Tiberius había visto la imagen de su madre cambiar a lo largo de su vida. Siempre le había parecido imponente, con el aura de autoridad manteniéndose estática y haciendo vibrar sus pestañas de solo verla. Helena también se había mostrado dulce, amable, y con pequeños gestos que a Ty le habían parecido suficientes para saber que ella le quería por ser su hijo. Pero cuando la vio ingresar con la barbilla en alto, los ojos grises tormentosos y la postura erguida, Tiberius no sintió ni una pizca de lo que había sido. Helena ya no se veía como su madre sino como el enemigo.
Ella caminó hasta él ignorando si la conducta de Tiberius había adquirido otro tono en su ausencia, con Lady Isabelle a sus espaldas, ambas mostrándose como si nada pudiera detenerlas, como si el sol mismo descansase entre sus palmas incapaces de arder. Como si fueran invencibles.
En tres días de su ausencia, Tiberius, Christopher y Liana habían pasado los días enteros armando un plan, uniendo los puntos que fueran necesarios para no dejar huecos. No podían enfrentar a su madre ahora, no sin asegurarse que Livia estaba bien. Y cuando la tuvieran a su lado de nuevo, Ty mataría a Sir Roy y liberaría a su padre y a su reino con él. Aun no estaba seguro de lo que le depararía para aquella mujer que había dado luz a los mellizos, pero de algo estaba seguro, no sería compasivo. Tiberius había aprendido bien de ella.
Durante las noches, Christopher y él se la pasaban susurrando los motivos que aun les quedaban para seguir con vida, como se las arreglarían en su casa de campo a las afueras del castillo y más allá del pueblo, y de las historias que Ty aun mantenía pegadas a la cabeza. Hablaban hasta que sus pestañas de pluma se bañaban en la plata de la luna y la noche se llevaba con ella sus sonrisas despiertas para sumergirlos en profundos sueños de los que Ty despertaría con gritos a causa de las pesadillas. No había parado de tenerlas. Sueños horribles donde su madre vencía, donde incluso ella asesinaba a Livia frente a sus ojos y luego clavaba en la garganta un cuchillo a Christopher como Isabelle lo había hecho con Lady Liana. Pesadillas donde el castillo se volvía penumbras y cada cimiento temblaba hasta desgarrarle la carne y lo único que podía hacer era aspirar el polvo hasta convertirse en él. Sueños atroces donde su padre volvía a morir una y otra vez y Tiberius era siempre incapaz de salvarlo.
Sonrió a medias cuando su madre estuve frente a frente y ella besó ambas mejillas de su hijo hasta acariciarle los hombros. En su mirada se apreciaba la satisfacción de la victoria, el juego de ajedrez lo tenia acorralado y él ya no contaba con ningún movimiento. Solo que Helena no pudo intuir que Tiberius ya no estaba jugando, él estaba batallando.
-Cariño, ¿qué tal estuviste en mi ausencia?
-De maravilla, madre. Liana es una compañía exquisita.
-Oh, bueno, me alegra oírlo. Nos iremos mañana y tal vez ya sea momento de que hables con Lady Isabelle, ¿no crees?
Tiberius miró sobre su hombro a la rubia mujer que esperaba impaciente. Él asintió a su madre y le dio un apretón gentil en la mano solo para seguir pretendiendo. Caminó hasta la madre de Liana y ofreció su brazo.
-¿Me acompañaría a un paseo por los jardines, madam?
-Por supuesto.- Isabelle sonrió complacida, aceptando el brazo que él le ofrecía.- Liana, pasa algo de tiempo de calidad con nuestra invitada.
Tiberius no vio la expresión en ella, pero miró directo a Christopher a los ojos y le hizo una seña con la cabeza para que vaya tras Liana. Se sentía más seguro si ambos estaban juntos, tal vez así su madre no interrogaria demasiado a la muchacha y Christopher no quedaría vagando solo por el castillo esperando quién sabe qué. Tiberius los necesitaba unidos y él estaría bien mientras siguiera teniendo a Lady Isabelle comiendo de la palma de su mano, lo que sospechaba que hacía muy bien.

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El Príncipe de Plata
Fantastikuniverso alterno kitty [Kit Herondale y Ty Blackthorn] Donde Tiberius Blackthorn es el próximo en la linea al trono por ser el varón de los mellizos. A unos meses de su no ansiada coronación, la reina organiza una espléndida fiesta repleta de cortes...