ℬ𝒆𝓪𝓾𝓽𝓲𝒇𝓾𝓵

Bajo las mangas.

Sur Corea y Japón lograron calmar al más alto de los tres, aunque enrealidad no supieron que hicieron pero lo hicieron.

Usa ya se había quedado dormido, entre los dos híbridos lo llevaron a su habitación.

— Bien se quedó dormido. — Dijo la nipona con su dulce voz mientras cerraba la puerta procurando de no hacer ruido.

El otro asiático soltó un suspiro para luego tirarse en el sillón.

Japón repitió el mismo acto, su cabeza cayó en el pecho de su amigo.

El coreano empezó a acariciar la cabeza de la chica, está la mano de este para ponerla en su mejilla y dejarlo que la acaricié en esa zona.

La nipona empezó a ronronear, mientras cerraba sus ojos y se sentaba cómo un gato.

El otro sonreía dejando ver sus dos colmillos, se veía tierno con ellos la verdad.

— ¿Qué hacías aquí a estas horas? — Dijo el de ojos color chocolate dejando de acariciar a la nipona, haciendo que está cambiara su expresión a una de aburrimiento.

— Pues no tenía sueño y tampoco tenía nada que hacer así que vine a despertar a Usa. — Soltó la de largas uñas mientras se quedaba mirado a la nada.

S.C asintió sin darle más importancia al asunto, se quedó mirando de reojo a la nipona mientras que estaba empezaba a jugar con su teléfono.

Japón sintió que la estaban mirando así que de reojo vio al otro híbrido observándola, sus miradas chocaron, ambos voltearon a ver a otro lado rápidamente mientras que un sonrojo color durazno se tornaba en las mejillas rechonchas de los dos.

— Y... ¿Cómo vas con Alemania? — Preguntó el de cabello gris mientras empezaba a mirar sus uñas.

— ¿Alemania-sempai? Pues.. no muy bien, pelamos hace días, nos volvimos a recociliar pero no me a dirigido la palabra en ninguna ocasión. — Soltó la de ojos pequeños mientras jugaba con un mechón de su cabello que le llegaba hasta los hombros.

La chica suspiró con melancolía, su pareja se había estado comportando raro últimamente.

El coreano puso una mano en el hombro de su compañera, esta al sentirlo se lanzo a el para darle un fuerte abrazo.

— Aveces pienso que no me ama. — Susurró con una voz quebrada.

El asiático no dejo de abrazar a su amiga, hasta que vio como las mangas largas de la nipona se bajaban y dejaban ver algunas vendas manchadas de un color carmín.

El más alto apartó a la chica con cuidado para luego tomar sus brazos con fuerza.

Japón al sentir cómo el otro hacía presión en sus muñecas lastimadas soltó un quejido e intentó apartarlo.

El amante del K-pop empezó a quitar lentamente el vendaje de la nipona, esta le decía que no lo hiciera en su idioma natal y en voz baja.

Al ya tener sus muñecas descubiertas sus labios empezaron a temblar y sus ojos a cristalizarse.

— Japón tu.. no.. — Dijo el coreano en voz baja.

las antes suaves y hermosas muñecas de la japonesa ahora estaban destrozadas, la sangre aún salía de las grietas, parte de sus manos estaban manchadas con sangre ya seca, pasó sus manos por la palma de la contraria, sus dedos finos ahora estaban morados por la falta de sangre.

S.C levantó la mirada al escuchar los sollozos de su amiga.

Las pupilas del chico se contrajeron al ver cómo una especie de liquido blanco empezo a recorrer debajo del ojo de Japón, era maquillaje.

Dejó a un lado su mano para acercarse al rostro de la muchacha.

Con su pulgar empezó a quitar (o intentar) el maquillaje que llevaba puesto la de falda.

Está estaba diciendo que no lo hiciera, inclusive tomaba la mano del chico para apartarla, pero por obvias razones el era más fuerte.

Al ya quitar un poco de aquel maquillaje, dejo a la vista un moretón.

La asiática empezó a llorar muy fuerte, casi raspando su garganta, negaba con la cabeza, mientras que un "no lo hagas" salía de su boca repetidas veces.

El coreano frunció el ceño para luego soltar a la nipona y levantarse del sillón.

Japón abrió los ojos cómo platos y se levanto también, tomó a su amigo del brazo para que no fuera a aquella casa.

Pero este sola la empujó ocasionando que se caiga al suelo.

S.C ya se había ido, Japón lloró por unos minutos hasta que tomó su teléfono para llamar a aquel hombre que la cuidó como si fuera su padre; China.