6. Caja.

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Allí estaba otra criatura perteneciente a los Zeeta supremos del consejo, caminando como un tigre que estudia a su presa, levemente agazapado, zigzagueando la cola solo en la punta como una serpiente. Sus brazos, al ser más largos, rozaban el piso metálico del salón en el que estaban, amplio y sin ningún tipo de estructura que pudiera generar distracciones o posibles escondites. Esta criatura armonizaba la tensión que los cuerpos de Jongho y Seonghwa experimentaban. Usaba el diálogo que allí se daba para hostigarlos en silencio dando vueltas en círculos a los costados de cada cuerpo, tanteando con sus patas pisar sus colas desplegadas en sumisión.

— Pueden irse. — dijo Hongjoong parado frente a ellos. Ambas criaturas enredaron su cola de nuevo en la pierna derecha y se alejaron del salón metálico.

— ¿Por qué tan rápido? — cuestionó la criatura que los acechaba.

—Porque ya dijeron lo que tenían que decir, si quieres jugar al cazador ve con un Pequeño.

— ¿Pueden romper reglas sin ser castigados? — se acercó a Hong zigzagueando la cola con rapidez.

— El consejo estuvo de acuerdo con esto...

— Dos contra uno.

— Zeeta Supremo San— levantó la cola en lo alto y el otro puso su cola en espiral— Si continúas actuando como un Mediano, serás desplazado del consejo, no puedes cortar la cola de todos solo porque si...

—Pero sus errores fueron graves.

—Aun así, nos brindaron respuestas valiosas, si vuelven a generar un disturbio, yo mismo les cortaré las colas y te las entregaré como trofeos.

—Que se le prohíba el uso de naves no me parece un castigo justo cuando existe la caja...

—¿Crees que la caja es mejor que el uso de las naves? — agitó la cola por el piso y se dio media vuelta hacia los otros Supremos que observaban la charla en silencio.







[...]




El primero en llegar a la nave donde Yeosang dormía fue Jongho, durante su trote, llamó la atención de otros de su especie que se encargaban del mantenimiento de las naves. Tras sus pasos lo seguía Seonghwa, consternado por tener que perder la credibilidad de su rango al cubrir a su compañero inquieto. Ahora tenían un problema muy grande, incapacitados para el uso de cualquier tipo de nave, no sabían cómo abandonar el planeta en el que estaban para devolver al humano a su tierra.

Llegaron casi juntos, ambos se pararon al costado de la caja de cristal a observar al chico en silencio, notaron una mancha que adornaba el final de su ojo y que seguía hasta la parte superior del pómulo escapando hacia un costado del rostro. El chico se veía sereno, atrapado en un sueño profundo. Ambas criaturas se mostraban inquietas, sus colas se meneaban como las de un gato molesto, chocando entre si con cierta saña, se observaron y dieron dos pasos hacia atrás.

—Deshazte de él... — dijo Seonghwa.

—¿Dormido? no me parece correcto...— gruñó Jongho.

—Ya lo han hecho antes, no sería algo nuevo.

—Eran humanos malos, este ni siquiera sabe qué pasa y es toda tu culpa, no debiste traerlo, dije que estaba bien, no es una amenaza—se acercó de nuevo a la caja de cristal y presionó un botón a un lado que permitía la liberación de los encastres de seguridad.

Luces extrañas [SeongSang][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora