Cap 42-No quiero volver

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Punto de vista de Mica. 

Y qué le respondes, a la chica que acaba de desnudarte el alma con sus palabras? Me quedé callado, simplemente porque sabía que ella tenía razón y había dicho esas verdades a las que tanto les había huido. Hubiese podido contestar que ella también, era una completa desconocida para mí, que no tenía derecho a decir esas cosas cuando ella había sido la razón por la que había perdido fe en todo lo que antes haba creído. Pude haberle respondido que si no la hubiese conocido, yo aún fuera aquel Mica valiente que luchaba por todos. 

Pero simplemente no pude. 

El silencio fue interrumpido por el timbre de su teléfono. 

-Es Lans-me avisó, y en cuanto contestó pude ver en su rostro que las cosas no iban bien. 

-Qué pasa?-pregunté al ver como ella se quedaba en silencio y cerraba los ojos con furia. 

-No es lo que crees, Lans. No estoy...-intentó hablar-Puedo explicarlo, estoy con...-la miré directamente y supo que no debía continuar aquella frase. Lans no podía enterarse de que estaba vivo. Ante su explicación inconclusa, Lans colgó la llamada. 

-Alguien me ha visto salir contigo del hotel. No te reconocieron. Lans creé que estoy con un amante-se lamentó. Y en realidad no era totalmente mentira. 

-Tienes que volver-dije de inmediato.-No voy a dejar que te arriesgues...- 

-Y no llegar hasta el lago? Ni lo pienses. No voy a dejarte hasta que vea como el sol destruye esa maldita profecía-respondió en plena determinación. En aquel momento creí ver un poco de la antigua Luna. 

-Entonces dejarás que crea que te fuiste con otro?-

-Ya veré que invento-me aseguró con un suspiro.-Lans sabe que no lo amo e intenta convencerse de ello. Creera cualquier cosa que le diga solo para no romper su corazón- 

-Lans siempre ha sido de los que vive de ilusiones- 

-Yo creo que es solo un alma muy noble para nuestra realidad-corrigió.-Sé que tú y Lans siempre tuvieron problemas, pero lo vi sufrir tanto después de que se enterara de tu muerte que entendí que no haba lugar en su corazón para el odio. Es un buen rey, un buen esposo, y probablemente una de las personas más nobles que he conocido pero...- 

-...aún así no estás enamorada de él-completé entre aliviado y confundido. Si Luna podía tenerlo todo en Lans, porqué buscaba en mí? 

Seguí conduciendo al ver como ella se quedaba en silencio. Estábamos cada vez más cerca y el paisaje se volvía cada vez más puro. Estábamos en las montañas del norte, un lugar de tierra virgen e inmensos arboles. Las montañas estaba recubiertas por bosques infinitos que parecían tocar el cielo. 

-Tendremos que seguir a pie-dije al ver que la ruta había terminado y solo quedaba bosque frente a nosotros. 

-Estamos cerca. Recuerdo haber visto este lugar en mi sueño- 

Tomamos nuestras cosas y nos dispusimos a empezar nuestra marcha cuando un extraño ruido se hizo presente. Sabía de inmediato lo que era, así que me giré y atrapé la bala que se dirigía hacia mí con mis manos. Aún era lo suficientemente poderoso para hacer eso. Aún desorientado pude ver a dos guardias frente a nosotros. Eran guardias del castillo. Ambos portaban armas y apuntaban hacia mí. 

-Reina Luna, el rey Lans ordena su presencia en el castillo-gritó uno de ello mientras el otro me apuntaba. Entendí que Lans nos estaba cazando. 

-Les ordeno que bajen las armas-dijo ella con autoridad al ver que estaban listos para continuar disparando. Eran hombres de elite y no sería fácil deshacerse de ellos. Yo me encontraba debilitado y a Luna le habían confiscado sus poderes. O al menos eso creí.

Sin Mirar AtrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora