Narra Pablo
Las palabras de Marizza activaron mis fantasías sexuales, nos estábamos besando apasionadamente tumbados sobre la toalla, pero había mucha gente para continuar aquí.
-Deberíamos buscar algún sitio más privado.- Le dije mientras me daba suaves besos en el cuello.
-Sí, será lo mejor, Pablo te deseo tanto.
Sus palabras me excitaron tanto la apreté fuerte contra mi cuerpo, para que notara mi erección, ella se sonrojo y metió su mano dentro de mi pantalón, se me iban a salir los ojos de las orbitas, me encantaba la forma tan explosiva que tenia de hacer las cosas con tanta pasión.
Estaba muy caliente, en un momento saco la mano y vi el momento adecuado para irnos a un sitio privado para acabar lo que habíamos empezado, la cogí de la mano sus ojos desprendían pasión como los míos, ella agarro la toalla y la dirigí hacia el coche, buscaría un lugar tranquilo para estar con ella sin nadie alrededor.
-¡Pablo! – Dirigí mi mirada hacia donde había oído mi nombre y era Marcos que estaba junto a Tomas y Guido.
-Chicos que hacéis por aquí.- Les pregunte los tres me miraban a mí y a Marizza que disimuladamente había soltado mi mano.
-Eso mismo te íbamos a preguntar, ¿Qué hacéis juntos? – No sabía que contestar, la verdad como explicar que hacíamos solos en la playa, cuando no nos hablábamos.
-Vamos a la casa de la playa con nuestros padres, y le pedí a Pablo si podíamos hacer una parada. – Resople en silencio porque yo no sabía que decir.
-Es raro verlos sin pelear.- Decía Marcos.
-Yo le decía a Pablo que esta chica es lo máximo.
-Gracias Guidito, la verdad en el fondo Pablo no es mal tipo.
-Ahora que parece que se llevan mejor, porque no pasamos el día todos juntos aquí en la playa.-Sugirió Tomas, a mí no me apetecía la verdad tenía ganas de acabar lo que habíamos empezado.
- Estaría buenísimo pero nos esperan nuestros padres.
-Llamarlos, no creo que les importe.
-Chicos es una pena pero no traje bikini, porque mejor lo dejamos para otro día.
Me encantaba sabía perfectamente que había traído el bikini, había visto como lo guardaba en su bolsa, eso solo podía ser que ella también quería estar conmigo.
-Qué pena, podríamos arreglar para el próximo fin de semana.
-Claro, te parece si lo hablamos el Lunes en clase, Pablo vamos mejor hacia la casa de la playa que nuestros padres nos estarán esperando.
-Sí es verdad, ya nos estarán esperando.
Me despedí de los chicos y fuimos en silencio hacia mi coche, la verdad hubiera sido rarísimo para el día con Marizza y mis amigos, sería que tendría que tratar ahora a Marizza como una amiga, me resultaba raro porque no sabía cómo tratarnos con gente delante, todo era más fácil cuando estábamos a solas.
Subimos al coche, el silencio reinaba en el coche arranque y fuimos hacia la casa de la playa, tardaríamos poco en llegar y no quería seguir en silencio con ella.
-Estas molesta por el encuentro con mis amigos.
-No, fue raro, solo que nos cortaron el royo.
-Sí la verdad, tenía ganas de estar contigo
-Yo también, encontraremos algún momento para estar a solas.
Me sonrió y me dio un suave beso en el cuello.
-La verdad es todo más fácil cuando estamos solos.
-Yo también lo pienso, no sé cómo comportarme contigo cuando hay gente delante.
-¿Qué te parece si intentamos ser amigos?
-Sí me parece que será lo mejor, la verdad no tengo ganas de pelear contigo.
-Yo tampoco, solo quiero besarte.
Aparque el coche en el parking de la urbanización donde teníamos la casa y comencé a besarla, ella subió encima de mí.
-Marizza será mejor que paremos, nos pueden ver.
-Sí, podríamos buscar un lugar donde estar solos.
-Claro, buscaremos donde estar solos.
Salimos del coche, cogimos nuestras cosas y nos dirigimos hacia la casita donde nos esperaban nuestros padres.
Narra Marizza
Entramos al apartamento donde hacia muchísimos años que no venía me vinieron muchos recuerdos de cuando Pablo y yo éramos más pequeños, y entonces se me vino a la cabeza la idea de volver a ser amigos la verdad, me parecía una buena oportunidad de conocerlo más.
-Chicos, porque tardaron tanto.
-Mama, nos encontramos a Marcos, Tomas y Guido.
-¿Sí? ¿Dónde?
-Cuando veníamos de camino, estaba pasando el día en la playa.
-Chicos si queréis ir con los chicos está todo bien.
-Sí no os molesta, la verdad si me apetece ir con los chicos.- Era el mejor plan para poder estar solos y pasar el día como me apetecía, era una buena oportunidad para empezar a conocernos.
-Claro hija, ves con Pablo y los chicos a pasar el día en la playa.
-Pablo, vamos a subir a cambiarnos y buscamos a los chicos.
Pablo me siguió y cuando estábamos fuera de la visión de nuestros padres, le bese y lo metí en uno de los cuartos.
-No entiendo Marizza, porque quieres ir a pasar el día con los chicos.
- Quien te dijo que quiero pasar el día con ellos.
-Entonces donde quieres ir.
-No sé dónde me lleves, me apetece pasar el día contigo, podríamos conocernos, como amigos.
-Me encanta la idea, pero porque no empezamos a conocernos aquí.
Se acercó a mí y nos comenzamos a besar, me empujo contra la puerta y me subí encima de él, poco a poco nos fuimos quitando la ropa, ya solo estábamos en ropa interior, me dirigio hacia la cama, ambos nos mirábamos con pasión y deseo necesitábamos ese momento.
-Pablo, ¿hijo estas bien?
Continuara.....
Esto se quedo muy interesante, ¿Mora los pillara?, ¿Lograran acabar lo que empezaron? ¿ Como acabara el Domingo?
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Del amor al odio #Pablizza
Teen FictionLa historia trata de como dos personas pueden pasar del amor al odio en un solo paso, hablamos de pablo y marizza, dos adolescentes que comparten clase y además sus familias son grandes amigos, aunque ambos no se soportan todo esto cambiará.