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Nada de esto tiene sentido. Todo esto es absurdo  y estúpidamente patético. Ni siquiera puedo comprender cómo hemos perdido cada pista.

Hace más de cinco meses hemos estado buscándola, pero siempre perdemos cualquier rastro cuando estamos cerca de encontrarla. Es estúpido insistir en algo que no funciona.

La policía se niega a dejar el caso en el olvido, pues están hablando de un criminal que han buscado durante años. Y de Candelaria ni siquiera quiero hablar. Ella está realmente decidida a vengarse.

Mis días han vuelto a ser los mismos, responsabilidades en la empresa y cuidados respecto a Josuet, y por supuesto, mi salud. Tengo que seguir el tratamiento si quiero que mi anemia mejore.

Es 16 de julio, el cumpleaños de Giovanna. Y aunque ella no quiera celebrar, Pasquale se asegurá de que este cumpleaños sea perfecto para su esposa.

Organizó una cena en su restaurante favorito, sus mejores amigas, a excepción de Karol asistirán. Y aunque me he esmerado por evitar ir, tengo que hacerlo.

— Los libros contables que me pediste ya se los pasé a Eric. —dice Karla mientras acomoda algunas carpetas sobre la mesa.— Tienes una cita con los delegados de Reino Unido pasado mañana. El señor Edwards estará esperándote. Le interesa el trato pero aun no está seguro de ceder el cincuenta por ciento de su terrotorio.

— Lo hará. —aseguro masajeando el puente de mi nariz.— Dile a Jessy que reserve habitaciones, y que se prepare porque saldremos mañana en la mañana. En cuanto a Eric quiero que se reúna conmigo en veinte minutos.

— Si, Ruggero. ¿Necesitas algo más?

— Si, hoy es el cumpleaños de la esposa de mi mejor amigo. Encárgate de encontrarle un regalo.

— De acuerdo. —dice anotándolo en su libreta.— Por cierto, el delegado de Chile necesita que arregles personalmente lo de la distribución del material. Dos de las obras no están saliendo de acuerdo a lo planeado.

— Okey. Encárgate de organizar el viaje para el lunes.

— Es que el martes tienes una cita médica con la doctora Ayla.

— Posponla para cuando volvamos.

— Ya la pospuse dos veces. Y ella aseguró que si no vas tú, ella tendrá que venir por ti.

— Genial. —ironizo frustrado.— Bien, intenta encontrar la manera para que pueda verla en media hora.

— Como digas.

Yo asiento y ella se retira de mi oficina dejando que yo suelte in pesado suspiro. Se siente bien hacerse cargo de todo. Pero aún llevo encima la carga de mi enfermedad.

Tengo que estar yendo a constantes chequeos para no retroceder en el tratamiento. Aún no comprendo el tipo de anemia que tengo, pero sé que llama anemia drepanocítica.

Es un tipo de anemia que dura muchos años, e incluso toda la vida. Pero con tratamientos todo, absolutamente todo estará bien.

Me siento un poco extraño para ser sincero. Hace unos días Karol y yo debimos cumplir un año de novios. Pero pues la vida es tan impredecible.

Me cuesta creer que hace un año estuvimos en la casa de Julieta jugando a que sabíamos perfectamente lo que hacíamos. Cuando evidentemente nunca fue así.

No supimos lo que hicimos. Y he aquí las consecuencias.

Dispersando mis pensamientos me dedico a revisar los planos que presentaremos pasado mañana en Reino Unido. Esa reunión tiene que salir bien si queremos expandirnos hasta esos territorios. La idea es presentarles un proyecto completamente nuevo.

3| El verde de sus ojos; Darlo TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora