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Luna: 

—Adonis me contó lo que hiciste. —Pronuncia papá mientras desembarcó mis cosas en la habitación y el está parado en la puerta. —Parece que lo hiciste bien.


¿Solo eso va a decir? La respuesta es clara.


Trago saliva. —Al menos él me tuvo la confianza para poder intervenir en el acuerdo de la construcción.


—No apruebo del todo eso, Adonis se arriesgó..


—Y porque se arriesgó, confió en mí y me dio una oportunidad, logramos que ese trato se cerrara.


Mi padre me observa en silencio.


—¿Ya soy suficiente para ti ahora, padre?. —Pregunto y no me da una respuesta.


El sigue sin querer que trabaje con él.


¿Tan inútil me ve?


Papá da media vuelta para salir de la habitación y antes de hacerlo, se detiene.


Sin mirarme y solo dándome la imagen de su espalda, dice—.Tal vez puedas autorizarte de asistir en algunas reuniones.


Mis labios se separan.


—Solo para escuchar.


No sé ni que decir y él se marcha.




















(*)























Hablando de mi padre es un gran logro que me deje estar presente en la reunión, en este caso hablarán sobre un centro comercial que quiere iniciar un trato de construcción con empresas Tramell, mi padre está frente al proyecto y el, acompañado de dos socios más, mientras los demás escuchamos.


Soy la única mujer aquí y si no fuera porque Adonis está a mi lado, sería realmente incómodo.


Escucho atenta la exposición, pero no controlo mis manos al tener a un hombre como adonis Blackwood a mi lado, llevo mi mano derecha debajo de la mesa y la coloco sobre su rodilla, mi mirada se encuentra con adonis mientras la exposición continúa.


No me aparta la mano, por lo cual continuo, mis dedos viajan hasta llegar a su entrepierna.


Le abro los pantalones haciendo el menos ruido posible y para mi suerte sucede cuando colocan un vídeo representativo de cómo se vería la construcción del centro comercial realizado por empresas Tramell.

 
El vídeo está en su máximo volumen, todos atentos y aunque yo también lo estoy, por debajo de la mesa, ya he liberado su gorda erección de esos bonitos pantalones de vestir, rodeo su polla con mi mano y empiezo con movimientos suaves, el video es largo así que tengo tiempo, Adonis se tensa a mi lado y me separa más las piernas para darme acceso.
Mi interior quema y estoy necesitada de su polla, pero puedo esperar, esto es para él.


Comienzo atomar un ritmo un poco rápido, no tanto para ser evidente , pero ya empecé a masturbarlo.


Acaricio el glande y deslizo mis dedos por su longitud sin detenerme, está muy duro y siento mi boca con ganas de probar de él, paso la saliva y mantengo los movimientos.


Escucho la respiración algo agitada de Adonis y de tanto jalársela, hago que se corra, justo a tiempo cuando termina el vídeo.


Sonrio satisfecha y retiro mi mano, me vuelvo hacia el con una sonrisa, sus ojos llenos de deseo se encuentran con los míos.


—¿Qué les pareció el vídeo, caballeros?. —Pregunta papá, observo al hombre que deseo.


—Perfecto. —Responde Adonis y me mira. —Es perfecto.
Papá luce orgulloso de su proyecto.


La pregunta es cuál.
















(*)






















—Lo que hiciste hoy en la reunión fue ...—Pronuncia Adonis luego de recuperarnos de nuestro encuentro en el hotel.


Me muevo debajo de las sábanas.


—¿Hice algo malo?


—Claro que no, fue caliente y atrevido, aunque algo arriesgado.


—Me excita mucho hacer estas cosas cuando hay público.


Él sonríe. —¿Eso quiere decir que si te invito a mi departamento no te agradará?


Mis ojos se abren.


—Solo los dos, muñeca


—Adonis...


—Me gustaría que preparemos una cena y hablar sobre esto.


¿Hay algo que hablar sobre esto?


Ambos disfrutamos, sin embargo me emociona su habitación.


Adonis cocina muy bien, una cena en su casa cocina por el o por los dos y luego terminar en la cama.


Como lo vea es un excelente plan.


—¿No es arriesgado?


Todos conocen donde vive Adonis Blackwood, si nos ven juntos...


—¿Te excita ese tipo de situaciones no es así?


A dicho una sola frase que me convenza.


Adonis me besa.


—¿Qué respondes, pequeña? . —Me pregunta con una sonrisa. —¿Tenemos una cita romántica?


Le respondo con un beso. —Es una cita, Adonis. 







Un hombre mayor, que cocina y es una bestia en la cama ( ͡° ͜ʖ ͡°) ( ͡° ͜ʖ ͡°)

Diosito, envíame uno así.

>>Yiemir

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>>Yiemir.


Más allá de una miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora