5. Miedo.

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El miedo es la sensación de angustia más fuerte que el ser humano es capaz de enfrentar; el corazón se acelera, la respiración aumenta, todo producto de una serie de reacciones químicas. El miedo es capaz de provocar dos reacciones: lucha o huida. Cabe destacar que, no todos repodemos del mismo modo, aun así, Yeosang en lugar de innovar, golpeó a su captor con ambas manos a los costados de la cabeza, logrando que retroceda un poco y poder así incorporarse. Él no iba a permitir que se lo lleven a ninguna parte, ignoraba que su contextura se quedaba pequeña incluso para la criatura de menor tamaño.

—¡No iré a ninguna parte con nadie! — dijo enojado parado en medio de la cama, de nuevo su almohada como escudo, lo único que le daba una buena sensación.

—Tienes que... — habló Jongho.

—¿Por qué? yo no pedí contactar con nadie, ustedes llegaron aquí— decía con la mirada en la criatura más grande—... ustedes aparecieron y ahora me quieren llevar por algo que no tiene sentido.

—Le contaste a otro humano sobre nosotros— habló entonces la criatura mayor—. Es demasiado, a lo largo de los años nos han estado avistando, divulgando información falsa sobre nosotros.

—¿Y yo qué culpa tengo?

—Vamos, Zeeta Superior, el otro humano no ha creído nada de lo que dijo...

—Tu no hables, Zeeta Mediano, esto es tu culpa, todo el consejo de Zeeta está enojado por tu partida con la nave de prueba, no solo es eso, sino que has hecho contacto directo con un humano y te has mostrado en su imagen y semejanza ¿acaso quieres una alianza con la raza humana?

—La nave de prueba no funcionan, las luces se prenden solas, solo funciona el escudo de invisibilidad, pero cualquier animal en esta tierra es capaz de vernos, así que toma mis palabras y considera tu castigo, soy un Zeeta mediano, pero puedo llegar a ser como tu o los supremos, no deberían prohibirme las cosas que me prohíben.

—Has una devolución de tu aprendizaje ahora mismo para que sea capaz de reconsiderar tu sanción al llegar a nuestro planeta— le ordenó.

Mientras ellos hablaban, Yeosang se deslizaba por la pared caminando suave sobre el colchón hasta llegar al final de su cama. No comprendía muy bien que decían porque en algunos diálogos las voces se distorsionaban, casi parecía que era un idioma diferente, además, las palabras iban muy rápido. Él creyó en su pequeña cabeza, que sería capaz de engañar a dos seres monstruosos que habían llegado a la tierra con una nave que se podía volver invisible, creía ser capaz de salir de su cuarto y escapar, pero nada era real, todo era producto del miedo, que lo hacía huir lejos, mezclando un poco algunas variantes emocionales.

Sus reflejos fueron tardíos, aunque intentó tomarse del picaporte y de las cosas a su alrededor, no pudo. Veía su habitación desde una altura distinta mientras se alejaba del único sitio que lo hacía sentir seguro. Su boca era amordazada por algo que no podía descifrar, lo sometía al silencio ahogado de sus gritos. Se percató de que se lo estaban llevando contra su voluntad. Ahora ya no quería luchar con golpes y patadas en un enfrentamiento, solo quería huir de aquello que se había enredado a su cintura. La cola de la criatura lo mantenía firme mientras salían por la ventana, los tentáculos en la espalda de este ser serpenteaban histéricos chocándose entre sí, listos para tomar el cuerpo de Yeosang y aprisionarlo firme para dejar libre su enorme y larga cola chocando con todo a su paso como si fuera un látigo. El chico pudo ver su casa y la casa de su mejor amigo mientras subía, envuelto en luces verdes y azules, blancas y amarillas que lo pintaban de pies a cabezas.

Sintió que era el fin, nunca había llorado tanto como en este momento, ya no sería capaz de desfrutar el aroma a rosas del perfume de su madre temprano cada mañana de sábado, cantándole dulcemente que despierte, seguido de la áspera voz de su padre advirtiendo que más tarde pasaría por él para el trabajo en la florería. Tampoco sería capaz de pelear con su hermana, robar la última pieza de pollo y correr desesperado para encerrase a reír y comer como un vikingo. Todo lo cotidiano se hacía lejano conforme seguía subiendo, fue cuando se percató de las nubes a su alrededor que entendió que la oportunidad era esta, no deseaba morir en manos extrañas y creía firmemente que no existía otro destino que la muerte, así que decidió cómo sería.

Luces extrañas [SeongSang][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora