Huevos y tocino.

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La mañana era fría, la lluvia aún no cesaba, pero ya no era tan fuerte cómo la del día anterior.

Rusia abrió lentamente sus párpados, se había despertado hace poco, pero se volvió a dormir.

El mexicano no se encontraba al lado suyo, lo que lo hizo levantarse, para buscarlo tal vez.

Fue al baño, a hacer sus necesidades y asearse.

Luego bajó hasta la sala, buscando a México y algo para comer.

Pero al entrar a la cocina, se topó con el latino. Éste se encontraba cocinando, mientras tarareaba una canción.

— Buenos días Rusky. — Dijo el más bajo, sin voltear a ver al nombrado, ¿Cómo supo que estaba detrás de él?

— Bu- Buenos días Mex. — Miró a todos lados y luego regresó su vista al mexicano. — ¿Sabes dónde está Usa?

— ¿Uh? Oh, Usa. El salió. —

— ¿Te dijo a dónde fue?

— No, sólo tomó su abrigo y se fue. Oh, y me dejó hacer el desayuno. —

— Oh no, más comida picante no por favor. — Habló el tricolor ruso, poniendo una mueca de desagrado.

—Tranquilo, está vez sólo hice huevos con tocino, es lo qué la gordis desayuna todos los días ¿No? —

—En realidad no. — Musitó el de ojos color carmín.

Una vez la comida ya lista, ambos empezaron a comer. México miraba de reojo al ruso, mientras qué éste usaba su teléfono.

—¿Tienes planes para hoy? — Preguntó el de cabello marrón oscuro. Estaba pensando en invitar a Rusia a salir.

—Uhm... saldré con alguien. — México asintió, algo decepcionado.

El silencio reinó en el comedor, solo se podía escuchar el sonido del teléfono del ruso.

(...)

Filipinas, miraba con angustia aquella prueba de embarazo, parecía qué estaba apunto de llorar.

Moscú por otro lado, estaba muy feliz. Filipinas estaba embarazada, y es obvio qué el hijo es de Rusia, al fin tendrá un hermano o hermana menor.

—Vamos Fili ¡Alegrate! Un hijo es el regalo más preciado qué la vida te puede dar.—Habló con emoción la hija menor del ruso.

—No lo sé Moscú, ¿Qué crees qué vaya a decir tu papá?—

—Él va a estar muy feliz, ¡Pero no tanto cómo yo!— La de ushanka empezó a dar brincos por toda la habitación, estaba tan feliz, siempre había querido tener un hermano o hermana menor.

Filipinas esbozó una sonrisa ladina, mientras veía cómo la menor de cabellos pelirrojos saltaba con emoción.

—¿Cuándo se lo dirás a mi papá?

—Uhm... lo mejor es qué se entere rápido, así qué se lo diré hoy mismo.

—Bien, pero díselo en persona, creo qué será mejor así ¿No? —Recibió un sí cómo respuesta, de parte de la asiática.
—¿Puedo acompañarte? Quiero ver su reacción.—

Filipinas soltó una pequeña risa, al ver lo súper emocionada qué estaba la menor. Respondió con un simple "Está bien" Para luego ser abrazada, delicadamente por la rusa.

(...)

—¡Oh! Casi lo olvido, ¿Quieres acompañarme a casa de Rusia?—Preguntó el de 50 estrellas, a su amiga japonesa.

Ambos se encontraban en la casa del surcoreano. Éste había salido, y Japón se había quedado a cargo de la casa. No esperaba la visita de su amigo, pero le agradaba verlo.

—¿A cual casa? ¿A la qué comparte con sus hermanos o la qué compartía con Filipinas?—

—A la qué compartía con Filipinas.

—Uhm bueno, ¿Pero a qué vas a ir?

—Oh bueno, hace varios días Rusia me dijo qué tenía qué traer algunas cosas de esa casa, pero cómo es un flojo al qué solo le gusta dormir, no fue. —Pausó.— Y bueno, quería ir yo a traer esas cosas.

—Bueno, entonces vamos.— Dijo algo entusiasmada la de orejas y cola de gato, estaba ansiosa por salir de aquélla  casa, no podía estar mucho tiempo dentro de casa, la aburría.

En fin, ambos amigos fueron a aquélla dichosa casa, en el auto de la potencia. Sin sospechar con quién se encontrarían allí.

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Tamo de vuelta uu
Cómo han estado?
Yo del orto aH-
Bueno, solo quería
Decirles feliz hallowen
Aunque en mi país
no se celebra
/cries
Boe, los amo muchote,,
enderezen la espalda ,,
Tomen agua,,
y coman mucha fruta uu,,
Muchos muaqs para todxs♡♡

ℬ𝒆𝓪𝓾𝓽𝓲𝒇𝓾𝓵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora