Luna:
—Adonis, no tienes por qué estar nervioso.—Le digo, es inútil, nervioso es poco.
Me rio.
—Solo iremos a almorzar con mi madre.
Mamá quiere tener una conversación con el o al menos eso me dijo y cuando se lo dije a él, Adonis no dejo de estar nervioso.
—¿Cómo me veo?
Me acerco a acomodarle la corbata.—Muy guapo.. pero ¿Por qué muy elegante? Solo es un almuerzo, amor.
—Así se viste uno al conocer a los padres.—El mismo se corrige.—A la madre.
—Eso es cuando no conoces a los padres, madre.—Ahora yo me corrijo, trago saliva.—Ya conoces a mamá.
Adonis toma un respiro.
—Estoy nervioso.
—Lo sé, se nota.
Él sonríe atrapando mis labios.
—Ella no es papá.—Digo rompiendo el beso.—Sabrá escucharte, solo dile...
—Cuanto te amo.—Completa el.—No dejare de decirlo, Pequeña.
Mi corazón se acelera, tengo tanta suerte de que este hombre sea mío.
—También te amo, Adonis.
Mis palabras lo hacen sentir más tranquilo.
—Creo que ahora ya estoy bien.—Me asegura, pero no le creo del todo, sin embargo le doy el apoyo que necesita.
(*)
¿Alguien va a decir algo?
¿Ninguno?
Desde que llegamos no ha habido más que palabras cortas y respuestas igual de cortas, me siento un poco incomoda, pero creo que mamá no sabe ni cómo empezar.
Carraspeo.
—Mamá...
Ahora ella tose un poco y se acomoda sobre la silla.
—Adonis...
Adonis parece un principiante, como si fuera la primera vez que conoce a los padres de su novia, es normal, es demasiado extraño que después de todos los años que se conocen gracias a mi padre, ahora el y yo nos vayamos a casar.
Además la diferencia de edad...
—Admito que jamás imagine en verte en esta situación con mi hija.—Pronuncia Mamá, ella suspira.—Me preocupo por ella y al ser honesta contigo, puedo decirte que no estoy del todo de acuerdo con esta relación.
ESTÁS LEYENDO
Más allá de una mirada
RomanceEnamorarte de una mujer 25 años menor que tú tiene sus problemas, pero que sea la hija de tu mejor amigo es mucho peor. Luna Tramell lleva deseando a Adonis Blackwood desde el día que lo conoció la noche del cumpleaños 46 de su padre y digamos que e...