┌──❀*̥˚──◌─────❀*̥˚ I have a baby, won't do nothing oh! Oh, oh, buy a diamond ring.
You know you shook me, baby You shook me all night long. I know you really, really, did baby. └◌───❀*̥˚ ──◌───❀*̥˚
↬you shook me - led zeppelin
┌──────── ∘°❉°∘ ────────┐
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
└──────── °∘❉∘° ────────┘
━ ✾ ENGLAND, APRIL 1987 ✾ ━
Aquella tarde fría era pintada de grises matices de invierno. El sol estaba cubierto de opacas nubes y del cielo caía una fina llovizna helada. El día perfecto para los fanáticos empedernidos. Un martirio para los corazones tristes.
—¿Ése no es Teo? —preguntó Pixie cuando Chiara estaba por adentrarse al coche.
La francesa desvió la vista hasta donde miraba su amiga, encontrándose con Teo, en ese lugar del colegio que había rentado sin darse cuenta, abrigado por una chamarra color pardo, el frío le pintaba la pálida piel de las mejillas y nariz de un pigmentante color rosa.
Demasiado hermoso para ser realmente amado.
—Aguárdame un momento, Alann —pidió la chica.
—No creo que sea buena idea ir ahora, Chiara —la rubia hizo una mueca, insitándola nuevamente a voltear hasta el chico.
Teo conectó sus ojos con los de ella por un momento, como si le hubiese estado regalando furtivas miraditas y en toda su desgracia ella lo había atrapado. Pero no tardo mucho en voltear nuevamente a la chica junto a él que lo hablaba de algo que posiblemente él no escuchó, pero le regaló una corta sonrisa de cortesía.
Esa linda y chueca sonrisa que Teo solía regalarle a Chiara, era de Malory ahora.
—Estarán esperando a Jimmy —le respondió a su amiga, sin darse cuenta que sólo intentaba hacérselo creer a ella misma.
Pixie escondió las manos dentro de la chaqueta para abrigarlas del frío, al mismo tiempo que con un leve movimiento de cabeza señalaba nuevamente tras Chiara.
Jimmy estaba sentado junto a Poppy en una de las bancas de la plaza frente al colegio. Malory y Teo no estaban esperabando por él.
Chiara sintió como el pecho se le encogía de pánico. Miedo a perderlo, de que viera en Malory lo que posiblemente había dejado de ver en ella.
