Las gotas de agua cayeron en su rostro, soltó un quejido al golpearse la cabeza con el techo de la pequeña casa del perro, ¿Cómo pudo caber ahí tremendo poste-
Un fuerte ruido fuera del jardín, hizo que saliera de la casita y fuera a ver que sucedía.
Terminó encontrándose con su esposa, está se encontraba con maletas en su mano.
Metía una por una al maletero de su auto.
— ¡Filipinas! — Gritó el ruso emocionado, corrió hasta la nombrada y la abrazó, seguido de ésto le dió un beso.
Filipinas lo empujón y lo ignoró por completo.
— ¿Qué es todo esto? — Preguntó el de ushanka.
— ¡Nos vamos! — habló Moscú, pues está decidió ir con su madre.
— ¿A dónde? —
— No te importa a dónde iremos. — Dijo en un tono frió la asiática, mientras subía al auto junto con la provincia.
— Quiero ir con ustedes. — Rusia puso sus manos en el borde de la ventana del auto.
— Ugh, claro que no. — Filipinas encendió el auto, esperó a qué Moscú volviera a subir, ya qué había olvidado algo.
— Soy tu esposo, necesito saber dónde vas a estar. —
— Oh, sobre eso . . — La de cabello castaño miró su mano en la qué tenía puesto el anillo de compromiso, no quería quitárselo, era hermoso, pero no soportaría verlo siempre ahí. Así qué lo tomó y se lo tiró en el pecho al ruso, esté lo levantó antes de qué de perdiera entre el pasto mojado. — . . Éste matrimonio ya no vale nada para mí.
Rusia la miró sorprendido y algo nervioso, vio cómo Moscú se acercó a él y plantó un beso en su mejilla.
Subió rápido al auto y le sonrió a su padre. — Adiós ¡Te quiero! — Exclamó la chica qué llevaba una ushanka al igual que la suya.
Filipinas piso el pedal y salió de ahí rápidamente.
Rusia se quedó viendo cómo el auto se iba yendo hasta parecer un punto en el horizonte.
— No habla enserio . . ¿Cierto? —
(...)
Usa tarareaba una canción al mismo tiempo qué movía sus caderas, cocinaba el desayuno para el y Canadá.
Su hermano se encontraba aún dormido, quería que esto fuera una sorpresa.
Una vez ya había terminado, puso los platos en la mesa y luego se dirigió a la habitación dónde se encontraba Canadá durmiendo.
Abrió la puerta de su habitación, con cuidado de no hacer ruido.
Se escuchaban los ronquidos de su hermano por la habitación. Se adentró a está y se sentó en la cama al lado de Canadá.
Sonrió tiernamente, le gustaba verlo dormir, se veía tan tierno, pero lo tenía que despertar.
— Candy . . Despierta. — Lo movió suavemente, Canadá era de sueño ligero, se despertaba con cualquier ruidito.
— ¿E- Eres un ángel? — Habló aún dormido el canadiense, causando qué Usa soltara una risa acompañada de un sonrojo casi invisible.
— Vamos el desayuno está listo-— El mayor lo tomó de los brazos y lo apegó a él, cómo si fuera un peluche.
— Quiero estar así un rato más. — Soltó el francés cerca del cuello del estadounidense.
— Pero preparé hot cake. —
Canadá se levantó de un brincó y fue corriendo hasta el comedor.
Soltó un grito chillón de la alegría y empezó a dar brincos por doquier.
Su boca se hizo agua al ver la miel de maple a un lado de su plato.
— ¡ESTE ES EL MEJOR DESAYUNO DE MI VIDA! —
Al terminar de comer, cada uno fue a hacer sus cosas, Usa se quedó limpiando un poco la casa, mientras que Canadá fue con su madre a consultar las cosas sobre su viaje.
Usa al fin pudo sentarse, la casa estaba reluciente, se dispuso a descansar un rato, pero su teléfono empezó a sonar. Rodó los ojos con molestia y no tuvo de otra qué levantase para ver quién era.
Al ver que era un número desconocido, respondió la llamada dudoso.
— ¿Hello? —
— Te espero hoy en la tarde, en el restaurante del hotel. —
— ¿Q- Quién eres? —
— Si no vienes, iré yo a buscarte. —
La llamada fue finalizada por parte del número desconocido.
Usa se asustó, ¿Quién podría ser? Aquélla voz nunca la había escuchado.
Tenía qué ir, no quería qué alguien viniera a la casa.
Se puso lo primero que encontró en su armario, estaba muy apurado, tenía miedo.
Salió sin más y fue deprisa a aquél hotel.
(...)
El restaurante estaba vacío, esto le daba mala espina.
Vio que en una mesa había un pequeño papel que decía su nombre, lo tomó y vio algo escrito en la parte de atrás; ¿Me extrañaste?
Fue en ese momento en el que su cuerpo se paralizó, sintió un frío recorrer su espalda, ya sabía quién lo llamó.
Sintió un aire en su nuca, volteó a ver, encontrándose con North Korea.
Éste puso las manos de Usa detras de su espalda y puso su rostro contra la mesa.
— ¿¡TU LLAMASTE A RUSIA!? —
— ¿Q- Qué? —
— NO TE HAGAS EL TONTO, TU PLANEASTE TODO ESTO ¿¡VERDAD!? —
— ¡N- No! ¡Suéltame! —
North Korea lo empujó contra la pared y lo tomó bruscamente de las manos.
Usa miraba al mayor con sus ojitos cristalizados.
— Irás denuevo al hotel esta noche y terminaremos lo qué empezamos. — Habló con una voz intimidante el asiático. — Recuerda Usa, el qué juega con fuego, se puede quemar. —
El mayor tomó con fuerza el cabello rubio del estadounidense, éste soltó un quejido.
North Korea miró a sus guardaespaldas, hizo una seña, a lo qué los hombres vestidos de negro respondieron trajeron una bolsa.
— Quiero verte con ésto puesto. — Le dió la ropa al inglés y sonrió con maldad, tomó las mejillas del estadounidense y le dió un beso algo brusco, tanto qué Usa soltaba quejidos. — No faltes. — Sonrió mostrando sus dientes afilados.
Usa al ser soltado, cayó al suelo, miró cómo el coreano se alejaba de allí, sus ojos se cristalizaron y su pecho subía y bajaba desesperadamente.
Tomó aquélla bolsa y salió corriendo de aquél lugar.
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ℬ𝒆𝓪𝓾𝓽𝓲𝒇𝓾𝓵
FanfictionEdit 27/05/24: POR FAVOR LEER EL PRIMER CAPÍTULO, HAY UN COMUNICADO MUY IMPORTANTE ❝Erᥱs ᥴómo ᥙᥒᥲ rosᥲ; ᥱrᥱs tᥲᥒ hᥱrmoso ყ dᥱᥣιᥴᥲdo.❞ 🔹RusAme/ AmeRus,, 🔹First Fanfic,, 2020