Capítulo 20

2.9K 132 204
                                    

Notas: Hola! Estoy muy emocionada porque llegamos a la mitad de la historia. Esta primera etapa fue bastante importante para Ace sobre su identidad y ha avanzado muchísimo, pero aún faltan bastantes cosas más.
Algo que quiero decir, por algunos comentarios que recibí, es esto: ACE ES HOMBRE, sin importar el cuerpo que tenga. No lo "tratan como hombre", no es "una mujer que se viste de hombre". Es un hombre y punto. Por lo tanto su relación con Sabo es GAY, porque ambos son hombres, no importa el tipo de genitales que tenga cada uno. Identidad de género, genitalidad y orientación sexual SON COSAS DIFERENTES.
Disculpen si soy un poco intensa con esto, sólo quería dejarlo claro.

________________________________________

Su respiración agitada resonó en sus oídos. No podía cansarse ahora, tenía que resistir y demostrar que podía mantenerse en pie. ¿Cuánto tiempo llevaban con ese combate? No tenía idea, pero Ace no quería rendirse.

Jinbe lo miró con una sonrisa y Ace entrecerró los ojos desafiante. Llevaba un año entrenando con ese hombre y aprendió mucho. Durante sus años más jóvenes, cuando era un niño, se acostumbró a los golpes y a pelear gracias a Garp. El anciano le había enseñado a luchar y defenderse, pero de una forma mucho más bruta y agresiva. Jinbe en cambio tenía otro estilo más ordenado o eso pensaba Ace. Después de todo, era un gran luchador de karate.

Cuando comenzó con su tratamiento hormonal, Ivan le sugirió que hiciera algún tipo de entrenamiento y lo mandó con alguien de confianza. Jinbe era el esposo de Ivan y se asombró mucho cuando lo descubrió. No parecían tener absolutamente nada en común. Mientras que Jinbe era serio y formal, Ivan se mostraba extrovertido y con un glamoroso encanto. Nunca se hubiera imaginado que serían una pareja, pero, al verlos juntos, podía darse cuenta de lo mucho que se querían y lo bien que funcionaban juntos.

Además del karate, Jinbe era un biólogo marino muy reconocido. Ambos eran eminencias en sus campos de estudio. Como instructor era duro, pero no le importó. El desafío de aprender y darse cuenta lo mucho que estaba progresando le motivó a seguir. Fue un gran alivio para sobrellevar el estrés que le generaba el tratamiento.

En el instante en que realmente no pudo más, cayó al suelo sin aire y agotado, pero con una sonrisa. Había sido divertido. Jinbe era un maestro estricto, pero aun así se acercó para tenderle una mano y ayudarlo a levantarse.

—Mejoraste bastante —aseguró Jinbe y Ace sonrió mientras se ponía de pie.

Le dolía el cuerpo y sus músculos latían calientes por el esfuerzo. Sus entrenamientos siempre consistían en ejercicios y al final Jinbe le daba el gusto de practicar con él en un combate.

—¿Soy tu mejor estudiante? —preguntó riéndose.

—Eres el único, así que puedes verlo así.

Era cierto. Jinbe ya no entrenaba personas, se dedicaba enteramente a su profesión de biólogo. Sin embargo, también era dueño de un dojo de artes marciales, pero allí había distintos instructores. Por pedido de Ivan, Jinbe le enseñaba a él particularmente. Sabía que su médico lo hizo porque Ace necesitaría alguien de confianza para animarse a dar ese paso y que estaría algo sensible por todo el tema del tratamiento. A pesar de lo serio que era ese hombre, lo había tratado como un igual y supo contenerlo de una forma que no esperó.

Fueron a tomar agua y se secó un poco el sudor cuando escuchó a alguien que lo llamaba.

—Pero mira quién me encontré aquí —dijo Ivankov acercándose a ellos con una sonrisa y le dio un beso a su marido para saludarlo—. Espero que estés cuidando bien de él, Jinbe.

—Hoy creo que nos excedimos un poco, pero Ace tiene mucha resistencia.

—Por supuesto, cariño. Tiene un niño de 4 años, lo que más tiene este chico es resistencia.

DisforiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora