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Luna:

Incomodo es la situación en la que me encuentro ahora, trabajar en el mismo lugar que Adonis.

Con Adonis

Pero si ignoro todo eso y quito esa incomodidad de lado, me gusta este lugar, el señor Michael es diferente a papá, deja que todos aportemos ideas o que participemos, tampoco es que tengamos voto en las decisiones, pero me agrada que nos tome en cuenta.

—El jefe nos invitó a cenar esta noche.. Supongo que esta vez te apuntas. —Me dice Claudia, una de mis compañeras.

—Tiene que. —Se le une Natalia. —No has asistido a ninguna reunión desde que llegaste.. ¿Ya es hora, no?

Si no he asistido es porque precisamente Adonis está presente.

Es increíble que me deje afectar por eso cuando jamás hubiera tomado una decisión así antes, pero ya no soy la misma Luna.

Quisiera evitarlo más tiempo.

Pero ya es hora ¿No?

—Ahí estaré.







(*)








Es una cena tranquila, como si celebráramos el día del trabajo o algo similar, el jefe nos deja pedir lo que deseemos y los tragos no pudieron faltar.

Adonis no deja de mirarme y lo menos que debería hacer es poner los ojos sobre mí.

Mis compañeros en la mesa ofrecen realizar un juego y mientras yo me disculpo para retirarme a los baños.

Me lavo el rostro y me observo en el espejo, cierro el caño y niego con la cabeza.

—Puedes hacerlo..

Me tomo unos minutos antes de salir, todo para encontrarlo afuera de los baños, apoyado sobre la pared, esperándome.

—Pequeña..

El primer día que nos cruzamos rechace hablar con él, igual como lo he estado haciendo todos estos días desde que empecé a trabajar en Enterprise Tylers

Igual como voy a hacer ahora.

—Hablemos, pequeña.

Intento avanzar y el me detiene, su tacto me arde la piel.

—Luna.

No.

Claro que no.

—Tú y yo no tenemos nada de qué hablar, Adonis.

Hago que me suelte y estoy deseando que no me detenga, porque por más enojada que este con el, desagraciadamente mi amor por el no ha hecho más que crecer.

—Pequeña..

—No quiero hablar contigo. —Termino. —Solo déjame tranquila.

Regreso a la mesa y el tarda en seguirme, quizás para evitar sospechas, si algo es sabido en esta nueva empresa a la que trabajo, es que a la pequeña muestra de afecto entre dos trabajadores o que se descubra que mantengan una relación ya formal o no, ambos quedan despedidos.

Más allá de una miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora