6

93K 5K 673
                                    

Luna:

Papá es de los hombres que estaban metidos tanto en el negocio que se les olvida todo lo que hay a su alrededor, es por eso que no me preocupaba en lo más mínimo que el descubriera esto, papá no veía más de lo que sus ojos llegaban a ver, no si no estaba relacionado con el negocio.

Y por esa misma razón acepto que me fuera de viaje con Adonis, muy a parte de que confiar ciegamente en el y de que mamá jamás le dé la contraria, papá no tenía razones para dudar de Adonis, se conocían más de cinco años, su amistad era fuerte y creía ciegamente que Adonis iba a cuidarme como el lo hacía.

Que tan equivocado estaba.

—Dios mío, Adonis..

Arañó su espalda mientras su polla no deja de frotarse en mi interior, me lleva a la luna, como mi mismo nombre lo dice mi cuerpo arde de deseo y estoy tan excitada, más o incluso peor que la primera vez.

Este hombre es increíble y no me aburro de él, me encanta como folla, desde lo hábil que es con las manos hasta su misma polla tan perfecta follanfome sin control.

Grito su nombre y duele, pero puedo soportarlo, sus arremetidas son maravillosas y siento que estoy a punto de desmayarse de tal manera brusca de cogerme, cada vez que tenemos sexo es como si descargara todo conmigo, me coge como si fuera la última vez y esta lejos de serlo, ahora que lo tengo en mis brazos, no voy a dejarlo ir.

Adonis se corre y su cuerpo sudoroso cae sobre el mío.

—Mierda…

Sonrio encantada, completamente satisfecha y con su polla aún dentro de mi.

—Luna, me tienes hipnotizado, dios mío.

Me da un beso apasionado, aún cuando su polla sigue ahí, muevo las caderas y como sonreír su boca.

El se deja caer a mi lado exhausto luego de romper el beso.

—Es perfecto. —Le digo observando nuestra suit, se puede ver le ciudad desde la enorme ventana de nuestra habitación.
Adonis me besa el hombro. —Claro que lo es.

Sonrio.

—¿Lista para mañana?

Abro los ojos.

Adonis sonríe de lado. —Nos reuniremos con los clientes.

—¿Quieres que te acompañe?

—¿Qué dices? Vinimos a que trabajes conmigo ¿No?

Sonrio por ese gesto.

—Gracias, Adonis.

Ojala papá confiara así en mi.

—Gracias a ti por hacer mías días no aburridos.

No hay nada de aburrido en esto.























(*)
























—Usted es la hija de Chirstopher Tramell. —Pronuncia sorprendida aquella mujer, su esposo está igual.

—Si, lo soy

—Es increíble que una jovencita esté tan bien calificada.

Sonrio. —Muchas gracias.

—A ustedes, Adonis.. —Pone los ojos en el. —Me agrada su idea, no había tomado mucho en cuenta la temperatura y me dejé llevar solo por el paisaje creo que la construcción debe realizarse como dice, en la parte oeste, además es una vista igual de hermosa ¿No?

—Si, lo es. —Responde adonis mirándome.

El corazón se me acelera y mis mejillas se sonrojan.

—¿Deberiamos cerrar el trato ahora?

—Si no quiere realizar ningún arreglo más, deberíamos firmar.

—Firmaremos ahora. —Dice su esposo h ella lo apoya.

























(*)





















—Eres mi amuleto de la suerte, pequeña
Le sonrió a ese hombre maravilloso.

—Convenciste a María, solo yo se cuanto me tarde en convencerla de encontrar un lugar perfecto para la construcción.

—Eso quiere decir que no lees bien a las mujeres.

—A ti te leo muy bien.

Me coge el rostro y me acaricia con sus manos.

Adonis me besa, aquí frente a todo el mundo y me encanta que no debamos escondernos, nos damos un beso que hace vibrar todo mi cuerpo.

—¿Qué desea comer, mi pequeña?

—Un restaurante, siempre quise ir a buen restaurante contigo.

Sonríe de lado. —Pues esta noche me encargaré de cumplir tu deseo, Luna.























(*)
























Podría calificar este día como uno de los más maravillosos que he tenido, logramos cerrar un contrato, fuimos a cenar a un perfecto restaurante de lujo, aunque lo realmente maravilloso fue actuar con Adonis sin tener que escondernos.

No me importaba que los demás hablaran o que echaran comentarios de que yo era una oportunista o que el era mi padre, no me molestaba en absoluto , para mi el único problema que existía era mi padre.

Aunque ahora mismo no quiero seguir pensando en el.

Solo quiero disfrutar.

—Adonis… Adonis..

Repito su nombre sin detenerme y acompañado de un gemido, tengo las piernas separadas y las rodillas apoyadas sobre el colchón mientras el me da duro por detrás.

Sexo, sexo.. es sexo duro, del que me gusta y me descontrola, me satisface de manera que no puedo explicar detalladamente.

Solo puedo decir lo perfecto que es.

Tan perfecto como que este pasando.

Me encanta.

Me encanta lo que tenemos Adonis y yo y sin importar lo que se viniera después, jamás me arrepentiría de esto.






















Hola.

Y se vendrán cosas fuertes :(

En la que más de uno odiara a cierto personaje.

Es por eso que este libro es +18.

Seguimos con la historia.

>>Yiemir.

Más allá de una miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora