Hustler;;Nomin

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꧁-𝙅𝙚𝙣𝙤-꧂

Sentí un olor a hospital cuando recuperé mis sentidos de a poco y como sentí un vacío, presión y ardor en mi estómago. Debía de admitir que no recordaba nada de lo que había pasado y entre eso, no sabía cómo había llegado a ese lugar con olor a alcohol, limpio y quirúrgico, que deduje que era un hospital.
Tampoco recordaba cómo es que había terminado con una mascarilla de oxígeno en mi boca y con vías intravenosas en mis brazos y estómago, sacándome los residuos de mi cuerpo y dándome suero con medicamentos, para calmar lo que pasaba o pasó en mi cuerpo.

Moví un poco más mi cabeza y me encontré con Yukhei mirándome con desaprobación y con molestia, a su lado estaba Renjun y con él con una mirada triste y llena de rabia, con ganas de gritarme y reprocharme el error que acaba de hacer y había cometido. Vi que en la puerta estaban Mark y el bailarín nuevo, ambos mirándome sin entender cómo es que podía abrir mis ojos y estar vivo (o al menos eso es lo que creía que pensaban).

-Váyanse, necesito hablar con él.

Oí decir a Yukhei, mientras ponía sus brazos en torno a su tórax, auto abrazándose a sí mismo. Vi como el resto de personas que estaban en la habitación le hacían caso y se retiraban de allí, sin antes mírame con lastima y con piedad de lo que podía llegar a pasar allí mientras ellos no estaban -y yo odiaba que me miraran con lástima y de esa forma-. Cuando la habitación al fin estuvo vacía, le vi acercarse hacia los pies de la camilla y como sacaba el portafolios que colgaba de allí, con lo que suponía que era mi historial clínico y con las razones de por qué estaba allí en cama. Vi cómo lo miraba con ironía y negando con su cabeza, mientras tenía una falsa sonrisa en sus labios y como luego me miraba fijamente y negaba sucesivamente con su cabeza otra vez, para así comenzar a leer en voz alta:

-Nombre de paciente, Lee Jeno. Edad, 25 años. Razón de ingreso -hizo una pausa de su lectura para luego volver a mirarme, dándome una mirada de desilusión y respirar pesadamente-, coma etílico y exceso de drogas en la sangre. -Recalcó sus palabras y leyó hasta, y tirarme el historial clínico sin cuidado alguno-. ¡¿En qué mierda estabas pensando?! -Me gritó y yo solo negué, mientras tragaba lentamente y le miraba asustado. Debido a que jamás le había visto así de molesto en todo el tiempo que le llevaba conociendo-. ¡Habla Jeno, por la mierda!

Volvió a gritar y yo solo negué otra vez con mi cabeza e intenté sacarme la mascarilla de oxígeno para hablar, para poder responderle lo poco que sabía de mi estado en esos momentos y para contarle cómo había empezado todo realmente y que no era como él creía, pese a que mis palabras sean lo que él realmente estaba pensando en esos momentos.

-Y-Yo... yo solo deje las drogas y el me provoco con sus palabras. Y sé que me dijiste que no debía de ceder, pero me conoces y sabes como soy -le expliqué a duras penas y el solo me lanzó una caja de medicamentos como respuesta-. Entre a esa fiesta con la intención de armar un desastre allí dentro, un espectáculo que le mostrara que yo era más que él, que sabía más cosas de ese mundo que él... Pero lo único que conseguí fue esto -terminé de explicar y le miré con piedad, pero él en cambio solo me miró con sospecha-. Sé que estuvo mal y que ahora estoy como estoy, pero créeme, no recuerdo nada más de lo que sucedió y tampoco pensé que iba sobrevivir.

Terminé de decir y él solo volvió a mirarme con desaprobación y negando nuevamente con su cabeza. Comenzando a acercarse hacia mí y colocar sus manos en mi garganta ahorcándome con ellas, mientras seguía con esa miraba en sus ojos y demostrándome la rabia que él sentía en esos momentos por mi culpa. Haciendome entender de forma bruta como era que realmente la había cagado y que no importaban cuantas veces dijera que no recordaba las cosas y que no pensaba que iba a terminar así; él de igual forma me haba a tratar así, como estaba ahora. Sentí como ya no había aire en mis pulmones y como sentía que mis ojos se aguaban y expulsaban las lágrimas que habían acomulando por si solos. Le miré con temor y con la intención de que me soltara, porque ahora el podría acabar con mi vida en esos momentos, pero en cambio él solo me seguía mirando con rabia y negando con sus cabeza.