Capítulo XVI

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Vamos en su automóvil rumbo a la casa de los chicos, aunque debería comenzar a decir que también es mía, ya que vivo ahí y ayudo con los gastos. Como sea, eso no es lo importante.

Después de aquel acto tan glorioso ella se levantó, fue a la ducha, me ofreció ducharme con ella, yo me negué ante mi falta de ropa para poder hacerlo. Ella ahora se ve tan sexy conduciendo, dentro de ese vestido pegado que me deja ver gran parte de sus piernas.

De la nada ella suelta una risita que me provoca hacer lo mismo.

-¿Qué tanto observas?

-Te contemplo. ¿Hay algo que no hagas bien? -ella suelta otra risita-. Eres buena para alentarme, para hacerme sentir mal, para sacarme risas, desaparecer de la faz de la tierra, hacerte la misteriosa para parecer más interesante de lo que ya eres, y eres una maldita experta en el sexo.

Ella no para de sonreír sin dejar de ver hacia enfrente.

-Christoph, eres el mejor en la cama, tengo ganas de hacértelo aquí mismo.

Esto me hace sonreír y sonrojarme. Realmente piensa que soy bueno, lo puedo comprobar por lo rápido que llegó al orgasmo, por mí. Me siento halagado.

-¿Y por qué no lo hacemos llegando a casa?

Ella vuelve a sonreír.

-Porque en estos casos debo ser fuerte para que seas tú quien me busque, quien tenga sed de mí, para que nuestro siguiente encuentro sea mágico.

Yo coloco mi mano en la piel desnuda de su pierna más cercana a mí, y comienzo a acariciarla. Ella simplemente se sonroja. Las pequeñas pecas en sus mejillas, y su rubor natural la hacen adorable.

-Iré a ducharme -digo apenas entro a la casa, dándome cuenta que todos están en la sala de estar. Subo las escaleras frente a la puerta mientras Paul grita.

-Ven aquí, explícanos porqué demonios no llegaste a dormir y la urgencia de ducharte.

-Porque estaba conmigo -responde Natasha entrando a la sala de estar.

A partir de aquí sus voces dejan de escucharse para mí.

Ni siquiera quiero que caiga agua a mi cuerpo, su fragancia está impregnada en mí, ya forma parte de mi ser. Me es imposible que una erección no nazca al recordar todo lo que hicimos, la forma en que me hizo sentir, la sensación de poder que me dio y lo cómodo que pude estar. Ella es increíble.

Al bajar me encuentro con un rico olor proveniente de la cocina. Todos cocinan, incluyendo Natasha.

-¿En qué les puedo ayudar?

-En preparar la mesa -responde Oliver mirándome pícaramente. Yo suelto una risita ante sus miradas.

Todo avanza con regularidad, los cinco nos sentamos para desayunar.

-¿Qué tal el trabajo Ollie? -pregunta Nat. Yo no puedo apartar mis ojos de ella ¿cómo hace para disimular tan bien? La envidio como actriz.

-Todo va normal, yo sólo quiero que llegue el día en el que mi único trabajo sea pasarme horas tocando el bajo y escribiendo canciones.

-Y llegará ese día, sólo ten paciencia -dice sonriéndole-. ¿Qué tal la chica que te gustaba?

-Pronto la pienso traer para preséntala con ustedes, es un encanto, sé que les agradará a todos. No es tan elocuente como tú, es bastante tímida y todos saben que eso me mata en alguien.

-A mí me gusta la elocuencia -digo atrayendo la atención de todos mientras Nat me sonríe y yo sólo la observo.

-¿Necesitas servilletas? No queremos que llenes de baba nuestro desayuno -dice Paul, torpe. Me molesto y ella suelta una risita.

-Yo debo decirles que pronto me iré de aquí -dice Flake-. Jenny y yo hemos decidido comenzar a vivir juntos.

-¡Eso!

-¡Ya era hora, coño!

-Felicidades.

Todos lo felicitamos mientras él sonríe y se sonroja.

-Aunque no sé que van a hacer ellos tres sin ti, Flake -dice Nat mientras nos señala, menos a Christian. Todos nos ofendemos mientras ellos dos ríen.

-Podemos cuidar de nosotros -dice Paul.

-Claro, mientras no intentes salir de tu propia casa sólo porque la policía se aproxima.

Yo suelto una gran carcajada porque viví aquel momento.

-Bueno ya -dice ofendido-. ¿Vas a reírte de mí o vas a decirme que tienen ustedes dos entre manos?

Nos señala a ambos.

-Prefiero que Christoph te responda -Nat me arroja a lo leones.

-Genial ¿Romanova y tú que son?

Todos esperan mi respuesta, incluso aquellos ojos esmeralda, tengo miedo.

-La verdad es que nos gustamos. Si ella quisiera comenzar a ser mi pareja todo sería distinto.

-Me ofendes -dice Nat- creí que era obvio que quiero estar contigo.

-Bien, entonces ya es un hecho -digo con una media sonrisa de victoria.

-Perfecto -menciona de la misma forma.

-A ver, a ver ¿qué pasó? -dice Paul haciendo que la atención de Nat vaya a él-. ¿Se han hecho pareja frente a nosotros?

-Así es -dice ella.

-Eso acaba de pasar -contesto.

-Que espontáneo -dice Oliver.

-Muy moderno -contesta Flake.

-Después me dirás como hiciste para conquistarla, mientras tanto ¡Vivan los novios! -grita Paul en un irritante chillido.

Todos ríen y nos felicitan. Enseguida continuamos comiendo.

-Espera -dice Flake- ¿Y Evi?

Natasha me observa fijamente. Yo olvidaba a la chica que decía amar y por quién habría dado mi vida entera hace seis meses.

-Las cosas han cambiado. Yo no voy a renunciar ahora que me siento bien y que creo haber encontrado a quien me hace feliz.

Nat no está feliz con mi respuesta, sigue neutra, preocupada.

-Espero que sigas pensando lo mismo siempre, Christoph -dice Oliver.

-¿Por qué no lo pensaría? -pregunto comenzando a molestarme.

-¿Qué tal te va con tu conquista, Paul? -pregunta Natasha al ver mi molestia, tratando de desviar la tensión.

-No muy bien -contesta mi amigo- no capta mis indirectas, tengo miedo de arruinar nuestra amistad, yo no me atrevo.

Yo no sabía que Paul estaba detrás de alguien, yo comienzo a indagar más.

Cuando Natasha debe irse para su trabajo, yo la acompaño afuera.

-No seas malo con Ollie -dice ella recargada en la puerta cerrada del copiloto de su auto.

-¿Acaso no viste lo tonto que se portó? -digo molesto.

-¡Hey! Él sólo intenta que estés seguro de tus elecciones, es tu amigo y te quiere. Queremos asegurarnos que haces esto de una forma consciente.

-¿Tú también desconfías de mí? -digo molestándome aún más, su expresión cambia.

Toma mis manos para acercarme a su cuerpo, y las coloca abrazando su cintura. Estamos tan cerca que siento su respiración, ella se abraza a mi cuello.

-Mentiría si te digo que no. Escucha Chris, para todos es una sorpresa que lo de Evi haya pasado, cuando estabas tan aferrado a ella, es extraño, pero ahora estoy contigo. Trato de no pensar mucho en eso, y lo logro cada vez que te siento cerca de mí -yo sonrió, sus ojos están observando los míos, adoro esto y todo lo que me hace sentir-. Esto es cuestión de tiempo, nuestra relación se romperá a se fortalecerá. Igual no quiero ahogarte con preguntas que revelen mi inseguridad ante tus sentimientos, si estás conmigo es por que así lo quieres ¿no?

-Es lo que más he deseado en mi vida.

Ella sonríe y yo me inclino para besarla.

FERNWEH |Christoph Schneider|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora