꧁-𝙅𝙖𝙚𝙢𝙞𝙣-꧂
Allí estaba yo, con ese hombre que suponía ser el mejor amigo de mi novio. Frente a mí, con una sonrisa ladina en sus labios y una copa con vino en su mano derecha moviéndola a sentido del reloj. Mientras me miraba fijamente y esperaba a que yo hablara, cosa que yo no podía hacer, ¿la razón? Porque ni yo sabía cómo es que había sido tan estúpido al recurrir donde el. Mire el traje que llevaba puesto y como solo era capaz de sentirme culpable luego de haber creído que podría mejorar y volver a ser lo que era con Jeno. Pero estaba equivocado y esta situación era una prueba de ello, porque le había dejado y había recurrido donde su mejor amigo a que me diera drogas para calmar mi ansiedad y salir de este mundo que me estaba carcomiendo lentamente. Vi a ese hombre nuevamente y como ahora estaba de pie, buscando algo en el mueble que estaba detrás de él y como se volvía a sentar frente a mí, mostrándome ese sobre transparente con pastillas en su interior.
-¿Para esto me llamaste, no?
Me preguntó aún con esa sonrisa en sus labios, moviendo ese sobre con sus dedos y yo solo fui capaz de tragar toda la saliva que había en mi boca y pensar dos o más veces lo que saldría por mis labios. Intentando convencerme que hacer lo que quería hacer era malo y que lo mejor sería volver a casa y estar con Jeno, abrazados y pasando la noche recordando cada uno de los momentos que pasamos juntos. Pero ese sobre frente a mi se seguía moviendo y emitía pequeños ruidos al rozar. Subí mi mirada hacia Mark quien seguía con esa maldita sonrisa en sus labios y ahora hacía un gesto de "ven" con sus dedos, aún moviendo esas malditas pastillas que mi cuerpo tanto quería.
«Jaemin ten fuerza de voluntad. Tú sólo puedes ser tu salida de esto. Na Jaemin, por favor hazlo por ti... Jaemin... Resiste...». Me suplicaba mentalmente, mientras miraba esa bolsa y a mi boca se llenaba de saliva, siéndome imposible seguir tragándola.
-Nana -me llamó por el apodo que Jeno solía llamarme, poniéndose de pie y caminar lentamente hacia mí, colocando esa bolsa en el bolsillo de su camisa negra-. ¿Para que me llamaste si ahora no la quieres? -me preguntó, colocándose a mi altura y estar a pocos centímetros de mi rostro, haciéndome sentir su gélido aliento al hablar.
-No sé porque lo hice -le respondí y él solo fue capaz de reír y sujetar mi cabeza entre sus ásperas manos.
-Yo se porque lo hiciste y es porque soy la única persona en la que confías para obtener esas pastillas que tanto te gustan y te sacan de tus problemas. Yo soy tu paraíso y a la vez tu perdición... ¿o me equivocó? -me volvió a preguntar y yo solo trague duro, apartando mi mirada de la de él-. Respóndeme...
Exigió y yo solo seguí mirando hacia otro lugar, mientras él presionaba mi mandíbula cada vez con fuerza y mis ojos se llenaban de lágrimas del dolor y por la situación, por cómo todo había empezado tan bien y ahora estaba débil frente a la persona que me estaba haciendo verdaderamente adicto. A la persona que realmente me estaba hundiendo en esto y que yo ahora no era capaz de rechazar. Sentí como me obligaba a verle y como yo solo a duras penas fui capaz de hacerlo. Para luego solo mirarlo con odio y decirle las palabras que tanto quiero escuchar:
-Dame esas pastillas... Solo dámelas...
Le dije, para luego ver como
se reía y como me soltaba, sacando nuevamente esas pastillas de su bolsillo volver a enseñármelas, sacando dos de ellas de esa bolsa. Así colocándose una él en su boca y luego colocando una en la mía, mientras introducía ese dedo hasta lo más profundo de mi garganta y yo solo era capaz de llorar y rogar en mi mente que todo esto acabara. Pero la verdad era que no podría acabar todo así, porque yo mismo me había introducido en esto, yo mismo había vuelto esta situación así.Cuando sentí su dedo fuera de mi boca solo fui capaz de llorar mientras mantenía a mi lado cada uno de los recuerdos que pase con Jeno, intentando mantenerlo a mi lado incluso cuando esos químicos se iban desplazando de forma lenta en mi cuerpo y hacía que mi sistema nervioso actuara ante sus efectos. Mire a ese hombre que juraba ser el mejor amigo de mi novio y como esperaba frente a mí para que esas pastillas hicieran efecto. Pero yo solo fui capaz de cerrar mis ojos y seguir manteniendo a Jeno a mi lado, mientras me lamentaba por todo lo que le había hecho y seguía haciendo.
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Hustler;;Nomin
FanfictionAmbos éramos malos para el uno y el otro, decían que no debíamos de conocernos. Pero aquí estábamos viéndonos rostro a rostro. Nuestras respiraciones chocando. Sintiéndonos en el cielo cuando realmente estábamos en el infierno, ardiendo como los dos...