Luna:
Trate de distraerme en el trabajo mientras recibía los correo de los clientes, al menos así no pensaba en lo que había dicho mi padre en casa de Adonis.
Pongo la mirada en el café que acaban de colocar sobre mi mesa de trabajo, levanto la mirada de esa firme mano al rostro de la persona delante de mí.
Es Martín, uno de mis compañeros.
—¿Café?
Sostengo el café en mis manos.
—Gracias.
En el poco tiempo que llevo trabajando en construcciones Tramell, es poco usual que alguien se me acerque, hablo de los chicos, por el terror que le tienen a mi padre.
En cuanto a las chicas, solo me llevo bien con Meg, quien se sienta a mi lado y ahora mismo está observándonos con una sonrisa, las demás chicas piensan que estoy aquí solo por ser hija del dueño.
—¿Demasiado trabajo?
Pruebo un sorbo del café, esta amargo.
—Te vez un poco desanimada.
Este no es el motivo, aunque tampoco quiero dar un mal ejemplo y que estoy aquí solo por llevar el apellido Tramell, aunque ya muchos piensen eso.
En primer lugar, ni siquiera estoy trabajando con papá, sino con Adonis y aun cuando papá me ofreció una propia oficina luego de mi gran trabajo en mi viaje con Adonis, lo rechace para trabajar directamente en la oficina donde comparto con muchos más empleados de esta área.
—Es cansancio.
—Tal vez deberías tomar cinco minutos antes de continuar.
Le sonríe.—Lo tomare en cuenta y gracias por el café.
Martin me guiña un ojo y se dirige a su lugar de trabajo, mi mirada tranquila pasa de la suya a la oficina de Adonis.
Acaba de salir acompañado de una mujer de larga cabellera rubia hasta por debajo de la cintura, frunzo el ceño cuando veo que le pone las garras sobre el pecho y él le coge ligeramente la espalda para acompañarla fuera de los pasillos.
Debe ser la nueva socia.
Una mujer, vaya, eso es admirable en esta empresa.
Adonis regresa unos minutos después, va directo a su oficina y a los minutos me llega un correo a mi voz abierto.
"¿Cómo esta el café, Señorita Tramell?"
Adonis Blackwood, Construcciones Tramell.
Alzo mis cejas y pongo la mirada en la oficina de Adonis, esta mirandome desde la ventana abierta.
Suspiro y le escribo una respuesta.
"Detecto celos en este mensaje, Sr. Blackwood, podria preguntar lo mismo de la esbelta rubia que acaba de acompañar a la salida"
Luna Tramell, Construcciones Tramell.
Me muerdo el labio y pongo la mirada en su ventana, puedo ver como Adonis esta escribiendo en su laptop, al poco tiempo, un mensaje llega a mi buzon.
"Es solo una compañera que trabajara con nosotros, no tienes porque estar celosa, Señorita Tramell"
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Más allá de una mirada
Roman d'amourEnamorarte de una mujer 25 años menor que tú tiene sus problemas, pero que sea la hija de tu mejor amigo es mucho peor. Luna Tramell lleva deseando a Adonis Blackwood desde el día que lo conoció la noche del cumpleaños 46 de su padre y digamos que e...