La peor mentira de su vida.

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— ¡RUSIA, RUSIA! — Gritó entre el llanto la japonesa mientras corría hasta donde se situaba el ruso.

— Japón, ¿Q- Que sucede? — Preguntó algo nervioso y confundido.

— Es North Korea, ¡N- North Korea! — Vociferó, abrazaba al ruso y éste abrió sus ojos cómo platos.

— ¿¡NORTH KOREA LE ESTÁ HACIENDO ALGO A FILIPINAS!? — Preguntó alarmado, pero se tranquilizó al ver cómo Japón negaba con la cabeza.

— N- North Korea quiere hacerle daño a Usa. —

Las pupilas de Rusia se atrajeron y su rostro se puso pálido, sabía qué Usa era muy indefenso.

— ¿¡DÓNDE ESTÁ!? — Gritó enojado, Japón lo jaló del brazo y lo llevó hasta la habitación dónde se encontraban Usa y North Korea.

Japón miró confundida al ruso, al ver cómo éste se detuvo delante de la puerta.

Rusia, después de tanto tiempo volverá a ver a su ex pareja, y no solo eso, tendrá que defenderlo, esto se volvía complicado.

Apretó su mandíbula y no se hizo esperar más, de un empujón abrió la puerta.

Encontrándose con Usa siendo acorralado por el norcoreano.

Automáticamente se acercó al par y de un empujón hizo que el asiático cayera al suelo.

El inglés se quedó paralizado viendo cómo el eslavo y el coreano se peleaban.

El hermano norcoreano fue empujado contra una mesa, y en está pudo ver un cuchillo de cocina, sin pensarlo lo tomó y se acercó al ruso con éste.

Ambos cayeron en el piso y empezaron a forcejear.

Usa al ver cómo aquélla navaja estaba apunto de llegar al rostro de su amado, reaccionó, tomó un florero qué estaba a su alcance y rompió el vidrio de éste en la cabeza del norcoreano.

Rusia quitó el cuerpo del asiático de encima de él, miró a Usa, éste tenía la mirada perdida y pequeñas lágrimas salían de sus cuencas.

— Lo maté . . — Soltó en un susurro y luego tapó su boca con sus manos, sus piernas temblaban, perdió el equilibrio y se dejó caer apoyándose en la pared.

Rusia fue a revisar los signos vitales del coreano.

— Yo no soy un asesino, y- yo no soy un asesino. .— Repetía una y otra vez en un llanto irritante, su corazón latía con fuerza y se rostro sudaba frío.

— No está muerto, solo está inconsciente. — Habló el de ushanka, para intentar calmar al menor, pero éste seguía llorando.

Japón se asomó a la puerta y le hizo una señal a Usa, era la hora de que Filipinas los viera.

El inglés se levantó y salió corriendo de la habitación, desesperando al ruso, quién dejo el cuerpo de North Korea y salió corriendo detrás de Usa.

— ¡Usa, espera! — Gritó el eslavo, es inglés se quedó quieto y volteó a verlo.

— Rusia-—

— ¿E- Estás bien? ¿Te hizo algo? — Preguntaba el euroasiático mientras tocaba el rostro del menor. Usa se sonrojó al sentir denuevo aquéllos delicados toques.

— E- Estoy bien, pero . . ¿Y si despierta? — Soltó entre sollozos.

— Tranquilo, yo estoy aquí, no te hará nada mientras yo . . Éste aquí. — Usa al oír tales palabras sus manos empezaron a temblar de los nervios, abrazó al ruso y apegó su rostro en el pecho de éste.

Rusia se paralizó al sentir tan cerca de el el cuerpo del de cabellos rubios, se quedó mirándolo por un momento, hasta qué respondió aquél abrazo, acarició suavemente la espalda del norteamericano.

Un aroma delicioso qué provenía de Usa hizo que Rusia sonriera inconscientemente y se sonrojara.

— Filipinas, yo sé que lo dejé por aquí. — Habló la japonesa, intentando hacer que la nombrada la siguiera.

— Japón, rápido, Rusia me está esperando. — Dijo algo nerviosa, pues Rusia se asustaría si no la ve.

— ¿Lo dejaste esperándote junto con Usa? — Preguntó la asiática, aunque sabía que no era cierto.

— ¿Qué? — Japón apuntó a dónde estaban el ruso y el inglés, seguían abrazados y ambos sonreían.

Filipinas quedó paralizada, con las cuencas bien abiertas. Su expresión de sorprendida cambió a una de rabia. Entonces se acercó a paso rápido a dónde estaban aquéllos dos.

— Filipinas cálmate-—

— ¿¡CÓMO QUIERES QUÉ ME CALME SI ESTOY VIENDO CÓMO ESA PERRA SE ROBA A MI ESPOSO!? — Gritó furiosa, su rostro se puso rojo de la ira y sus puños estaban bien apretados.

— yo . . — Japón no pudo terminar su frase, ya qué un sonrojo y un derrame nasal hizo que se quedara en blanco. Filipinas volteó a ver a su esposo, derramó pequeñas lágrimas al ver tal cosa.

Ambos chicos se besaban con lujuria, ninguno de los dos quería soltarse del otro, Rusia tomaba de las mejillas al inglés y éste rodeaba sus brazos por el cuello del de ushanka.

Se separaron por la falta de aire, ambos rieron al notar la desesperación entre los dos, se deseaban y mucho.

Filipinas gritó el nombre de su amado, alarmando a los dos.

Usa se separó del eslavo, al ver cómo la asiática se acercaba a el, un frío recorrió su espalda.

Una de sus mejillas fue marcada con la mano de la filipina

— ¿¡Que te pasa maldita!? — Gritó el estadounidense y le devolvió el golpe a la menor.

— ¡Basta! — El ruso se interpuso entre los dos, enojando aún más a su esposa.

— ¿¡Vas a defender a esta gorda!? —

— ¡No lo llames así, y si lo voy a defender! — El corazón de Filipinas se rompió en mil pedazos, mientras que el de Usa latía al oír las palabras del ruso.

La chica se cabellos castaños y ondulado movió sus labios para decir algo, pero la inmensa tristeza que sentía ahora no la dejaba pensar, así que sólo miró a los ojos de la persona con la que estaba casada y luego salió corriendo de aquél lugar.

— ¡Filipinas!-— Iba ir detrás de su esposa, pero sintió cómo Usa lo detenía.

— ¿Qué está haciendo? ¿No lo ves? ¡Está es nuestra oportunidad de volver a estar junto, Rusia, me acabas de demostrar qué me sigues queriendo. —

Rusia miró los ojos negros del estadounidense, estaba algo confundido,
¿Sigue amando a Usa?

— Perdón Usa, pero debo salvar mi matrimonio, yo . . — Miró los ojos cristalizados del menor, su corazón se ablandó al verlo tan triste.
— . . Yo no te amo, sólo quería acostarme con- contigo.—

Quitó la mano del estadounidense de su brazo y se echó a correr, pequeñas lágrimas salieron de sus cuencas, sentía algo punzante en su pecho, recordar como Usa lo miró al decir tal cosa, lo destruía por dentro. Esa fue la peor mentira de su vida.

Usa cayó al suelo destrozado, su corazón se volvió negro al igual que sus ojos, su respiración era errónea, todo su cuerpo temblaba, sus mejillas se empaparon, estaba pálido, quería vomitar, sentía algo en su estómago.

Su mirada se perdió en los mosaicos del edificio, vio cómo una silueta se acercaba a el, era Japón, era fácil distinguirla por sus orejas y cola, su vista se volvía borrosa y un fuerte dolor de cabeza hacía que sus parpados se cerrarán solos.

Al tener a Japón enfrente vio cómo está gritaba su nombre, se percató qué el rostro de su amiga estaba lleno de moretones.

Hubo un punto dónde ya no pudo más, cerró los ojos y terminó desmayado en los brazos de la japonesa.

Ojalá nunca despierte, ¿De qué le servía vivir si el amor de su vida enrealidad no lo amaba?

No podría estar más humillado.

ℬ𝒆𝓪𝓾𝓽𝓲𝒇𝓾𝓵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora