Capitulo Diecinueve

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Hay algo que Wei WuXian no hizo cuando salió de los Túmulos Funerarios la primera vez. Desahogarse.

Nunca lo había considerado necesario, estaba tan concentrado en llevar a cabo su venganza y cumplir sus promesas que lo había dejado de lado.

Pero esta vez era diferente, había bloqueado sus emociones para poder trabajar en el menor tiempo posible y sacar a los jóvenes de ese horrible lugar. Y aun con ese bloqueo su mente no evitó ser dañada, siendo esta la razón por la que no había despertado del todo bien.

Necesitaba soltarlo todo. Él era un humano lo creyeran o no.

Y su mente sabía perfectamente que necesitaba sanarse. Por lo que en cuanto cayó en su estado de trance su cabeza se aseguró de meter en él los recuerdos correctos.


Había pasado un año que llegó a Muelle de Loto. No podía estar más agradecido de haber llegado ahí.

Tenía un lugar donde dormir, comida y aunque aún no se permitía llamarla como tal tenía una familia a su alrededor.

La palabra familia era clave, pues cuando pensaba en eso inmediatamente llamaba a los recuerdos con sus padres. Y Eso en esos días tan significativos para él lo pusieron realmente triste.

No pudo controlarse y se puso a llorar con fuerza en la entrada de Muelle de Loto, deseando porque sus padres de alguna manera mágica volvieran diciendo que habían tenido un inconveniente, pero que ya estaban ahí.

Jiang FengMian lo encontró durante su paseo y se lo llevó al muelle para consolarlo. Wei WuXian con toda la confianza que le tenía al hombre le dijo cuanto extrañaba a sus padres y que quería verlos de nuevo.

Las lágrimas no pararon en ningún momento por lo que no podía evitar llamar la atención de las personas. El líder de Secta Jiang lo abrazó para reconfortarlo.

-A-Xian, naciste con una personalidad muy alegre-habló el hombre acariciando su espalda - ¿acaso está bien que alguien quien nació para sonreír este triste en algún momento?

Wei WuXian negó con la cabeza y Jiang FengMian le dio un golpe en la cabeza para hacerlo reír.

-Así me gusta, anda ve a jugar-le dijo dándole un toque en la espalda para que se fuera corriendo. Wei WuXian dejo ver su expresión de felicidad, tratando de convencerse que así se sentiría mejor en poco tiempo.


Ese era un día especial. Madame Yu iba al entrenamiento de los niños una vez a la semana para ver su desempeño y también evaluar a Jiang Cheng.

Ese día, todos se estresaron bastante por demostrar que estaban desempeñándose a la perfección, pero la perfección no era suficiente para esa mujer.

Wei WuXian seguía sin sentirse del todo bien por lo que mantener esa expresión de "sin problemas" cada vez se le dificultó más.

"Otra vez." Repetía Madame Yu desde el frente para que repitieran el ejercicio hasta que estuviera satisfecha.

En un descuido Wei WuXian movió mal el pie cayendo y finalmente rompiendo a llorar. De inmediato los maestros corrieron a revisarlo, pero al ver que estaba bien solo lo levantaron en su lugar para seguir con la práctica.

Wei WuXian no dejó de llorar, preocupando así a todos los que estaban ahí, pero nadie se movió. No frente a Yu ZiYuan.

-Wei Ying, sal de la fila. -ordenó con molestia y camino al salón principal sabiendo que el niño la estaba siguiendo de cerca.

WangXian - La Melodía Final de ChenqingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora