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— Vine tan rápido como pude, ¿Qué sucede? —dice Ayla y la obligo a subir al auto.— Despacio, Ruggero.

— No hay tiempo, tenemos que irnos.

— ¿A media noche? Tú si que estás demente.

— Anne volvió, esa mujer está loca. Vamos a volver a Italia ahora mismo. Y tanto tú como Josuet estarán en casa de mis padres.

— ¿Por qué?

— Anne es una jodida enferma. Si su hermana está loca, ella lo es más.

Asiente confundida y yo arranco perdiéndome entre el resto de autos. Lalita y Josuet duermen en la parte de atrás y yo conduzco lo más rápido que puedo.

Deshacerme de Anne fue difícil, discutimos como un par de locos, y cuando ella juró que tomaría medidas contra Ayla y Josuet, supe que todo estaba mal.

— No sé cómo se enteró de esto, pero al menos sé que gracias a ella acabo de comprobar que es Ángela a quien debo buscar. —digo desviándome por una calle.— Lo haré con Agustín e Isaac, no puedes ir esta vez.

— ¿En serio? No tengo miedo, Ruggero.

— Lo sé, Ayla. Pero alguien debe cuidar a mi hijo. ¿Me ayudarás con eso?

— Ayudar es ayudar al fin de cuentas. —dice divertida.— ¿En dónde vamos a quedarnos?

— Por ahora, en casa de mis padres. Y si las cosas se ponen feas en cuanto vea a Ángela, me aseguraré de que Candelaria los mantenga a salvo en un nuevo lugar.

Ella asiente y no pregunta más mientras yo busco el número de Agustín en la pantalla. Necesito que me compruebe que ha solucionado el tema de los vuelos.

No tengo veinticuatro horas enteras para conducir hacia Italia, tenemos que tomar un avión.

En menos de media hora subimos al avión, y en exactamente cinco horas aterrizamos en Roma.

Van a ser las seis de la mañana, y aunque sé que Anne no es tan loca como aparenta, sé que debe estar buscándome. No fui al lugar en donde la cité.

Simplemente estaba distrayéndola del mismo modo en el que ella intentaba distraerme a mí.

— Me siento como en una película de acción. —es lo único que dice Agustín apenas nos detenemos frente a él.— ¿Cómo estás Ayla?

— Mentiría si no diría que estoy ansiosa.

— Lo sé, la vida de mi mejor amigo es todo un drama televisivo. Pero supongo que son defectos de fábrica.

Josuet sube al auto, me despido de él y le aseguro que todo está bien antes de dedicarme a Ayla. Ella solo me sonríe, sé que quiere saber más de lo que le he dicho pero se abstiene de preguntar.

Solo se acerca dándome un fuerte abrazo que correspondo casi de inmediato. Disfruto de su contacto cuanto puedo, y cuando me alejo solo dejo un genuino beso en su frente.

— Cuídate, y no hables de mi con nadie que no conozcas. Menos si es una rubia loca.

— De acuerdo. —dice riendo.— Suerte, Ruggero. Mucha suerte.

Asiento y ella se sube al auto en donde Jenny espera, acabo de notar que ella está aquí.

La saludo con la mano y ella responde sacándome el dedo del medio. Tan tierna la amiga de mi novia.

O ex, o lo que sea que Karol es para mí.

Cuando Jenny emprende camino lejos del aeropuerto yo miro a mi amigo y este suelta un pesado suspiro agitando sus llaves.

3| El verde de sus ojos; Darlo TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora