Black Eyes.

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Las horas pasaron y Usa no salió de ese baño, que raro que a Rusia no le dieron ganas de ir.

Rusia con un pequeño clip abrió la cerradura quitando el seguro a la puerta, se encontró a Usa echado en la bañera, al parecer estaba durmiendo.

El invierno era muy frío cómo para estar ahí.

El ruso sin pensarlo una vez más cargo con sumo cuidado al estadounidense y lo llevo a su habitación, lo echó a la cama y lo arropó.

Se echó por un rato a su lado, verlo dormir era satisfactorio, le transmitía paz, sus ojos color carmín solo se centraban en el hermoso rostro del menor, sus pestañas largas, sus cejas bien perfiladas, uno que otro lunar encima de su pómulo, sus pecas que lo hacían ver tierno y sus labios finos y rosados.

Aunque le gustaba más cuando estaba despierto, por qué podía ver sus hermosos ojos oceánicos y escuchar su risa psicópata.

Y también ver su hermoso cuerpo . .

Oh rayos, una erección.

Maldijo en voz baja mientras se sentaba en la cama.

Dirigió su mirada inexpresiva al menor, ni lo pienses Rusia.

Se mordió un labio y juntó sus manos formando un puño, suspiró pesadamente y salió de la habitación cuidando de no hacer ruido.

Entró al baño rápidamente y creo que todos sabemos ya que es lo que hizo ¿No?




(...)




Era temprano, apenas amanecía, Usa despertó al oir como la puerta de la habitación donde estaba se abría.

Se encontró con el ruso, tenía una expresión de cansancio, pero no dejaba de sonreír.

— Buenos días ame'. — Dijo Rusia mientras se tronaba la espalda y el cuello.

— No es un buen día . . — Respondió ame' con un tono depresivo.

Rusia se acercó a el para abrazarlo, no sabía la razón de por que el inglés estaba triste, pero sabía que con un acto de amor se sentiría mejor.

Usa apegó su rostro al pecho del ruso, al escuchar sus latidos entro en paz, automáticamente una sonrisa se dibujo en su rostro y un sonrojo color cereza se tornó en sus pomulos.

En ese momento la Bielorrusa entró a la habitación encontrándose con aquella escena, dijo algo antes de entrar pero nadie la escucho, rodó los ojos y se dispuso a volver por su camino.

Rusia frunció el ceño y empujó levemente al norteamericano, Usa se quedó confundido y algo triste.

— ¿Dónde estuviste toda la noche? — Preguntó con un tono molesto el ruso mayor mientras seguía por detras a su hermana.

— No te importa. — Esa respuesta molestó mas al ruso, tomó del antebrazo a la menor con fuerza está soltó un quejido y sus pupilas se contrajeron, Rusia es muy peligroso si está molestó.

En ese momento entró alguien más y si era Ucrania.

— ¿Tu estuviste con ella? — Preguntó Rusia mientras jalaba del brazo a la de pelo castaño.

Ucrania no respondió parecía estar perdido en sus pensamientos, Rusia soltó el brazo de la más pequeña para luego darle un jalón de oreja.

— R - Rusia me lastimas. —

— Ve a tu cuarto ¡Ahora! —

— ¡No soy una niña, no me puedes dar órdenes! —

— ¡Mientras vivas aquí recibirás mis órdenes! —

— ¡Yo también vivo aquí y no me haces caso! ¿¡Cuando vas a entender que aquel monstruo que está en tu habitación es quién mato a nuestro padre!?—

La pelea paró ya que le ruso no respondió más, Bielorrusia se fue a su recámara con los ojos cristalizados y con uno de sus brazos enrojecido por el fuerte agarre del ruso.

Ucrania miró con enojo a su hermano para luego negar con la cabeza e irse también a su habitación.

— Woah . . Que difícil es ser el hermano mayor. — Usa salió de la habitación y exclamó mientras se apoyaba en el borde de la puerta.

— Usa vámonos. — Rusia se puso su chaqueta, tomó la mano del de 50 estrellas y salió de aquel lugar.

Usa estaba más que asustado, iban demasiado rápido y nisiquiera le dijo a donde irían, su brazo le dolía de lo mucho que el ruso estaba estirando su mano.

América le gritaba al ruso que parara pero este no le hacia caso.

Llegó un punto donde ya no había a donde ir, se perdieron por aquel bosque gigante.

Rusia soltó la mano con fuerza del menor haciéndolo que se cayera al suelo, soltó un quejido al sentir como su codo se raspaba y pinto con un hilo de sangre la nieve blanca.

El ruso se tiró al suelo y empezó a llorar, el menor se asustó por que luego el ruso empezó a patear y golpear a un árbol.

— ¿Ru - Rusia? — Usa se levantó y toco la espalda del más alto, esté volteó a verlo, su expresión era una de frustración, sus ojos estaban rojos por el llanto y su mandíbula apretada daba miedo.

Usa se tiró al suelo al verlo, era cómo ver al soviético en persona.

De alguna una extraña forma los ojos oceánicos del norteamericano se tornaban poco a poco de un color negro y de su boza empezaban a salir sangre y petalos color carmín.

Rusia abrió los ojos cómo platos y se acercó al inglés, esté ya había dejado de toser, pero sus ojos, sus ojos antes azules y llenos de brillo ahora estaban negros y llenos de temor.

ℬ𝒆𝓪𝓾𝓽𝓲𝒇𝓾𝓵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora