La batalla del Basurero!!!! [Karasuno vs Nekoma] (Yū Nishinoya & tu) .

Especial: Algunos extras.

GRACIAS.

—_______.- me llamaron los 3 chicos de tercero.

—Queremos que asistas a nuestra despedida. - los miro confundida,  no entiendo.

—Como sabes, nos vamos a reunir con los chicos tercer año de Karasuno y Fukurodani.

—Ve con nosotros. - termina la propuesta Kai.

—No puedo. - les sonrio.— es solo para jugadores y managers de tercero.

—cuando vayas en tercero vas a ser la única mánager.

El evento que organizaron los de tercero fue antes de la graduación.
Fue un evento agradable y emotivo.
Me pude despedir de todos mis senpais de manera adecuada.

....

Los tres chicos de  tercero se veían felices.

—Ahora.- grite cuandonse acercaron a nosotros y todo el equipo hicimos una reverencia.

 

—Gracias. - les dijimos todos al mismo tiempo. —Gracias por ser nuestros senpais.

Los chicos nos miran sorprendidos y avergonzados.
Me dolía tanto verlos irse tan rápido, pero era algo que tenía que pasar.

—Ganen.- nos dijeron nuestros senpais.— que los vamos a seguir viendo.

—Ganaremos por ustedes. - dijo Yamamoto con una sonrisa de lado y las lágrimas apunto de salir.

—Cumpliremos nuestra promesa.- dijo Kenma seriamente. ¿Quién diría que ese pequeño gatito iba a ser el capitán ahora?— Aplastaremos a Karasuno en la próxima batalla del Basurero.

Esa va a ser nuestra última oportunidad.

.....

Cuando llegue a mi casa después del entrenamiento no pude evitar entrar a Instagram.
Todas las fotos que encontraba ahí era sobre la graduación de los de tercero.
No sólo de Nekoma.
No solo de Karasuno.
De todas las escuelas que conocí en este año.
Me alegraba ver a todos esos chicos tan felices.

....

El siguiente fin de semana era el momento de que Kuroo se fuera a la universidad.
Le preparé un pequeño pastel de despedida e invité a todos los chicos de Nekoma.
No solo se iba a ir Kuroo, si no también Yaku y Kai.
Todos disfrutamos ese último día juntos como nunca.
Las sonrisas fueron grabadas en nuestras memorias.
Las fotos no pudieron faltar para congelar los pequeños momentos que viviamos en ese momento.
Y las lágrimas... no tardaron mucho para hacerse presente.
Este posiblemente era un adiós.
Un adiós que me rehusaba a aceptar.
Cada quien se fue a su casa con un abrazo de parte de todos, y un amargo sabor en la boca.