Durante tres días los hermanos Blackthorn, Roy y Christopher se pasearon por el castillo con apareciencia lúgubre y cuidada. Trataban de mantener el velo de la indiferencia por los asuntos de la reina y seguían al pie de la letra cada una de sus órdenes.
Tiberius se reunía con ella en el gran salón para hablar sobre Liana y los futuros preparativos a la coronación y una boda que se venía encima de ellos. Se escabullia luego hacia los establos donde Christopher lo esperaba y junto a Livia y Roy comentaban cada mínimo detalle buscando en su discurso una grieta por donde meterse. Luego, ambos se perdían en el bosque. Livia asistía a sus clases con regularidad y aun mantenía su postura condecenciente para no alertar a la reina, pero su madre era igual de astuta y había dejado de insistirle sobre cualquier impedimento que ella ponía sobre la mesa. Roy se encargaba de aparentar cordialidad y agradecimiento por la hospitalidad de la corona y continuaba fingiendo que se encontraba allí por una esposa. Por las noches, los tres se escabullian en el cuarto de Tiberius para una ultima revisión de sus anotaciones para formar una nueva estrategia.
Para el cuarto día, Livia se hallaba en los pasillos del castillo con la cabeza metida en el embrollo familiar. Pensaba en que su padre la hubiera elegido a ella como reina, había visto el potencial necesario para poder conquistar un reino y cargarlo sobre sus hombros. Entonces de nuevo el rostro de su madre aparecía y le provocaba dolor ¿Qué había hecho mal para que ella no la viera? ¿Qué es de lo que caricia para que no fuera digna de la responsabilidad? ¿Qué veía en Tiberius que ella no podía darle? Se había esforzado tanto en poder ser elegible que hasta por un momento pensó que se había perdido a ella misma en el proceso, olvidando donde comenzaba Livia y donde las ansias de ser reina. Tuvo que pasar noches en vela y largos martirios para entender que iban de la mano. No podía reirnar sin conocerse a sí misma primero y darle a sus súbditos la seguridad que merecían.
-Livia.- Se volteó para ver a Roy que se encaminaba hacia ella. Tenia una sonrisa en sus labios pero no se veía ni la mitad de confiado que siempre.- Si no vamos a los jardines ahora, perderemos el buen sol.- Él le ofreció su brazo.
Livia tardó una fracción de segundo en entender lo que pasaba. Roy no estaba actuando con naturalidad. Había una ligera tensión en los músculos de sus hombros, su voz sonó rogativa y sus ojos le insistían mientras aguardaba a que tomara su brazo. Su madre les debía estar espiando. Ella rodó sus ojos para fingir aburrimiento y tomó con descuido la parte superior de su extremidad para ser escoltada.
Su corazón latia rápido por la adrenalina. Cada vez que debía tener cuidado en cada paso que tomaba, la rabia la volvía una presa fácil. Su madre lo sabia, y haría lo posible para sacar ese lado de ella para que Livia la enfrentara y su pequeño plan apenas resurgiente se consumiera antes de siquiera ser utilizado. Para ser honesta consigo misma, no había más que retazos pensados en su mente de un accionar que no tenia sentido. No importaba cuanto se esforzara, era claro que la reina estaba un paso por delante de ellos.
Afuera el cielo de la tarde se volvía anaranjado mientras el sol, imponente y brillante, comenzaba a descender. Había una brisa suave que le revolvió los cabellos sueltos que se pegaban a su rostro y su vestido celeste se deslizó sobre el suelo con gracia. Roy seguía manteniendo su postura y había colocado su mano derecha sobre la suya mientras la guiaba hacia los rosedales. El aroma dulce la invadió al instante y una gama de colores los recibió. Roy se detuvo junto a una de las fuentes y acarició el pétalo de una rosa roja con cuidado. Livia miró a su alrededor buscando a alguien, cualquiera que pudiera oírlos si hablaban demasiado claro, pero estaban solos y el castillo a sus espaldas no mostraba signos de espionaje, sin embargo, se obligó a permanecer.
-Ella cree que lo estoy logrando- habló Roy por fin-. Dice que ve como me miras, que le recuerdas a ella con tu padre.
Livia lo miró al perfil. Sus ojos verdes seguían en la rosa y su rostro se veía más calmado ahora. Pensó en sus palabras y temió que pensara que su madre tenía razón.
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El Príncipe de Plata
Fantasyuniverso alterno kitty [Kit Herondale y Ty Blackthorn] Donde Tiberius Blackthorn es el próximo en la linea al trono por ser el varón de los mellizos. A unos meses de su no ansiada coronación, la reina organiza una espléndida fiesta repleta de cortes...