꧁-𝙅𝙖𝙚𝙢𝙞𝙣-꧂
Me había estado esforzando para ser el orgullo de ese lugar, para que todo lo que me habían enseñando y mostrando en verdad si valga la pena y que no todo sea a la ligera. Que su dinero invertido en mí no sea para nada y solo sea un gasto más en su cuenta. No quería ser una simple inversión fallida.
Cuando tenía mis clases con Yongsun ella decía que había mejorado mucho pese a las únicas dos semanas que llevábamos trabajando y que para lo nada que sabía había logrado grandes cosas. Cómo mantener bien el equilibrio, mi fuerza y coordinar mis piernas y brazos. Por otro lado, luego estaban las felicitaciones porque había subido de peso y ya no era un simple saco de huesos, lo cual no tan solo los del club me felicitaron, sino que Jisung también, porque ya no lucía tan demacrado y cansado como antes. Estaba feliz de las cosas que estaba feliz por las cosas que estaba consiguiendo y que estás en verdad estaban valiendo la pena y no estaban siendo en vano, pero aún así la desconfianza llegaba a mi y con ella en temor de que solo me estaba cegando y obligando a ver lado bueno de las cosas, cuando realmente todo estaba yendo de mal en peor.
-Jaemin, ahora debe escalar. Girar. Mantenerte arriba y bajas lentamente y quedas de rodillas al suelo -Me ordenaba Yongsun, para luego ella subirse a la barra y hacer lo que me había pedido que hiciera.
-No creo que pueda hacerlo, aún no se girar bien -le respondí mientras sentía el miedo subir por mi desnuda espalda y ella solo negó, bajando de la barra y tomarme de las manos, poniéndolas en la fría barra.
-Llevas dos semanas y todos los días practicando a pesar del dolor muscular. No voy a permitir que me digas un "no puedo" como respuesta. Ahora ve y hazlo.
Me ordenó, para luego solo colocar la canción y quedarse al lado de la radio, mirándome fijamente.
Por mi lado, solo cerré mis ojos saqué todo el aire de mis pulmones, calme mis nervios y dejé que la música entrará por mis oídos e invadiera mis sentidos y articulaciones. Abrí mis ojos mientras imaginaba que tenía a miles de personas frente a mí, lanzándome billetes y gritándome que me deseaban pese mis tardíos movimientos. Gire alrededor del tubo acariciándolo con mis manos y golpeándolo con las puntas de mis dedos y con la mirada cegada por la música y la euforia del momento.
Le di la espalda al tubo y baje por él hasta llegar al suelo, en donde me puse en cuatro y baje mi pecho alzando y bajando mi trasero al ritmo de la música, aún con mis instintos cegados por completo. Para luego solo darme la vuelta y rodear aquella barra con mis piernas y estirar mis brazos hacia ella y comenzar a trepar por ella, mientra daba vueltas a su alrededor. Hasta que el sonido del saxofón comenzó a sonar, solté mis manos y tiré mi espalda hacia atrás, comenzado a girar al ritmo rápido -pero que era lento a la vez-, y luego comencé a descender, mientras aún giraba lentamente por la barra y con mi espalda recta hacia atrás y moviendo mi cabeza hacia la misma dirección, mostrando mi rostro y mi mirada coqueta. Mientras movía y acariciaba mis brazos y desnudó pecho, mostrando lo mucho que amaba mi cuerpo y cómo quería sus imaginarias manos sobre mí.
Cuando llegue al suelo solo me separé del tubo y me puse de rodillas, mientras sentía mi respiración volver de forma agitada, obligándome a subir y bajar el pecho rápidamente. Alce mi cabeza y vi el rostro de orgullo de Yongsun, a Taeyong a su lado y mirándome con una sonrisa en sus labios y como el resto de los bailarines me miraban asombrados y con celos por lo poco que había logrado aprender en dos semanas y practicando todos los días sin descanso alguno.
Vi a la mujer que era mi maestra acercarse a mí y abrazarme, mientras me susurraba felicitaciones por lo que había logrado hacer en dos semanas. Asentí con mi cabeza ante sus palabras y apoye mi cabeza en su hombro, cerrando mis ojos y dejarme llevar por su dulce aroma mientras calmaba mis sentidos y respiración, además de ignorar las miradas y murmullos de mis compañeros.
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Hustler;;Nomin
FanficAmbos éramos malos para el uno y el otro, decían que no debíamos de conocernos. Pero aquí estábamos viéndonos rostro a rostro. Nuestras respiraciones chocando. Sintiéndonos en el cielo cuando realmente estábamos en el infierno, ardiendo como los dos...