WangXian - La Melodía Final de Chenqing

Capitulo Seis

Lan WangJi uso la meditación para tranquilizarse el par de horas que estuvo esperando porque Wei WuXian despertara. Se había vestido apropiadamente, aunque le faltaba cierta cinta con patrón de nubes que seguía aun adornando la muñeca del Joven Maestro Wei. Por alguna razón no había querido intentar quitársela.

Tal vez era el miedo de despertarlo y que Wei WuXian volviera a bombardearlo a besos. Claro que no le hubiera molestado, pero la intensa sensación en su pecho había sido enorme, y aun no desaparecía. Temía que si se volvía a repetir no podría contener sus emociones más y tendría una desviación de Qi.

La comida llego a la habitación para cuando Wei WuXian empezó a reaccionar. No saludo a Lan WangJi para no interrumpirlo en su meditación y se levantó para irse a vestir.

Lan WangJi lo había escuchado, pero fingió que no lo hizo para dejarlo ir. En cuanto se sintió finalmente solo se movió para servirse un poco de té y tomar un libro, mientras esperaba porque Wei WuXian se le uniera.

—Buenos días... ¿tardes? —dijo Wei WuXian al volver a la habitación y fijarse mejor en la luz del exterior—parece que se nos hizo tarde.

Lan WangJi no respondió nada y siguió con su vista en el libro en sus manos. Se dio cuenta del movimiento a su derecha pero no le dio importancia hasta que sintió algo rozar su frente y después su cabello.

—Se supone le quite todas las arrugas que tenía, debería estar bien...—dijo Wei WuXian mientras ataba la cinta de la frente tratando de no arruinar el peinado de Lan WangJi, dejándola así como siempre solía llevarla.

Lan WangJi estaba como una piedra.

No supo cómo actuar. No sabía si debió actuar de algún modo. Solo se dejó hacer por Wei WuXian quien parecía estarse esforzando de sobre manera para dejarlo presentable.

Solo supo que Wei WuXian había terminado cuando después de unas cuantas revisiones de frente y perfil, se sentó a su lado y le planto un beso en la frente justo encima del símbolo de las nubes.

—Ya quedo—dijo cuándo se separó, se estiro a la mesa y acomodo su plato junto al de Lan WangJi para empezar a comer.

Sin querer, Lan WangJi apretó el libro en sus manos doblando las hojas. Wei WuXian que había servido en los dos platos se detuvo para mirarlo y confirmar que el Segundo Jade estaba confundido por su actitud de esa mañana.

Wei WuXian sabía que también se debía a su despertar que seguro se encontraba tan descolocado.

—Lan Zhan, ten cuidado eso ni siquiera es tuyo—le regaño en broma y le quito el libro poniéndolo sobre la mesa.

—Wei Ying, anoche yo...

—Anoche... podríamos decir que no pasó nada malo—termino por decir el otro, tomo un bocado antes de continuar —bueno salvo por robar y por hacer un escándalo en la calle, creo que en serio no nos fue tan mal—Lan WangJi se sorprendió ante eso y se apresuró a saber de qué era lo que estaba hablando.

— ¿acaso anoche...?

—Todo lo de anoche ya ha pasado, no entiendo para que quisieras saber que paso si ya no hay nada que cambiar.

—ay Lan Zhan, no pasó nada grave, robaste algo, pero luego lo devolvimos sin problemas—empezó a explicar burlesco—en cuanto al escándalo, fue solo la conmoción que ocasionaste al verte tan desorientado.

Eso último no era del todo mentira, en algún punto de la noche Wei WuXian tuvo que corretear a Lan WangJi hasta finalmente atraparlo en una calle cercana a donde se estaban quedando.