26. Consecuencias.

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El caos alrededor aumentó, por primera vez toda la especie se quedó estupefacta. El Supremo Hongjoong se quedó viendo el cuerpo de ambos Zeeta, pensando en que nada estaba bien, nada podía estar bien luego de este show innecesario.

—¡Agrúpense! — Ordenó. Muchos de ellos se fueron, las naves comenzaron a despegar de las bases para huir a puntos inciertos del espacio— ¡¿Adónde van?! — Gritó— ¡Agrúpense! — replicó.

Algunos decidieron hacer caso, caminando hacia su líder con miedo, con poca estabilidad en los pasos debido a que las colas estaban enredadas en las piernas y los brazos metidos dentro del cuerpo como protección. Sin embargo, el instinto los obligaba a ceder ante él, tenían que desplegar las colas a merced sin importar que pase. Esto no solo era un signo de sumisión, sino también de lealtad y compromiso, y aunque eran pocos los que respondieron al llamado, terminaron siendo los necesarios para atender los problemas que ahora tenían.

— ¿Qué desea que hagamos, Supremo? — se atrevió a hablar el primero en la fila, era de rango Superior, mantenía los ojos viendo hacia un lado, en donde los cuerpos ajenos parecían secarse de a poco.

— Necesito que detengan a todos los que están huyendo. Necesito que al menos cinco de ustedes me acompañen, no importa el rango, ¡hoy todos tendrán la misma tarea! — gruñó un poco, comenzó con una caminata pausada. En este instante más que en cualquier otro, tenía que actuar de una forma en la que todos obtuvieran algún beneficio. Necesitaba a cuanto Zeeta pudiera reclutar, porque a pesar de no saber con lo que se estaba por encontrar, sabía que era de vital importancia mantener un orden en la especie. Esto lo preocupaba, en especial porque el resto del Consejo podría optar por expulsarlo, o tomar alguna decisión que lleve a esta base a un rumbo desconocido. Es por esto que arrastraba la cola sobre la superficie mientras los tentáculos en la espalda zumbaban— Otros cinco se llevarán los cuerpos a las cajas de suspensión, por el momento serán dejados ahí, hay cosas más importantes que atender.

Desde su nacimiento, HongJoong recibió un entrenamiento especial por parte de su padre, uno de los Antiguos. Desde que fue un huevo en su planeta de origen, su destino como líder estuvo pactado. Hubo muchos hermanos antes que él, pero ninguno con las capacidades y habilidades que él demostró al nacer. Esta base lo era todo, fue el obsequio de padre poco antes de morir, él dirigió esto por muchos, muchos años, quizás más de lo que se podían contar, por eso, no es capaz de ver como todo se derrumba, como sus pares Supremos le dan la espalda, como San fue capaz, luego de tanto tiempo, de convertirse en lo que fue. Son las estrellas las que siempre han guiado su camino en este oscuro sitio, y son ellas las que brillan para él ahora, despejando un poco su mente para volver al mando. Ser un líder es complicado, pero él ha encontrado la forma de hacerlo bien, y piensa mantenerse así.

Azotó la cola dando una orden sin palabras, los que decidieron encargarse de los cuerpos de San y Seonghwa, se pusieron en marcha, otro grupo se dispersó hacia la zona de naves y los que quedaron, entre ellos hasta Pequeños, se dirigieron como escoltas respetando la distancia que esa larga cola ponía, derecho a ese lugar que conocía, pero que jamás irrumpió. Él sabía que existían un par de humanos, pero solo eso, sabía que San los había recolectado una vez, pero solo eso. Le había dicho que lo dejara, que no era sano, que los humanos son tan eficientes como el veneno a pesar de alargarles la vida. Siempre recibió buenas respuestas, como si el otro escuchara e hiciera caso, cuando la realidad era diferente.

Al llegar y abrir la puerta usando el largo de su cola, solo se quedó inmóvil ante tanta barbarie, en este sitio había gran cantidad de su alimento, pero subsistiendo en la superficie, seguramente a base de todos esos humanos que veía. Sabía que esas membranas no estaban matando a los humanos, pero si usándolos casi como abono, en una simbiosis, necesitaban de ellos para crecer, por lo que no los podían exterminar. Estas cajas las conocía, fueron alguna vez de los Antiguos, los primeros en descubrir de formas horribles lo que la esencia de los humanos era capaz de hacer en ellos, por eso surgieron tantas prohibiciones, tantas restricciones para aquella parte del espacio iluminada por el sol, todo fue por precaución, pero no todos lo escucharon.

Luces extrañas [SeongSang][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora