacer.
Estar en los brazos de Mica eran mi debilidad pura, y acaba de descubrir lo que realmente era el placer. En ningún momento nos miramos a los ojos, eso tan solo nos recordaría lo mucho que nos habíamos lastimado el uno al otro. Aquella noche no era nuestra, era de nuestros cuerpos que buscaban aquel calor que se les había negado. Besé sus labios y enredé mis manos en su cabello para luego subir sobre él. Empecé a moverme despacio, pero rápidamente quise más y aceleré el movimiento de mis cadera. Mica posicionó sus manos en mi cintura para hacerlo más profundo, y cada jadeo suyo me hacia sentir cada vez más cerca del climax.
Hicimos el amor toda la noche, y caimos rendidos cuando salió el sol. No hubo abrazos, ni caricias de buenos días. Tampoco me recosté en su pecho y hablamos de la vida. Esa clase de momentos no nos pertenecían. Me di una ducha y mientras el agua corría por mi cuerpo, imaginaba las manos de Mica deslizándose por mi piel. Miré mis manos y vi el anillo. El anillo que me unía a Lans, pero que no significaba más que un acuerdo, un contrato. Aún así me decía que era incorrecto, pero no estaba lista para detenerme, no ahora que había probado el paraíso que Mica podía ofrecerse. Quería ser suya, al menos estos días que viviría junto a él.
Cuando terminé de cambiarme, él se dio una ducha y nos subimos de vuelta al auto en un silencio de funeral. No había mucho que decir.
-Tenemos que seguir por el norte-le indiqué recordando mi sueño. No habíamos dormido nada, por lo que ambos estábamos cansados. Continuamos la ruta por las montañas y me quedé fascinada al ver un paisaje de arboles inmensos y aves coloridas, pero más me fascinaba ver su rostro de perfil. Por supuesto que estaba loca por él. Nadie en su sano juicio podría resistirse a sus rasgos de dios griego y sus ojos color miel.
-Hablaremos de lo que pasó?-preguntó sin despegar la vista de la carretera. Lo ultimo que quería era justamente hablar de eso.
-No tengo nada que decir-respondí mirando por la ventana.
-Nada que decir? Acabamos de tener sexo toda la noche sabiendo que no podemos tener una conversación sin terminar por detestarnos el uno al otro y tú no tienes nada que decir?-preguntó con sarcasmo.
-Y qué quieres que diga? Que fui una ilusa al casarme con tu hermano sabiendo que nunca sería feliz? Qué ahora estoy presa en una corona por decisiones desesperadas? Que perdí a todas las personas a las que quería en una batalla conmigo misma por querer salvarnos?-
-Un simple "estoy enamorada de ti", bastaría en realidad-
-Eres un sinvergüenza- respondí mirando al techo.
-Apuesto a que no pensabas eso anoche-
Había dicho eso sin escrúpulos y sentí inmediatamente como si rostro se calentaba. Quien diablos se creía?
-No quiero seguir hablando contigo-espeté sintiendo que esto terminaría mal. Es que acaso no podía hacer un esfuerzo para que pudiésemos hablar sin pelear?
-Ni yo contigo. Definitivamente prefiero escucharte gemir.-dijo con una sonrisa. Me giré de golpe y golpeé su cabeza con mi mano. Había olvidado que lo desgraciado que podía llegar a ser.
-Ni siquiera me gustó tanto-contraataqué buscando herir ese ego que traía por las nubes.
-Eres una pésima mentirosa, Luna. Creo que es lo único en ti que nunca ha cambiado.-
-No es como si tu te hubiese quedado igual-recalqué.-Eres completamente diferente a quien solías ser-
-Y como soy ahora? Dime, Luna. Que ves en mí?-
La pregunta sonó más seria, pero no me detuve a pensarlo un segundo. Tenía la respuesta escrita en la mente.
-Antes eras un chico frío, pero sensible. Fingías que no te importaba nadie pero cuidabas de todo el mundo sin importar lo mucho que eso pudiese dañarte. Eras honesto y solías molestarme con tus palabras, pero también me hacías saber que era importante para ti. Luchabas por lo que creías y dabas la cara sin importar nada. Ahora solo eres la sombra de todo eso. Escapas de lo que no puedes evitar sin pensar que tanto daño puedas hacer. Si hubieses visto las lágrimas de todos los presentes en tu funeral entenderías que esta mentira lastima a mucha gente. Estuvo a punto de destruirme, y aun teniéndote frente a mí siento que no te he recuperado del todo. Por que a quien tengo a mi lado, es a un completo desconocido-
Primer Cap medio explícito que hago, espero que les haya gustado<3 De seguro no será el último, pretendo seguir mejorando en las descripciones hasta poder escribir un capitulo con escenas sexuales sin que se me haga tan complicado XDDD
Los quiero un mundo Diamantes
DD
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Sin Mirar Atrás
FantasíaLuna. Un nombre que desató desgracia en un mundo que no es el nuestro. En su sangre había algo funesto. En su mirada había pura vida. Hija de luz y sombras. Entre el bien y el mal. Condena y salvación. Poder. Traición. Secretos. Amor. Y dos prof...