Parte 28 La Reconciliación

923 47 17
                                    


Narra Marizza

Marcos estaba en silencio haciendo su parte del trabajo, yo pensaba como empezar la conversación, para que lograra entenderme y ver las cosas desde mi perspectiva, así también que se arreglara con Pablo.

-Marizza, ¿Por qué quisiste hacer conmigo el trabajo?

-Porque quiero que hablemos las cosas, somos amigos.

-Está bien, hablemos, ¿Qué sientes por Pablo?

-Yo... bueno al principio fue solo atracción, pero ahora no lose, Pablo es una persona maravillosa, nunca pensé encontrar en él, una persona tan especial.

-Y no te da miedo sufrir.

-No, porque los dos hemos dejado las cosas claras y estamos en lo mismo no queremos una relación, yo no soy como piensas, no me enamoro, no me gusta eso de depender de otra persona, soy un alma libre.

-Me sorprende lo que me dices, nose pensaba que realmente estabas enamorada de Pablo y por eso habías aceptado las condiciones de nada serio.

-No, los dos las pusimos, yo no estoy enamorada, y por eso quiero que hagas las paces con él, de verdad te lo digo, sé que está mal por ti, le importas mucho.

-Sí, la verdad, tienes razón, no quería que Pablo te hiciera daño, me importas mucho, pero ahora me doy cuenta que ambos sentís lo mismo, aunque no me lo haya dicho sé que él también empieza a tener sentimientos por ti.

-¿Tú crees?, la verdad estoy preocupada por lo de su padre, no quiero que se vaya.

-Sí la verdad Pablo, está bastante mal por eso, pero seguro se librara.

-Ojala, pero bueno disfrutemos del sábado, del día en la playa.

-Sí, tienes razón, gracias de verdad.

Nos dimos un abrazo y seguimos con el trabajo, la verdad me ponía contenta que las cosas con Marcos estuvieran bien, sobre todo por Pablo, haría cualquier cosa por hacerlo feliz, eso me recordaba a lo que debería planear, la manera de que se librara de su padre, la idea loca era que se escapara, pero a donde...

Acabo la clase y pudimos acabar a tiempo el trabajo, ya nos íbamos a casa, me acerque a Pablo para irnos juntos a casa.

-Pablo, podemos hablar.- Le dijo Marcos.

-Sí, claro.

-Pablo, quieres que te espere, para irnos juntos.

-Sí, como quieras, hablo con Marcos y voy.

-Nos vemos luego chicos.

Me despedí de ellos y me fui junto con Manuel a la salida.

-¿Qué tal las cosas con Mía?

-Muy bien la verdad me gusta mucho, estoy pensando en declararme el sábado.

-Me encanta la idea, la verdad sé que le harás bien a Mía.

-Gracias de verdad, eres una muy buena amiga.

Me quede un rato hablando con Mía, pero de nada importante, planeábamos el día en la playa que íbamos a pasar todos juntos, pero no dejaba de ver la puerta de entrada esperando a Pablo, esperaba que al final hubieran arreglado las cosas.

-Marizza, estas bien no paras de mirar la puerta.

-Sí, perdón espero a Pablo, hable con Marcos para que hagan las paces y nada se quedaron hablando.

-Enserio, hiciste eso, que bonito, se nota que te importa.

-Sí, la verdad cualquier cosa que le haga feliz a mí también.

-Ya veras, que se arreglan, míralos.

Me gire y venían Marcos junto con Pablo bromeando y riéndose, la verdad verlo feliz hacia que mi corazón latiera fuerte, se acercaron a nosotras, Marcos se acercó a mí.

-Gracias, está todo bien.- Yo le sonreí como respuesta, se despidió de nosotras y se fue junto con Mía y Manuel, dejándonos a Pablo y a mi solos.

-Eres la mejor persona del mundo.- Me cogió por la cintura dándome vueltas, hasta que al final me acabo besándome.

-Aria cualquier cosa por ti, pero ahora nos queda lo más difícil.

-Shhh no hablemos de eso ahora, solo quiero aprovechar cada momento a tu lado.

Narra Marizza

Mi conversación con Marcos me había hecho muy bien, la verdad al principio me había puesto celoso de verle con Marizza , pero al hablar con Marcos, entendí que todo había sido por ella, quería que nos arregláramos, incluso me pidió perdón, me deseo lo mejor y también me confeso que Marizza lle había confesado de que sentía cosas por mi igual que yo por ella, era tan maravillosa, no quería separarme de ella nunca.

Fuimos al coche juntos tras muchos besos y abrazos, así quería estar siempre con ella, pero llegamos a casa y nos toco separarnos.

-Acuérdate a las 19:00 aquí.

-Sí tranquilo, voy a estar contando los minutos, cualquier cosa te escribo.

-Antes de que te vayas dame un besito.

-Solo uno.

La agarre por la cintura y nos dimos un señor beso, esperaba que fuera lo suficiente hasta que nos volviéramos a ver. Nos despedimos con la mano y cada uno se fue a su casa, la miraba como caminaba, era tan bella y tenía un cuerpo, para cometer todos los pecados habidos y por haber. Entre en casa, y me encontré con mi padre, la verdad lo había estado evitando, pero parecía que mi buena suerte había acabado.

-Pablo, esta noche tenemos cena con los Andrade, para hablar de los últimos detalles, el lunes ya te mudas.

-¿A qué hora será?

-A las 9:30, piensas salir.

-Sí, había quedado con Tomas para acabar un trabajo.

-Bueno está bien, ves, pero ten claro que el lunes ya no estarás aquí.

-Pero, ¿el colegio?

-Tranquilo mañana iré para formalizar el cambio.

-Podría usar la casa de la playa el fin de semana, para despedirme de mis amigos.

-Sí hijo, lo ves haciendo las cosas así, puedes conseguir lo que quieras.

Me subí a mi cuarto, solo me quedaba hacerme a la idea y aprovechar el tiempo que me quedaba para estar con Marizza.

Continuara...........................................

¿Alguna idea loca para que Pablo se quede?

Del amor al odio  #PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora