꧁27꧂

491 43 20
                                    

꧁-𝙅𝙖𝙚𝙢𝙞𝙣-꧂

Jeno y yo éramos pareja, extrañamente lo éramos y no era una ilusión, porque Jeno había despertado a mi lado al día siguiente de esa noche y me había dicho: "buenos días amor" en vez de su típico buenos días. Sabía que solo era una simple palabra más, pero esa simple palabra extra tenía un significado para mí. Principalmente porque, luego de años, por fin tenía alguien a mi lado y que me diera el amor que había necesitado en mucho tiempo.

Sabía que no podía ver a Jeno de esa forma y más cuando sus acciones hacia mi se veían sinceras. Que era el tipo de persona que hace algo sin recibir algo a cambio. Pero yo no soy una persona experta en el amor y menos cuando el único ejemplo que tengo es el de mi madre discutiendo día a día con mi padre o mi padrastro, por lo que, lo único que sabía del amor era gritar, tener sexo y amar a esa persona como si no hubiera un mañana.

Sin embargo, por otro lado, esta semana yo y Jeno no habíamos podido pasar suficiente tiempo juntos, debido a que, yo debía ir a practicar junto a Renjun y mejorar mi resistencia bajo del agua, principalmente porque Renjun quería bailar bajo el agua para la presentación especial de este mes, mejor dicho quería hacer Aquadance*. Por mi parte yo hacía cada una de las cosas que él me ordenaba: yo bailaba y dejaba fluir mi cuerpo bajo el agua, hacia cada uno de los pasos que él me enseñaba y si los encontraba mal perfeccionados yo los arreglaba y adaptaba a la forma que se viera lo más sexy y artístico posible (dos palabras que eran importantes dentro de ese club). En si, todo iba bien, todo estaba yendo muy bien y extrañamente nada había pasado como para acabar con esa buena racha de suerte.

Por otro lado, yo estaba comenzando a mal acostumbrar mi cuerpo desde esa salida con Jeno, porque ahora, cada vez que despertaba -sin Jeno a mi lado- caminaba hacia el escondite y tomaba una pastilla de las que estaban en bolsa. Las sacaba y ponía bajo mi lengua, hasta que el efecto llegará, o hasta que la pastilla se deshaga por completo bajo mi lengua.

Para mi suerte Jeno aún no sabía que consumía drogas y tampoco quería imaginar cómo iba a reaccionar, temía a que se alejara de mi por consumir, pero por lo que sabía, él antes también consumía, así que él no tendría derecho alguno a opinar sobre mi actitud, porque fin y al cabo era un drogadicto al igual que yo. Solo que el ahora era uno sobrio y yo uno que recién estaba comenzando.

Ahora me encontraba en el club, viéndome frente al espejo, probándome el traje gris claro con diamantes falsos incrustados en ese diminuto y ceñido pantalón. Veía como mi cuerpo se lucía con esas ropas y cómo al levantar mis brazos se notaban las nítidas amarillentas marcas de Jeno en mis bíceps y como al levantar una de mis piernas se notaban las que estaban entre mis muslos. Solo pude sonreír al ver esas marcas, mientras subía mis manos a mis pezones y apretaba la punta de ellos conforme recordaba cada momento de Jeno haciéndome suyo. Sentía como mi miembro se endurecía bajo ese traje y como cada vez me era más doloroso mover una pierna, o con tan solo tocar cerca de esa zona. Mire hacia la puerta, esperando a que él llegara y me sacara de esta situación en donde yo mismo me había sometido, pero al paso de tres minutos él aún no llegaba. Ahora mire mi teléfono, esperando una llamada o mensaje de él, pero este tampoco llegó. Por lo que, solo aguante mis ganas y el dolor, cambiando ese traje por mis ropas cotidianas, tomar mi bolso y salir de ese club, aprovechando que este era mi día libre y que esta noche podría permitirme hacer lo que quisiera.

Sabía que mi mente estaba dividida en dos partes en esos momentos -quizás hasta en cuatro-. Sabía que una parte de mi estaba rogando por sentir las manos de Jeno sobre mi cuerpo luego de tanto tiempo, pero el otro lado solo era un montón de ruido, alucinaciones y gritos; donde todo era un caos y solo por la culpa de una pequeña pastilla de color amarillo. Pero trate de hacer mi mejor esfuerzo e ignore todo ese ruido, concentrándome solo en como Jeno podría estar en casa, en su oficina. Con sus gafas, pantalón de chándal y camiseta sin mangas blanca. Con su rostro serio y ojos fijos en la pantalla de su computadora. Solo con pensar de él con esa forma, algo en mi se encendía cada vez más. Solo por el hecho de que me gustaban los ojos serios de Jeno y como pasaba de ser alguien delicado a alguien rudo y con aires de peligro.

Hustler;;NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora