Del amor al odio #Pablizza

Parte 8 El cuarto de materiales

Me costó muchísimo, pensado en mí encuentro pasional con Francisco, sería que él le habría contado a Diego lo que paso entre nosotros, Diego nunca más volvió a buscarme creo que le deje claro que no quería continuar con él. La verdad pensar en eso me distrajo bastante del encuentro que tendría con Pablo.

Me desperté más temprano de lo normal para no encontrarme a Pablo en el camino, prefería encontrarnos directamente en el patio trasero, no le había contado a Mía prefería que lo hiciéramos en persona, después de que todo pasara, estaba decidida ni Pablo ni ningún hombre iba a jugar conmigo. Eran las 7:00 de la mañana cuando salí de casa las clases comenzaban a las 8:00 y la verdad no quería que nadie nos viera hablando a solas, en 15 minutos estaba esperando a Pablo en el patio trasero, sentada al lado de la puerta del cuarto de materiales.

Me estaba poniendo nerviosa, no sabía a que hora llegaría Pablo, espero que no pensara que nos perdiéramos una clase, deje mi mochila al lado mío y saque mis cascos para escuchar música. Entonces apareció Pablo, no estaba preparada porque lo miraba como tonta no podía entenderlo.

-Hola, ¿Llevas mucho tiempo esperando?

-No he llegado hace poco.- Me levante para ponerme a su altura, no sabía que decirle.

-Esto Marizza, yo quería hablar de lo que paso el Lunes.

-Sí, yo también la verdad, me extraño que no vinieras el martes.

-Ya, es que mi padre me llevo con él fuera de la ciudad a reuniones de negocios.

Nos quedamos en silencio mirándonos, sus ojos eran adictivos nunca lo había tenido tan cerca, él también miraba los míos, tenía ganas de besarle, seguí mis intentos acorte la distancia que nos separaba y le bese, Pablo enseguida abrió su boca yo me enrosque a su cuello y el me cogía por la cintura aplastando mi cuerpo contra el suyo, deje de pensar solo quería dejarme llevar por mis instintos más primarios, el beso cada vez se intensificaba más y yo quería más de él, nos separamos por falta de aire y empezó a darme suaves beso en mi cuello mientras yo hacía lo mismo en su oreja, sentí como un gemido salía de su boca eso me había excitado muchísimo, entonces lo empuje contra la puerta de los materiales, volvimos a besarnos, cada vez más excitados notaba que Pablo tenía una gran erección.

-Entremos dentro mejor.- Le susurre en un momento para adentrarnos al cuarto de materiales, una vez ahí ya me solté un poco más y él también, nos atrevimos a acariciar el cuerpo del otro, yo palpaba sus músculos, mientras él me levantaba mi camiseta para poder acariciar mis pechos, estaba tan excitada quería sentirlo dentro de mí. Me atreví a meter mi mano dentro de su pantalón para palpar su erección, empecé a masajearla con delicadeza mientras Pablo ponía los ojos en blanco por el placer que le producía y jadeaba, era tan placentero escuchar sus gemidos.

-Marizza como sigas así me voy a acabar corriendo.- Dijo entre jadeos era jodidamente sexi sentirlo a mis pies.

Saque la mano porque no quería que acabara así, nos seguíamos besando de un momento a otro me apretó fuerte contra él y esta vez fue el quien introdujo su mano en mis pantalones yo gemía de placer, estaba disfrutando como nunca de esta sensación.

De repente oímos un ruido fuera, paramos de besarnos, quedándonos frente a frente en silencio intentando identificar de donde procedía, entonces mire mi reloj.

-Mierda, ya han empezado las clases.- Exactamente ya eran las 08:10, por lo que los ruidos serian de la clase de gimnasia de primera hora.

Cogimos nuestras camisetas y nos la pusimos, estaba aún excitada y enfadada, no quería que acabara así, cogimos nuestras mochilas y nos adentramos más en el cuarto por si entraban a por material, no sería muy aconsejable que alguien nos encontrara aquí.