Sus labios impactaron con los míos con delicadeza, poco a poco abrí mi boca dado paso a su lengua, sus manos tocaba con delicadeza mi cara, me sentía bien pero no era lo mismo que había sentido con Pablo, y fue pensar en él y empezamos a oír un móvil sonar y nos separamos.
-Disculpa.- Me sonrió y saco su móvil del bolsillo y atendió la llamada, yo me sentía más liberada, no me gustaba pensar en Pablo mientras Marcos me besaba tanto tiempo deseando este momento y ahora no sentía satisfacción, me estaba volviendo loca.
-Pablo, ¿Cómo estás?- Oía como Marcos hablaba contento con él parece que ya no solo estaba en mis pensamientos también en la vida real.
-Claro, vente a casa y charlamos.
-Nos vemos en un rato.-Se despidió y corto la llamada.
-Bueno por dónde íbamos.- Se acercó a mí con intención de volver a besarme y yo me aparte.
-Mejor acabemos con los ejercicios.-Le sonreí y nos sentamos de nuevo a acabar con los ejercicios, llevábamos ya un rato y yo buscaba el momento de irme no estaba preparada para enfrentarme a Pablo.
-Te molesto el beso.- Me soltó de repente.
-No, solo que no lo esperaba.
-Me gustas mucho Marizza.- Se acercaba a mi devuelta a besarme, sonó el timbre.
-Mierda, me olvidaba de Pablo, ya vengo.-Salió de la habitación y suspire aliviada no quería que me volviera a besar, al poco tiempo oí pasos debían de ser Marcos y Pablo, estaba muy nerviosa necesitaba una excusa para irme de aquí, lo más rápido posible.
Entro primero Marcos y detrás Pablo que al entrar su mirada se posó en mí y yo en él era raro pero me sonreía y yo a él.
-Hola.- Me dijo con cierta vergüenza.-No sabía que estabas acompañado.
-No pasa nada estábamos con los ejercicios de matemáticas, ya sabes que voy para atrás con esta materia.
-Sí, lose.
Se hizo un silencio en la habitación, yo no apartaba la mirada de los ejercicios, Pablo cogió una silla y se sentó a mi lado, su brazo y el mío se rozaron y sentí un descargar eléctrica que me recorría el cuerpo. Continuamos con la explicación esta vez con Pablo también que cogió unos folios y un boli de Marcos para hacer también los ejercicios, pero él si sabía hacerlos no me había dado nunca cuenta de lo aplicado que era, sin venir una semana lo había entendido a la primera.
-Chicos voy un momento al servicio, ya vengo.
-Sí, yo me voy a ir ya también, es tarde.-No quería estar a solas con Pablo.
-Espera que regrese y te acompaño.- Salió por la puerta, Pablo cogio un trozo de folio escribió algo, lo doblo y me lo dio.
-Toma, no digas nada, léelo luego.-Lo cogí y me lo guarde en el bolsillo y al poco entro Marcos y me levante de la silla con mis cosas.
-Bueno, nos vemos mañana.-Salí de la habitación acompañada de Marcos, esperaba que no intentara besarme de nuevo, adelante yo a despedirme asi salir cuanto antes a leer el dichoso papel.
-Nos vemos mañana, gracias por todo.- Le di dos besos y salí de la casa cuando ya estaba a punto de llegar a casa desdoble el papel de Pablo.
*Mañana antes de clase en el patio trasero*
Solo eso decía su nota, sabía que hablaríamos de aquel beso, pero estaba decepcionada nose que esperaba... Que me dijera que le gustaba, que ilusa era, mañana se acabaría el juego.
Subí a casa, directamente a mi cuarto mis padres estaban en el comedor viendo la tele.
-Ya estoy aquí, voy a mi cuarto
-Vale, cariño.- Me contesto mi madre desde el comedor.
Subí a mi habitación y me tire en mi cama, necesitaba pensar fríamente las cosas para enfrentarme al día siguiente a Pablo. En resumidas cuenta Pablo me había besado el Lunes y Marcos el Jueves, lo único que no quería era hacer daño a Marcos que se hiciera ilusiones por eso no quería que me besara, aunque en parte estas dudas eran a raíz del beso con Pablo porque yo tenía claro que quería ligarme a Marcos que me gustaba, ahora era un mar de dudas, luego estaba Pablo había empezado a despertar sentimientos por él a raíz del señor beso es que nunca había sentido así con ningún chico ni siquiera con Diego con quien perdí mi virginidad estando jodidamente enamorada que me la jugo de la peor manera, nadie lo sabía pero lo había encontrado con otra en la cama.
Diego era más mayor que yo estaba en el primer año de la universidad, un viernes decidí ir a su campus de sorpresa, habíamos estado días sin vernos por sus exámenes pero me moría de ganas de verle, tenía una habitación donde convivía con más compañeros en el campus, donde tantas veces me había escapado y habíamos hecho el amor hasta el amanecer, subí las escaleras hasta su habitación que compartía con un chico muy gracioso que se llamaba Francisco, estaba en la puerta esperando el momento para entrar y empecé a oír unos gemidos, abrid espació y no podía creer lo que veía mi Diego acostándose con una rubia, no pude verle la cara, a él si lo reconocí estaban en su cama donde tantas veces me había dicho que me amaba mientras me hacía suya, tal como entre me fui sin que se dieran cuenta, estaba destruida tanto que en el camino no me di cuenta que estaba Francisco mirándome.
-Marizza, cuanto tiempo sin verte, ¿viniste a ver a Diego?- Fue escuchar su nombre y la rabia se apodero de mi empecé a chillar, Francisco me abraza y rompí a llorar desconsoladamente.
-Tranquila, sea lo que sea pasara, eres más fuerte que nadie.
Entonces hice algo impensable, lo cogí por la camiseta y le bese desesperadamente para mi sorpresa el me siguió el beso, sería que sabría que Diego me engañaba. Nos separamos unos instantes.
-Vamos mejor a un sitio más privado.- Volví a besarle, necesitaba olvidar lo que había visto, Francisco era un chico muy guapo, sé que lo estaba usando pero necesitaba hacerlo.
Me llevo a una parte más escondida del campus, ahí nadie nos podría ver, lo tumbe en el césped y me subí encima de él, era tan satisfactorio sentirte deseada, hacer algo prohibido, le quite la camiseta rápidamente y le me cogió por la cintura cambiando la postura ahora él estaba encima de mí.
-Tienes un preservativo.- Le dije entrecortada entre jadeos, se sacó de su cartera uno y me lo dio.
-Ven vamos mejor ahí dentro.- Señalándome una pequeña habitación.
Lo seguí y entramos donde guardaban el material de gimnasia, cerró la puerta con llave y cuando se dio la vuelta yo ya me había quitado mi camiseta, me acariciaba todo el cuerpo entre besos y jadeos, decidí que ya era el momento me quita la ropa que me quedaba y él hizo lo mismo mientras me miraba con deseo, le puse el preservativo y me acerco a él abrí mis piernas y las enrollé a su cintura empujándome contra la puerta, lo hicimos con mucha pasión nunca pensé que podría sentir una experiencia así, tan increíble tan salvaje me había encantado. Al acabar nos vestimos y salimos de esa habitación.
-Gracias era lo que necesitaba.
-Me ha gustado mucho, aunque sigo sin entender nada.
-A mí me ha encantado, será mejor dejarlo así.- Le di un beso en los labios.
-Marizza, me gustaría repetirlo.
-No estaría mal.-Le sonreí y le di mi teléfono.
A los días Diego me vino a buscar al instituto y le deje delante de todos, Mía me miraba sin saber que decir, nunca le dije los verdaderos motivos de la ruptura con Diego, es más no llore más por él, había sido tan satisfactorio mi encuentro con Francisco que muchas veces pensaba en llamarlo para repetir, pero nunca paso, justo en unos meses hacia un año, desde entonces me jure que ningún hombre me la iba a volver a jugar.
Continuara....
Mañana será el esperado encuentro entre Pablo y Marizza, ¿Que pasara?
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Del amor al odio #Pablizza
Fiksi RemajaLa historia trata de como dos personas pueden pasar del amor al odio en un solo paso, hablamos de pablo y marizza, dos adolescentes que comparten clase y además sus familias son grandes amigos, aunque ambos no se soportan todo esto cambiará.