[BTS] 50 Tipos de Besos

Un beso de despedida (WoongKook)

46.- Prompt: Un beso persistente antes de un largo viaje aparte.

Dedicatoria: SonSerenityOuijiu

Pareja: WoongKook

~*~

–Tengo que irme.

–De acuerdo.

JungKook se estira desperezándose mientras rasca su cabello buscando con la mirada sus cosas, sonriendo levemente cuando encuentra su ropa en el suelo y recuerda la razón de que esté ahí.

–Me ducharé en la agencia, creo que estoy atrasado –dice de forma distraída mientras se levanta–, ¿tienes planeado algo para hoy?

–No.

–Puedes descansar, eso es bueno –asiente comenzando a vestirse, notando entonces como el mayor en vez de imitarlo, simplemente gira en la cama dándole la espalda–. ¿SuWoong? ¿No te vas a levantar?

–Quiero seguir durmiendo.

–Oh, yo... creí que me acompañarías a la puerta como...

–Tengo sueño –lo interrumpe–, puedes salir tu solo, ¿verdad?

–Yo... claro... –asiente un tanto descolocado por el tono de desinterés contrario pero aun así trata de no darle importancia, vistiéndose con lentitud mientras sigue vigilando a la persona inmóvil en la cama–. Esta vez... –murmura de forma distraída–. Visitaremos muchos países, será una gira mucho más larga y... tendremos la oportunidad de conocer muchos lugares nuevos...

El silencio sigue a esas palabras mientras el menor peina con sus propias manos su cabello, tomando entonces las llaves y el celular en el escritorio, haciendo una lista mental de todo lo que llevaba con él para no olvidar algo, ya que de ahí debe ir a la empresa y a partir de entonces, su agenda no se detendrá hasta seis meses como mínimo.

–Creo que tengo todo –menciona una vez palpa sobre los bolsillos de su pantalón–, me voy, hyung.

–Ok...

–SuWoong...

–Cuídate... –susurra encogiéndose más en sí mismo.

El menor mira en silencio al otro por largos segundos y cuando decide que no quiere que su despedida con SuWoong sea de esa manera, se sienta en el borde de la cama para tocar la silueta bajo las mantas.

–¿Puedes despedirte de mí, por favor?

Un nuevo silencio sigue a esas palabras y entonces JungKook se siente herido, porque en seis meses no podrá ver al otro y SuWoong no es capaz de...

–No quiero.

La voz suena débil, ahogada y cuando el menor está por pedir una explicación, un sorpresivo abrazo lo paraliza.

–No quiero despedirme –susurra junto al oído contrario–, porque no quiero que te vayas.

La molestia y decepción en el pecho del menor es rápidamente remplazado por cariño y tristeza, estrechando al otro entre ese abrazo que se vuelve necesitado, asfixiante pero que ninguno de los dos desea terminar, por lo menos hasta que el celular en el bolsillo de JungKook decide interrumpir.

–Debe ser manager hyung... –advierte–. Creo que sí estoy atrasado.

–Lo sé, sé que tienes que irte pero... –acurruca con más insistencia su rostro contra la piel contraria, sintiendo la calidez de esta–. Sólo un segundo más.

–Lo siento... –suspira cuando el primer sollozo flota en el aire, sintiendo como sus propios ojos se van llenando de lágrimas, él había planeado una despedida rápida desde la puerta y sin dejar tiempo a las lágrimas, solo un beso, una sonrisa y ya está, porque odia ver a SuWoong llorar en especial si es por su culpa–. Lo siento...

–Yo lo siento... –niega–. Yo... –se aparta un poco para mirarlo, intentando sonreírle al otro pero sin lograrlo–. Iba sólo a dejarte ir, sin una despedida, sin lágrimas, sólo... dejaría que te fueras pero...

–Pero yo lo arruiné –interrumpe frunciendo su ceño–, lo siento...

–No –vuelve a negar subiendo sus manos al rostro contrario, acariciando con sus pulgares las mejillas del menor que poco a poco se vuelven más cálidas–, está bien, esto es mejor, esto... –se acerca para besar suavemente a quien ahora acaricia su espalda–. Esto es mejor.

Breves y dulces besos se intercambian entre quienes ahora se mantienen en silencio, mientras que el sonido del celular sigue tratando de detenerlos y no es hasta la sexta llamada, que el menor se aparta mirando con culpa al otro.

–Lo siento –reitera–, debo irme.

–Sí, entiendo.

Un nuevo beso de despedida que fortalece el agarre en la cintura del mayor y aumenta las lágrimas comienza, intensificándose mientras que el celular vuelve a sonar.

–Tienes... –suspira SuWoong una vez necesita respirar–. Debes ir...

–Lo sé –responde continuando el beso, consciente de que luego tendrá que dar explicaciones y recibir regaños, pero aun así...; de pronto dos manos se posan en sus hombros separándolo, encontrándose con el rostro del mayor que sigue forzando una sonrisa–. SuWoong...

–Tienes que irte –insiste porque no quiere que JungKook tenga problemas.

–Pero...

–Ningún beso o despedida será suficiente –niega, suavizando su sonrisa cuando nota que el menor finalmente comprende, levantándose para alejarse de él–. Cuídate y no te olvides de regresar, ¿escuchaste?

–Claro que no –responde con una leve sonrisa en sus labios–. Te llamaré todos las noches.

–Y yo te escribiré todos los días.

–Bien...

Un último silencio, una nueva llamada y JungKook resopla volteando para dirigirse hacia la puerta, pero antes de dar un paso siquiera, vuelve a girar acercándose al mayor que enseguida corresponde un nuevo beso y abrazo, mucho más necesitado, mucho más profundo y doloroso, que se extiende hasta que sus pulmones se quedan sin oxígeno y un poco más, porque ninguno quiere apartarse, sólo necesitan unos segundos más.