CAPITULO 9
Ya era sábado, la verdad no tenia nada de ganas de ir a la dichosa cita con Marcos, incluso había planeado posibles escusa, pero seria de cobarde, yo me había acercado a él con intención de tener una cita o único que justo ahora no era el momento.
Anoche vi a Pablo a través de mi ventana antes de acostarme me había vuelto adicta a observalo a escondidas, imaginándome colando me en su dormitorio a escondidas por la noche, había barajado esa posibilidad pero la vergüenza a ser rechazada me podía, tendría que esperar si él también me deseaba, aunque lo que más miedo me daba como decía Mía era engancharme a él, tener la necesidad de estar a su lado, yo no quería una relación solo algo físico era na fuerza de atracción como un campo magnetico, dos polos opuestos que se atraían de la peor forma.
Intente no vestirme de una manera atractiva, quería hacerle ver a Marcos que solo lo veía como un amigo al menos de momento, opte por un vestido sencillo, con mis “Converse”, o me maquille y mi pelo lo deje al aire.
-Marizza, no llegues tarde hoy.
-Sí, mama no te preocupes.
Mi madre parecía ansiosa sería que abría alguna cena familiar, no lo pensé más igual a la noche me enteraría y fui caminando tranquilamente a la plaza donde había quedado con Marcos. Por un momento me acorde de Mía espero que finalmente se lanzara a Manuel, sabia que estaban hechos el uno para el otro y aunque yo no creo en el amor yo se que Mía si, yo nunca me volvería enamorar, no me gustaba la sensación de pertenecerle a otra persona, amaba mi libertad no permitiría que ningún chico me cortara las alas, por eso después de Diego mis supuestas relaciones no duraban, la realidad ningún chico me hacia sentir la necesidad de repetir, por eso les daba largas, me había dado cuenta que no estaba echa para relaciones serias porque no creía en el amor.
Llegue a la plaza y no vi a Marcos por ninguna parte había un grupo de chicos y chicas de mi edad, pero ni rastro de Marcos.
-Marizza.-Reconocí su voz aunque sonaba mejor cuando gemía mi nombre, me puse roja de solo volver a imaginar esa escena, intente aparentar normalidad porque estaba viniendo hacia mi.
-Hola, estaba esperando a Marcos.- Porque me ponía tan nerviosa su presencia.
-Sí, lose me dijo que te avisara si venias antes que él, se va a retrasar unos minutos.
-Ha vale, lo esperare aquí.
-Vente allí con nosotros, así no te quedas sola.-Estuve apunto de rechazar su proposición pero al final acepte y me dirigí junto a él con su grupo de amigos.
-Chicos, ella es Marizza.- Les sonreí aunque me moría de vergüenza parecía un mono de feria, esperaba que pronto llegara Marcos.
-Encantada yo soy Martina.- Una chica morena con ojos verdes se acerco a mí a saludarme aunque no tenia cara de querer ser mi amiga precisamente, se aparto de mi y se fue a sentar en las piernas de Pablo, sería que sabrían de nuestro encuentro, no creo si a Tomas y a Marcos se lo habría negado.
-Por fin conocemos al tormento de Pablo.- Ahí si me dejaron sin palabras me lo había dicho uno de los chicos que le llamaban “café”.
-No entiendo tormento porque.
-Tranquila aquí todos sabemos del odio y lo mal que os lleváis, la verdad admiro tus ideas aveces me dan ganas de gastarle alguna bromita pesada al rubio.
-Si, claro si necesitas ayuda para alguna llamame.- Le dije para seguirle la broma, ahora mismo lo último que quería era hacerle una broma.
-Eso esta hecho, anota mi número.
Me quede un rato hablando con “café” era un chico muy divertido, me hizo pasar un rato muy agradable mientras esperaba a Marcos, Pablo seguía con Martina encima suya, sería su novia si era así paseaba unos bonitos cuernos, aunque Pablo no se mostraba nada cariñosa con ella, igual solo pasaban un buen rato juntos, justo lo que yo deseaba hacer con él.
-Ya estoy aquí.- Marcos llego donde estábamos “café” y yo muertos de risa.
-Hola, cuando quieras nos vamos.
-Encantada de conocerte.- Me despedí de él dándole dos besos y de los demás con la mano y me dirigí junto con Marcos, a la zona de heladerías.
-Te apetece tomar un helado.
-Sí, entramos en esta mismo.
Nos adentramos a na heladería royo americana, preciosa nunca había entrado en una así y me encanto la verdad miraba a todas partes fascinada por la decoración, las camareras iban en patines vestidas con una falda y blusa rosa y blanca como vestían en esa época, decidí probar y tomarme un batido con helado de fresa y Marco se pidió un helado de chocolate.
La camarera nos trajo el pedido y empezamos a tomarnos
-Esta delicioso, me encanta el lugar tenemos que venir otro día con Mía y Pilar.
-Me alegro que te guste, la verdad me encanta tu compañía.-Intentaba tirarme indirectas por lo que aposté, por hacerle ver que solo quería ser su amiga.
-A mí también en estos días te has convertido en un gran amigo.- Al fin lo solté esperaba que ya no intentara nada más la verdad me sentía fatal pero no era buena idea tener algo con Marcos, no podría salir bien.
-Solo un amigo…
-Sí
-Y el beso en mi casa, yo creía que podría aver algo entre nosotros.
- Lo siento Marcos pero ahora mismo no sería buena idea no quiero estropear las cosas, estoy muy agusto contigo.
-Yo también contigo, me gustas mucho, me gustaría poder ser algo más que amigos
-Lo siento de verdad pero ahora mismo solo te puede ofrecer mi amistad.
-¿Es por Pablo?
-No, porque dices eso.- Estaba nerviosa que podría saber él, aunque en él fondo algo de razón tenia no quería tener nada con él, porque Pablo me atraía aparte de que no quería tener una relación sería con Marcos le haría daño, él no era como yo si creía en el amor.
-Por vuestra relación de odio de verdad que no quiero, perder una oportunidad por vuestras tonterías.
-No es por Pablo, de verdad te tengo cariño y es por eso que por el momento seamos amigos ya dira el tiempo, mejor no forzar las cosas.
-Esta bien, es parte tienes razón no quiero perder esta relación ni tu compañía.
-Asi, sera aparte Pablo para mi no es nadie, seremos amigos le pese a quie le pese.
Continuamos la tarde riendonos y hablando de las anécdotas del pasado, claramente en todas estaba Pablo, aveces no entendia porque llegamos a odiarnos tanto y como ese odio habia desaparecido con solo un beso, igual podría recuperar esa amistad qe teniamos cuando eramos más pequeños, seria dificil, y más en la forma en que lo veia con los anteriores chicos cuando se daban cuenta de que no queria nada seria acaban dejandome, no pude conservar ninguna amistad ninguno estaba dispuesto a tener una amistad conmigo y no lo entendia cuando me habia mostrado tan intimamente, parecia que solo me qerian para ellos exclusividad pero yo no queria una relación asi buscaba un amigo con el cual poder compartir la cama de vez en cuando,tampoco era algo tan dificil miles de chicos usaban a las chicas para una noche y no era malo pero que una mujer quisiera hacer lo mismo parecia una barbaridad, por eso habia tardado tanto en contarle a Mía lo de Francisco me daba pavor penar que ella se pudiera avergonzar de mí.
Narra Pablo
Despues de mucho pensarlo decidi bajar a la plaza con los chicos a pasar la tarde, en la noche habia una cena en casa y no tenia ganas de continuar pensando en que haria con Marizza, no queria que ella jugara con Marcos, estabamos charlando animdamente, como siempre “Café” cotando sus chistes malos, Martina no paraba de hacercarse a mí, queria repetir lo de haces 3 semanas, estando borracho me acoste con ella, me sentia mal porque era mi amiga y yo no queria nada con ella, acabaria haciendole daño yo no creia en el amor nunca sentiria lo mismo que ella.
Sono mi telefono
-Marcos, dime que pasa
-Sí, estoy aquí en la plaza.
-Vale, la esperare.
-Tranquilo yo le digo que te retrasas.
-Sí te prometo que no peleare con ella.
Genial iba a ver a Marizza, y pensando en ella la vi llegar a la plaza, la llame por su nombre se me hizo tan raro y eso me recordo a nuestro encuentro y cuando le dije que estaba apunto de correrme, llegue hasta ella que tenia las mejillas coloraas, seria que ella tambien estaba pensando lo mismo.
Finalmente al darle el recado de Marcos le ofreci venirse con nosotros a esperarlo, a pesar de que no estaba muy convencida al final accedio a venirse.
Martina la miraba de una manera rara, sería porque todos sabian de mis peleas con Marizza, se veian ta lejanas, era lo último que me apetecia ahora mismo solo queria volver a ese cuarto ella y yo solos sin ruidos y poder entregarnos a la pasión, Sali de mis pensamientos al oir su risa ella y “café” parecian pasarselo bien, la verdad me dio envidia queria conocerla de todas las formas posibles, siempre teniendo en centa que no queria una relación podriamos ser amigos con derecho a roce.
Llego Marcos y se fueron juntos a la zona de las heladerias, Marcos justo ese era el problema no queria que le hiziera daño y despues de lo que habia pasado entre nosotros sabia que lla no seria una buena novia para él, no parecia buscar una relación en cambio el estaba loco por tener algo serio con ella.
-Rubio nose como has podido pelear tanto con una chica así, a parte de que es supe divertida esta jodidamente buenisima.
-Sí, nose cosas de la vida.
La verdad yo ahora mismo tambien lo pensaba, habia conocido otra parte de ella de la que estaba enganchado, queria dejarme llevar por mis instintos todo me acercaba a ella, la veia con otros ojos puro fuego me despendría al verla, una y otra vez en mi mente se repetia la escena del cuarto de materiales, deseaba poder llegar al final, necesitaba como un loco tener a Marrizza Andrade en mi cama aunque muy en el fondo sabia que ella colgaba un cartel qe decía PELIGRO, podría ser adictiva y acabar perdidamente enganchado a ella eso sería mi fin.
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Del amor al odio #Pablizza
Novela JuvenilLa historia trata de como dos personas pueden pasar del amor al odio en un solo paso, hablamos de pablo y marizza, dos adolescentes que comparten clase y además sus familias son grandes amigos, aunque ambos no se soportan todo esto cambiará.