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No puede estar pasándome esto precisamente ahora. Josuet, Karol. Todo.

Me duele la cabeza, estoy demasiado agotado física y mentalmente. Y tomar un maldito vuelo hasta Inglaterra ha sido desesperante.

Son las seis de la mañana y lo único que puedo ver es a las personas hablar, dar declaraciones y todo lo que sea posible a la policía. Candelaria no deja de gritar asegurando que es culpa de la escuela y Agustín intenta calmarla diciendo que no gana nada poniéndose así.

Pero es que se trata de nuestro hijo.

— Ambos descansen. —sugiere Isaac haciendo que Candelaria se siente a mí lado.— Nosotros nos encargaremos.

— No, de ninguna manera voy a dejar que la policía cierre fronteras y controle aeropuertos. Voy a encontrarlo yo misma.

— Cande...

— ¡Y tú cállate que esto está pasando por tu culpa! —grita fuera de sí.— Sabía que descuidarías totalmente a Josuet por estar detrás de una mujer que evidentemente no te quiere.

— ¡Ya te dije que no metas a Karol en esto!

— Cálmense los dos, lo importante ahora es encontrar a Josuet. Pueden pelear después, no precisamente ahora que necesitan estar juntos por su hijo. —dice Agustín.— Isaac, tú quédate aquí y yo voy a llamar a Jenny para ver cómo van con el tema de Karol.

— Voy contigo.

Él asiente y juntos salimos del internado ubicándonos en una banca. Agustín inmediatamente llama a Jenny y esta contesta poco después.

Su voz está quebrada y me imagino lo peor. Jenny es la única que siempre se niega a llorar de ese grupito. Ella siempre está riéndose de todo el mundo.

Pero esta vez no es así.

— ¿Qué ocurre? —pregunta Agus y ella suspira aclarando su garganta.

— Los papeles son falsos. —explica.— La prueba de ADN fue falsificada por una enfermera de la clínica según lo que explicó la investigadora de la policía. Van a capturarla, hablar con ella y esperan conseguir algo más.

— ¿No les han dicho nada más?

— Sí, que Diego es un cabrón. Un enfermo mental que repudia a las mujeres. Todas las mujer que él ha lastimado tienen rasgos similares a la que un día fue su esposa. No tiene nada personal con Karol. Ella solamente tuvo la mala suerte de encontrarse con él en ese bar. Se conocieron, ella volvió con Ruggero y Diego se sintió traicionado por eso y decidió llevársela al parecer. Esta claro que sólo quiere hacerle daño. Proporcionarle una muerte lenta como lo ha hecho con las demás chicas.

Nervioso tomo mi rostro entre mis manos y Agustín se apura a quitar el alta voz antes de irse lejos de mí a seguir hablando con Jenny. Me duele la cabeza. Tanto que es insoportable.

Sé que Karol es importante para mí, y que con todo lo que acabo de escuchar no voy a poder estar tranquilo. Pero me desespera el no saber nada de mí hijo. Y ahora solo tengo cabeza para pensar en él.

Candelaria sale siendo seguida por Isaac, por su mirada se que no está nada bien. Y mientras habla por teléfono la escucho decir que no le importan sus negocios o compromisos con nadie. Deben centrarse en encontrar a su hijo.

Y eso solo me dice que va a involucrar a los suyos en esto. Y el resultado será desastroso.

Por Dios. ¿Cómo llegamos a esto?

— Mi hijo tiene veinticuatro horas para aparecer, Ruggero. —dice en cuanto cuelga.— Y si no aparece para mañana a esta hora, tú vas a pagar las consecuencias.

3| El verde de sus ojos; Darlo TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora